Seamos honestos. Más de uno que vive de hacer contenido para redes se ha hecho el maje con el tema de los impuestos. Era el secreto a voces mejor guardado: la plata que entraba de YouTube, las suscripciones de OF o los patrocinios por Instagram muchas veces pasaban por debajo de la mesa, directito a la cuenta sin que Hacienda se diera por enterada. Diay, era un área gris, un lejano oeste digital donde cada quien hacía lo que le daba la gana. Pues, saquen pañuelos, porque la fiesta se acabó. A partir de 2025, la vara se va a poner seria y el Ministerio de Hacienda va a tener un asiento en primera fila para ver cada colón que les entra.
Resulta que esta movida no es un capricho local. Viene de un acuerdo internacional con la OCDE, esa gente que dicta las reglas del juego para los países “grandes”. Ahora, plataformas como Meta (léase Instagram y Facebook), TikTok, YouTube, Spotify y hasta OF están obligadas a mandarle un reporte automático a la Dirección General de Tributación con los ingresos de sus usuarios ticos. O sea, ya no va a ser un tema de “si quiero declaro”. La plataforma misma va a ser la chismosa. ¡Imagínense! El abogado tributario Gabriel Zamora Baudrit lo puso clarísimo: Hacienda va a poder cruzar datos y ver al toque quién se está haciendo el loco con sus declaraciones.
Para los que pensaban que ser influencer era solo poner caras bonitas y subir historias, ¡qué torta! El asunto siempre ha tenido sus reglas, solo que ahora se van a hacer cumplir a la fuerza. En Costa Rica, si usted tiene una actividad que le genera plata, tiene que hacer todo el papeleo: inscribirse como contribuyente, dar factura electrónica y presentar las declaraciones de renta y del IVA. Y ojo, que no se les olvide la Caja. Si su brete es activo (colaboraciones, contenido personalizado, etc.), también tiene que asegurarse como trabajador independiente. Se acabó el juego; esto ya es un trabajo formal con todas las de ley.
Ahora, aquí viene la parte que duele: los porcentajes. No todos los ingresos son iguales ante los ojos de Tributación. Si su plata viene de un "brete activo" —como una campaña pagada donde usted tiene que producir contenido— le toca pagar hasta un 25% sobre la renta neta (después de gastos). Pero si la plata le llega de forma pasiva —como por las vistas automáticas en YouTube o las regalías de Spotify—, el impuesto es de un 15% sobre el monto bruto. ¿Y qué pasa con la plata que viene de afuera? Ahí la cosa se complica. Se podría argumentar el "principio de territorialidad", pero como dice el abogado, hay que analizar caso por caso. Si usted pensaba que por recibir pagos de una empresa gringa ya estaba a salvo, pues... salado, mae.
En resumen, el cambio para 2025 es estructural. La principal diferencia es que la evasión fiscal digital se vuelve prácticamente imposible. Ya no hay dónde esconderse. La plataforma le va a decir a Hacienda: "Le pagué tanto a Fulanito". Si ese "tanto" no aparece en la declaración de Fulanito, prepárense para el despiche: ajustes, multas que duelen e intereses que crecen como la espuma. Esto es un llamado de atención con megáfono para que toda la comunidad de creadores se ponga en regla. La era de monetizar en la sombra llegó a su fin. Y ahora la pregunta del millón queda en el aire para todos en el foro.
Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Es una medida justa que ya se había tardado o creen que va a frenar el crecimiento de los creadores de contenido en Tiquicia? ¿Conocen a alguien que se va a ver en problemas con esta nueva regla? ¡Los leo en los comentarios!
Resulta que esta movida no es un capricho local. Viene de un acuerdo internacional con la OCDE, esa gente que dicta las reglas del juego para los países “grandes”. Ahora, plataformas como Meta (léase Instagram y Facebook), TikTok, YouTube, Spotify y hasta OF están obligadas a mandarle un reporte automático a la Dirección General de Tributación con los ingresos de sus usuarios ticos. O sea, ya no va a ser un tema de “si quiero declaro”. La plataforma misma va a ser la chismosa. ¡Imagínense! El abogado tributario Gabriel Zamora Baudrit lo puso clarísimo: Hacienda va a poder cruzar datos y ver al toque quién se está haciendo el loco con sus declaraciones.
Para los que pensaban que ser influencer era solo poner caras bonitas y subir historias, ¡qué torta! El asunto siempre ha tenido sus reglas, solo que ahora se van a hacer cumplir a la fuerza. En Costa Rica, si usted tiene una actividad que le genera plata, tiene que hacer todo el papeleo: inscribirse como contribuyente, dar factura electrónica y presentar las declaraciones de renta y del IVA. Y ojo, que no se les olvide la Caja. Si su brete es activo (colaboraciones, contenido personalizado, etc.), también tiene que asegurarse como trabajador independiente. Se acabó el juego; esto ya es un trabajo formal con todas las de ley.
Ahora, aquí viene la parte que duele: los porcentajes. No todos los ingresos son iguales ante los ojos de Tributación. Si su plata viene de un "brete activo" —como una campaña pagada donde usted tiene que producir contenido— le toca pagar hasta un 25% sobre la renta neta (después de gastos). Pero si la plata le llega de forma pasiva —como por las vistas automáticas en YouTube o las regalías de Spotify—, el impuesto es de un 15% sobre el monto bruto. ¿Y qué pasa con la plata que viene de afuera? Ahí la cosa se complica. Se podría argumentar el "principio de territorialidad", pero como dice el abogado, hay que analizar caso por caso. Si usted pensaba que por recibir pagos de una empresa gringa ya estaba a salvo, pues... salado, mae.
En resumen, el cambio para 2025 es estructural. La principal diferencia es que la evasión fiscal digital se vuelve prácticamente imposible. Ya no hay dónde esconderse. La plataforma le va a decir a Hacienda: "Le pagué tanto a Fulanito". Si ese "tanto" no aparece en la declaración de Fulanito, prepárense para el despiche: ajustes, multas que duelen e intereses que crecen como la espuma. Esto es un llamado de atención con megáfono para que toda la comunidad de creadores se ponga en regla. La era de monetizar en la sombra llegó a su fin. Y ahora la pregunta del millón queda en el aire para todos en el foro.
Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Es una medida justa que ya se había tardado o creen que va a frenar el crecimiento de los creadores de contenido en Tiquicia? ¿Conocen a alguien que se va a ver en problemas con esta nueva regla? ¡Los leo en los comentarios!