¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), esos mismos que siempre andan arreglando baches a paso de tortuga, ahora tienen que meterle mano a otro problemón: el hostigamiento sexual. Sí, así como lo leyeron, parece que la onda no estaba tan chivísima como querían aparentar y ahora tendrán que darle una charlita a sus empleados para que aprendan a portarse bien. Uno se queda pensando, ¿será que realmente van a cambiar las cosas o será puro parche?
Todo este rollo comenzó cuando salió a la luz el caso de Verny Jiménez, el director de la División Marítimo-Portuaria. Parece que este señor tendrá que enfrentar un juicio por presunto abuso sexual, cortesía de una funcionaria del propio ministerio. Imagínense la bronca, el ambiente ahí debió estar pesado como piña agria. Esto pinta pa’ novela, diay.
Según la circular oficial, el MOPT quiere promover una “sana convivencia entre la población institucional”. Buena intención, pero uno piensa, ¿no sería mejor empezar por investigar y sancionar a los responsables en lugar de dar charlas después del hecho? Más vale prevenir que lamentar, ¿no creen? El caso es que la charla ya está programada para el próximo 2 de octubre, ahí les vamos a ver si realmente sirve de algo.
Y ni hablar del caso anterior, el del exviceministro de Justicia, Juan Carlos Arias. Ese salió corriendo cuando salieron los rumores de acoso a una subalterna. El gobierno tuvo que despedirlo rapidito para evitar mayores problemas. ¡Qué carga! Uno se pregunta si estos cargos públicos creen que pueden hacer lo que quieran impunemente. Parece que el país tiene una plaga de este tipo de comportamientos.
Lo más curioso de todo es que el Ministerio no quiso dar mucha bola al asunto. Cuando CR Hoy intentó conseguir una declaración sobre el caso de Jiménez, simplemente dijeron que no estaban enterados del juicio. ¡Qué mamada! Como si no estuvieran al tanto de lo que pasa en su propio ministerio. Y ni se molestaron en decir si hay algún procedimiento interno en marcha contra el funcionario. Parece que quieren tapar el sol con la mano, ¿verdad?
Ahora, recordemos que hace unos meses, el medio Ameliarueda.com reveló que varias funcionarias habían denunciado presuntos abusos sexuales sin recibir respuesta alguna por parte del exministro Mauricio Batalla. Y encima, resulta que él también anda metido en problemas con la Fiscalía Adjunta de Género por supuesto abuso sexual contra dos empleadas de su restaurante. ¡Qué sal! Este mae anda con mala suerte, no hay duda.
Y no olvidemos a la agente de la Policía de Tránsito que reportó un aparente abuso sexual durante una gira de trabajo. Las denuncias parecen multiplicarse como hongos después de la lluvia. ¿Será que existe una cultura de impunidad en estas instituciones públicas? O peor aún, ¿será que estas conductas son toleradas o incluso encubiertas? Una verdadera pena, porque daña la imagen de Costa Rica a nivel mundial. Es un brete querer creer que todo va a mejorar pronto.
En fin, la verdad es que toda esta movida nos deja pensando: ¿cree usted que estas charlas anti-hostigamiento serán suficientes para erradicar este problema en el MOPT y otras instituciones públicas, o es solo una medida cosmética para lavar la cara al gobierno? ¿Qué medidas concretas deberían tomar las autoridades para garantizar un ambiente laboral seguro y respetuoso para todas las personas?
Todo este rollo comenzó cuando salió a la luz el caso de Verny Jiménez, el director de la División Marítimo-Portuaria. Parece que este señor tendrá que enfrentar un juicio por presunto abuso sexual, cortesía de una funcionaria del propio ministerio. Imagínense la bronca, el ambiente ahí debió estar pesado como piña agria. Esto pinta pa’ novela, diay.
Según la circular oficial, el MOPT quiere promover una “sana convivencia entre la población institucional”. Buena intención, pero uno piensa, ¿no sería mejor empezar por investigar y sancionar a los responsables en lugar de dar charlas después del hecho? Más vale prevenir que lamentar, ¿no creen? El caso es que la charla ya está programada para el próximo 2 de octubre, ahí les vamos a ver si realmente sirve de algo.
Y ni hablar del caso anterior, el del exviceministro de Justicia, Juan Carlos Arias. Ese salió corriendo cuando salieron los rumores de acoso a una subalterna. El gobierno tuvo que despedirlo rapidito para evitar mayores problemas. ¡Qué carga! Uno se pregunta si estos cargos públicos creen que pueden hacer lo que quieran impunemente. Parece que el país tiene una plaga de este tipo de comportamientos.
Lo más curioso de todo es que el Ministerio no quiso dar mucha bola al asunto. Cuando CR Hoy intentó conseguir una declaración sobre el caso de Jiménez, simplemente dijeron que no estaban enterados del juicio. ¡Qué mamada! Como si no estuvieran al tanto de lo que pasa en su propio ministerio. Y ni se molestaron en decir si hay algún procedimiento interno en marcha contra el funcionario. Parece que quieren tapar el sol con la mano, ¿verdad?
Ahora, recordemos que hace unos meses, el medio Ameliarueda.com reveló que varias funcionarias habían denunciado presuntos abusos sexuales sin recibir respuesta alguna por parte del exministro Mauricio Batalla. Y encima, resulta que él también anda metido en problemas con la Fiscalía Adjunta de Género por supuesto abuso sexual contra dos empleadas de su restaurante. ¡Qué sal! Este mae anda con mala suerte, no hay duda.
Y no olvidemos a la agente de la Policía de Tránsito que reportó un aparente abuso sexual durante una gira de trabajo. Las denuncias parecen multiplicarse como hongos después de la lluvia. ¿Será que existe una cultura de impunidad en estas instituciones públicas? O peor aún, ¿será que estas conductas son toleradas o incluso encubiertas? Una verdadera pena, porque daña la imagen de Costa Rica a nivel mundial. Es un brete querer creer que todo va a mejorar pronto.
En fin, la verdad es que toda esta movida nos deja pensando: ¿cree usted que estas charlas anti-hostigamiento serán suficientes para erradicar este problema en el MOPT y otras instituciones públicas, o es solo una medida cosmética para lavar la cara al gobierno? ¿Qué medidas concretas deberían tomar las autoridades para garantizar un ambiente laboral seguro y respetuoso para todas las personas?