¡Ay, Dios mío, qué chin de cosas! Resulta que la Sala IV, con una votación apretadísima – cinco a favor y dos en contra, ¡imagínate el bronca que hubo ahí! – le dio la razón a la antigua junta directiva del Banco Nacional, destituida hace unos cuatro meses y medio por el gobierno de Don Rodri. Vuelven al brete, señores, a tomar decisiones bancarias, y esto pinta pa’ un buen agarrón.
Para refrescarles la memoria, todo este rollo empezó porque el gobierno de Chaves calificó de “anómalo” el proceso por el que Rosaysella Ulloa Villalobos llegó a ser gerente general del Banco. Dijeron que la elección fue poco transparente y apurada, así, entre comillas. Pues, resultaaa que la Sala Constitucional no piensa lo mismo y ahora mandó a devolver a Marvin Arias Aguilar (el presidente), Ruth Alfaro Jara, José Bernal Alvarado Delgado, José Manuel Arias Porras, Montserrat Buján Boza, Rodolfo González Cuadra y Marcela Alpízar Chacón a sus respectivos puestos. ¡Un cambio radical, vaya!
Y ojo, que este tema no es precisamente un paseo dominical. Después de echar a la vieja guardia, el gobierno entró nuevos directivos e inmediatamente le pidió a ellos revisar un crédito millonario, ¡casi cien palos verdes!, que le habían dado a una empresa que, según el gobierno, tenía conexiones fuertes con la política tradicional. Una vara bien picante, diríamos nosotros. Chaves, en ese momento, dejó claro que era un tema delicado y que no sabía si la gerencia existente estaba capacitada para manejarlo.
El Consejo de Gobierno, con el presidente Chaves a la cabeza y Stephan Brunner como vice, abrió un procedimiento de investigación que terminó, como ya sabemos, con la destitución de toda la junta. La cosa se puso más tensa aún cuando se descubrieron esos negocios turbios con el crédito, levantando sospechas y generando mucha controversia en el país. La gente estaba diciendo '¡qué despiche!', y con justa razón.
Ahora, con la vuelta de la junta anterior, la cosa se pone interesante. Se espera que revisen a fondo esa negociación del crédito y le pongan lupa a todo el asunto. Muchos analistas políticos opinan que esta decisión de la Sala IV es un golpe duro para el gobierno, demostrando que no puede actuar a capricho ni ignorar los procedimientos legales establecidos. Aunque algunos aseguran que simplemente buscan estabilidad institucional, otros ven intenciones políticas detrás de la medida.
Pero, vamos, que la verdad es que acá en Costa Rica estamos acostumbrados a estas batallas políticas. Un día vamos ganando, otro perdiendo, y siempre buscando cómo sacar ventaja. Este caso del Banco Nacional es solo la punta del iceberg de una serie de problemas que enfrenta nuestro país, desde la seguridad hasta la economía. Uno se queda pensando si alguna vez vamos a tener gobiernos que realmente trabajen por el bienestar de todos, y no solo por sus propios intereses.
En fin, la pelota está en la cancha de la junta directiva restaurada. Tendrán mucho que investigar, muchas decisiones que tomar, y muchos ojos encima. Habrá que ver si logran recuperar la confianza del público y demostrar que pueden administrar el Banco Nacional de manera eficiente y transparente. ¿Será posible arreglar la vara después de tanto lío?
Considerando todas estas vueltas y revueltas, y viendo cómo el tema ha dividido opiniones en redes sociales y en el Foro, me pregunto: ¿Cree usted que la vuelta de la junta directiva anterior traerá la estabilidad que necesita el Banco Nacional, o será solo un parche temporal en una situación mucho más profunda?
Para refrescarles la memoria, todo este rollo empezó porque el gobierno de Chaves calificó de “anómalo” el proceso por el que Rosaysella Ulloa Villalobos llegó a ser gerente general del Banco. Dijeron que la elección fue poco transparente y apurada, así, entre comillas. Pues, resultaaa que la Sala Constitucional no piensa lo mismo y ahora mandó a devolver a Marvin Arias Aguilar (el presidente), Ruth Alfaro Jara, José Bernal Alvarado Delgado, José Manuel Arias Porras, Montserrat Buján Boza, Rodolfo González Cuadra y Marcela Alpízar Chacón a sus respectivos puestos. ¡Un cambio radical, vaya!
Y ojo, que este tema no es precisamente un paseo dominical. Después de echar a la vieja guardia, el gobierno entró nuevos directivos e inmediatamente le pidió a ellos revisar un crédito millonario, ¡casi cien palos verdes!, que le habían dado a una empresa que, según el gobierno, tenía conexiones fuertes con la política tradicional. Una vara bien picante, diríamos nosotros. Chaves, en ese momento, dejó claro que era un tema delicado y que no sabía si la gerencia existente estaba capacitada para manejarlo.
El Consejo de Gobierno, con el presidente Chaves a la cabeza y Stephan Brunner como vice, abrió un procedimiento de investigación que terminó, como ya sabemos, con la destitución de toda la junta. La cosa se puso más tensa aún cuando se descubrieron esos negocios turbios con el crédito, levantando sospechas y generando mucha controversia en el país. La gente estaba diciendo '¡qué despiche!', y con justa razón.
Ahora, con la vuelta de la junta anterior, la cosa se pone interesante. Se espera que revisen a fondo esa negociación del crédito y le pongan lupa a todo el asunto. Muchos analistas políticos opinan que esta decisión de la Sala IV es un golpe duro para el gobierno, demostrando que no puede actuar a capricho ni ignorar los procedimientos legales establecidos. Aunque algunos aseguran que simplemente buscan estabilidad institucional, otros ven intenciones políticas detrás de la medida.
Pero, vamos, que la verdad es que acá en Costa Rica estamos acostumbrados a estas batallas políticas. Un día vamos ganando, otro perdiendo, y siempre buscando cómo sacar ventaja. Este caso del Banco Nacional es solo la punta del iceberg de una serie de problemas que enfrenta nuestro país, desde la seguridad hasta la economía. Uno se queda pensando si alguna vez vamos a tener gobiernos que realmente trabajen por el bienestar de todos, y no solo por sus propios intereses.
En fin, la pelota está en la cancha de la junta directiva restaurada. Tendrán mucho que investigar, muchas decisiones que tomar, y muchos ojos encima. Habrá que ver si logran recuperar la confianza del público y demostrar que pueden administrar el Banco Nacional de manera eficiente y transparente. ¿Será posible arreglar la vara después de tanto lío?
Considerando todas estas vueltas y revueltas, y viendo cómo el tema ha dividido opiniones en redes sociales y en el Foro, me pregunto: ¿Cree usted que la vuelta de la junta directiva anterior traerá la estabilidad que necesita el Banco Nacional, o será solo un parche temporal en una situación mucho más profunda?