¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con noticias que te dejan frío. Resulta que ahora tenemos una cuarentena impuesta en una finca de Osa por culpa de un bovino que le agarró rabia paralítica. Esto ya va dando qué pensar, porque parece que estos bichos no respetan ni a las vacas. Imagínate la preocupación de los dueños, ¡qué harta!
La cosa pasó en el caserío Tagual, en el distrito de Cortés, dentro del cantón de Osa. Ahí, en medio del verdor y la tranquilidad, se encontró un bicho con la rabia pegándole duro. Según nos cuentan desde Senasa, estaban tranquilamente pastando estas criaturas cuando apareció el problema.
Ahora mismo, 26 animales están bajo cuarentena, encerrados como si fueran prisioneros. No pueden ni moverse, ni mugir tranquilos. Y claro, a esas 26 cabezas también les pincharon la vacuna, pa’ prevenir que la enfermedad se siga propagando. El Ministerio de Salud también anduvo por ahí, vacunando al personal que trabaja en la finca, ¡por si acaso!
Luis Mariano Arroyo, coordinador del Programa de Enfermedades Transfronterizas del Senasa, soltó unas cuantas verdades: “Recordarles a los ganaderos la importancia de mantener la vacunación anual contra la rabia, especialmente en zonas endémicas como el sur del país.” Eso sí, ¡que no se olviden de ponerle ojo a sus animales! Porque la notificación temprana es clave, dice él, para evitar que esto se convierta en un problemón nacional.
Y hablando de problemones, la rabia, amigos, es una enfermedad que ataca el sistema nervioso central. Te deja descoordinado, con dificultad para caminar, babeando como un perro, con las patas paralizadas e incluso puede terminar en la muerte. Una verdadera torta, vamos.
Este año ya hemos visto dos brotes de rabia en el país, uno allá en Heredia y otro justo aquí, en la zona sur. La verdad, da un poco de escalofríos pensar que podemos estar tan cerca de que esto se salga de control. ¡Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo concreto para solucionar esta situación!
Muchos se preguntarán, ¿por qué tanto revuelo por una vaca con rabia? Pues, señores, la rabia no discrimina. Puede pasar de un animal a un humano, y las consecuencias son devastadoras. Por eso, es importante tomar precauciones y no bajar la guardia ante cualquier síntoma extraño en nuestros animales domésticos. ¡Mejor prevenir que lamentar, diay!
En fin, la situación en Osa nos recuerda la importancia de la prevención y el cuidado de nuestra salud animal. Pero me pregunto, con tantos problemas que tenemos en el país –el tema del tren, los apagones, la crisis económica–, ¿cree usted que el gobierno está dedicando suficiente atención a este tipo de amenazas zoonóticas que podrían afectar la seguridad sanitaria de todos los costarricenses?
La cosa pasó en el caserío Tagual, en el distrito de Cortés, dentro del cantón de Osa. Ahí, en medio del verdor y la tranquilidad, se encontró un bicho con la rabia pegándole duro. Según nos cuentan desde Senasa, estaban tranquilamente pastando estas criaturas cuando apareció el problema.
Ahora mismo, 26 animales están bajo cuarentena, encerrados como si fueran prisioneros. No pueden ni moverse, ni mugir tranquilos. Y claro, a esas 26 cabezas también les pincharon la vacuna, pa’ prevenir que la enfermedad se siga propagando. El Ministerio de Salud también anduvo por ahí, vacunando al personal que trabaja en la finca, ¡por si acaso!
Luis Mariano Arroyo, coordinador del Programa de Enfermedades Transfronterizas del Senasa, soltó unas cuantas verdades: “Recordarles a los ganaderos la importancia de mantener la vacunación anual contra la rabia, especialmente en zonas endémicas como el sur del país.” Eso sí, ¡que no se olviden de ponerle ojo a sus animales! Porque la notificación temprana es clave, dice él, para evitar que esto se convierta en un problemón nacional.
Y hablando de problemones, la rabia, amigos, es una enfermedad que ataca el sistema nervioso central. Te deja descoordinado, con dificultad para caminar, babeando como un perro, con las patas paralizadas e incluso puede terminar en la muerte. Una verdadera torta, vamos.
Este año ya hemos visto dos brotes de rabia en el país, uno allá en Heredia y otro justo aquí, en la zona sur. La verdad, da un poco de escalofríos pensar que podemos estar tan cerca de que esto se salga de control. ¡Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan algo concreto para solucionar esta situación!
Muchos se preguntarán, ¿por qué tanto revuelo por una vaca con rabia? Pues, señores, la rabia no discrimina. Puede pasar de un animal a un humano, y las consecuencias son devastadoras. Por eso, es importante tomar precauciones y no bajar la guardia ante cualquier síntoma extraño en nuestros animales domésticos. ¡Mejor prevenir que lamentar, diay!
En fin, la situación en Osa nos recuerda la importancia de la prevención y el cuidado de nuestra salud animal. Pero me pregunto, con tantos problemas que tenemos en el país –el tema del tren, los apagones, la crisis económica–, ¿cree usted que el gobierno está dedicando suficiente atención a este tipo de amenazas zoonóticas que podrían afectar la seguridad sanitaria de todos los costarricenses?
