El Experimento Fallido.
El Experimento Fallido
Gun Control and Public Safety in Canadá, Australia, England and Wales, por el Fraser Institute, Vancouver, Canadá. Fecha de emisión: Noviembre de 2003.
Esta publicación nació como un trabajo presentado originalmente en el "Simposio sobre las Implicancias de los Derechos Legales, Económicos y Humanos de la Propiedad y de la Regulación de la Posesión Civil de Armas de Fuego", que tuvo lugar en la torre de Londres, Londres, Inglaterra (2 de mayo de 2003). Este simposio fue patrocinado por el "Foro Mundial sobre el Futuro de las Actividades del Tiro Deportivo".
Le agradecemos a Rodrigo León C., Presidente del Club de Tiro CRS, por este aporte.
Sumario Ejecutivo
La extensa televisación de asesinatos ejecutados con armas de fuego en muchos países durante el siglo XX han estimulado a los políticos a introducir leyes restrictivas sobre las armas. Los políticos entonces han prometido que las nuevas restricciones reducirían la violencia criminal y "crearán una sociedad más segura." Es hora de detenerse brevemente y de preguntar si dichas leyes restrictivas reducen realmente la violencia criminal. Debe demostrarse fehacientemente que las leyes restrictivas sobre las armas sirven para disminuir el crimen violento, o el control de armamentos no es más que una promesa hueca.
Lo que hace atrayente para muchos al control de armas, es la creencia de que el crimen violento es conducido por la disponibilidad de armas y, más importante, que la violencia criminal en general puede ser reducida limitando el acceso a las armas de fuego.
En este estudio, examino tendencias del crimen en los países del Commonwealth que han introducido recientemente regulaciones sobre tenencia de armas de fuego, es decir, Gran Bretaña, Australia, y Canadá. La clave, bastamente ignorada, para la evaluación de las regulaciones sobre armas de fuego es examinar las tendencias totales del crimen violento, y no únicamente del crimen producido con armas de fuego. Puesto que este último es solamente una fracción pequeña de la violencia criminal total, el público no se hallaría más seguro si las nuevas leyes son aptas para reducir la violencia provocada con armas de fuego, pero no tienen ningún efecto en la violencia criminal total.
Los Estados Unidos proporcionan un punto valioso de comparación para determinar índices criminales, porque su sistema criminal judicial difiere drásticamente de los existentes en Europa y el Commonwealth. No sólo las penas criminales son típicamente más severas en los Estados Unidos -a menudo mucho más severas- sino que los índices de condena y encarcelamiento también son generalmente mucho más altos. Quizás la diferencia más llamativa es que ciudadanos "calificados" en los Estados Unidos pueden portar armas de mano encubiertas para la autodefensa.
Durante las últimas décadas, más de 25 Estados aprobaron leyes permitiendo que los ciudadanos responsables puedan portar armas. En el año 2003, existen 35 Estados donde los ciudadanos pueden conseguir tal permiso. El resultado es que los índices del crimen violento, y en particular los índices de homicidios, han estado disminuyendo en los Estados Unidos.
La caída en los índices criminales norteamericanos es aún más impresionante si se comparan con las del resto del mundo. En 18 de los 25 países investigados por el Ministerio del Interior británico, el crimen violento aumentó durante los años 90. Este contraste debe impulsar a la gente pensante a preguntarse qué sucedió en esos países en donde se introdujeron leyes cada vez más restrictivas sobre armas de fuego.
Gran Bretaña
En los últimos 20 años, los gobiernos conservadores y laboristas han introducido leyes restrictivas sobre la tenencia de armas de fuego; incluso prohibiendo todas las armas de puño en 1997. Desafortunadamente, estas regulaciones draconianas han fallado totalmente. El público no está más seguro y puede llegar a estar aún menos seguro. La estadística policial demuestra que Inglaterra y el País de Gales están soportando una onda criminal muy seria.
En contraste con los "armados" Estados Unidos, donde el índice de homicidios ha estado bajando por más de 20 años, los índices de homicidios en las "desarmadas" Inglaterra y País de Gales han estado creciendo. En los años 90 solamente, la tasa de homicidios creció el 50%, yendo desde un 10 por millón en 1990 a un 15 por millón en el 2000.
La estadística policial demuestra que el crimen violento en general ha aumentado desde el final de los '80 y, de hecho, desde 1996 ha sido más serio que en los Estados Unidos. Las leyes restrictivas sobre armas de fuego pudieron incluso haber contribuido a aumentar la violencia criminal desarmando al público en general. A pesar que en Gran Bretaña se prohíbe y se confisca a todas las armas de mano, el crimen violento, así como el crimen por armas de fuego, continúan creciendo.
Australia
Luego de las matanzas impactantes ocurridas en 1996, el gobierno australiano realizó cambios sustanciales en la legislación sobre armas de fuego en 1997. Desafortunadamente, dichas regulaciones no han hecho las calles de Australia más seguras. El índice de homicidios, que había permanecido básicamente constante entre 1995 y 2001, ahora ha comenzado a subir nuevamente. La declinación de la tasa de homicidios en los Estados Unidos se alza contra la tendencia creciente en Australia.
La divergencia entre Australia y los Estados Unidos es aún más evidente con el crimen violento. Mientras que el crimen violento está disminuyendo en los Estados Unidos, está aumentando en Australia. Sobre los últimos seis años, el índice total del crimen violento en Australia ha continuado aumentando. Las estadísticas de robos armados continúan subiendo. El robo armado ha aumentado el 166% a nivel nacional. La incautación y la destrucción de las armas de fuego legalmente poseídas costaron a los contribuyentes australianos por lo menos $500 millones.
Los costos policiales mantienen la burocracia, incluyendo la enormemente costosa infraestructura del sistema de registro de las armas han aumentado en $200 millones desde 1997. ¿Y para qué? No ha existido impacto visible en el crimen violento. Es imposible justificar una cantidad tan grande del dinero de los contribuyentes para no obtener ninguna disminución del crimen. Con tal monto de dinero proveniente de los impuestos, la policía habría podido tener más vehículos de patrulla, relevos más cortos, o quizá incluso mejor equipamiento. Piensen en cuántas vidas pudieron haber sido salvadas.
Canadá
En la década del 90, cambios sustanciales fueron realizados a las leyes vinculadas con las armas de fuego, primero en 1991 y luego otra vez en 1995. El otorgamiento de licencias y el registro todavía se están poniendo en fase. El contraste entre la violencia criminal en los Estados Unidos y en Canadá es dramático. A través de la última década, el índice del crimen violento en Canadá ha aumentado mientras que en los Estados Unidos el índice del crimen violento ha caído radicalmente.
El experimento canadiense con la regulación de armas de fuego se está convirtiendo en una farsa. El esfuerzo de registrar todas las armas de fuego, cuyo costo fue originalmente presupuestado en solamente $2 millones, ahora ha sido estimado por el Auditor General en más de $1.000 millones. Los costos finales son desconocidos pero, si los costos de aplicación son incluidos, el total podría alcanzar fácilmente $3 mil millones. Los contribuyentes harían bien en pedir estudios de costos y beneficios de tipo independiente sobre la campaña, para ver cuánto está costando el registro de las armas.
La legislación restrictiva sobre armas de fuego no ha conseguido reducir el crimen violento en Australia, Canadá, o Gran Bretaña. La política de confiscación de armas ha sido un error costoso. La violencia criminal no ha disminuido. En cambio, continúa aumentando. Desafortunadamente, la política dicta que las direcciones actuales continuarán y, más importante aún, no será examinada críticamente. Solamente los Estados Unidos han atestiguado una caída tan dramática en la violencia criminal la última década. Quizás es tiempo que los políticos del Commonwealth revean su antipatía tradicional a las armas de fuego poseídas legalmente.
Es una ilusión que los "bans" sobre las armas protegen al público. Ninguna ley, no importa cuán restrictiva sea, puede protegernos contra las personas que deciden cometer crímenes violentos.
¿No deberíamos tomar medidas enérgicas contra los criminales, en vez de hacerlo contra los cazadores y tiradores deportivos?
Gary Mauser
El Fraser Institute
La publicación "Public Policy Sources" es difundida periódicamente por el Fraser Institute, Vancouver, Columbia británica, Canadá.
El Fraser Institute es una organización canadiense independiente dedicada a la investigación económica y social, y a la organización educativa. Tiene como objetivo el redireccionamiento de la atención pública al papel que tienen los mercados competitivos proveyendo al bienestar de los canadienses. Donde la libre competencia de los mercados ha sido substituida por controles gubernamentales, el interés del instituto descansa en la documentación objetiva de la mejora o del deterioro resultante de la intervención del gobierno.
El trabajo del instituto es asistido por un Consejo Consultivo Editorial de economistas internacionalmente renombrados. El Fraser Institute es una organización no lucrativa nacional, financiada por la venta de sus publicaciones y las contribuciones deducibles de impuestos de sus miembros, de fundaciones, y de otros Portantes; no recibe ningún financiamiento del gobierno.
El autor de este estudio ha trabajado independientemente y las opiniones expresadas por él son, por lo tanto, las propias, y no reflejan necesariamente las opiniones de los miembros o de los administradores del Fraser Institute