A ver, gente, vamos al grano. Si ustedes son como yo, que un buen gallo de papa o un picadillo de arracache les alegra el día, esta noticia les va a interesar. Resulta que esta semana, Costa Rica se convierte en el epicentro de una vara que podría revolucionar la forma en que producimos algunos de los chunches más importantes de nuestra dieta. Del 4 al 8 de agosto, un grupo de mentes brillantes de toda América Latina se va a reunir aquí, entre Cartago y Guápiles, para meterle el hombro a un tema que nos urge: cómo tener más y mejor semilla de papa, yuca y camote. Y la solución, parece, viene con acento argentino.
La vara se llama “Sistema Autotrófico Hidropónico”, o SAH para los compas. Sé que suena a clase de química del cole, pero la idea es bastante tuanis. Imagínense una especie de "guardería" de alta tecnología para plantitas que nacen en un laboratorio (vitroplantas). El problema siempre ha sido sacarlas de ese ambiente súper controlado y pasarlas al mundo real sin que se mueran en el intento. Es un despiche logístico y un dolor de cabeza para los agricultores. Diay, aquí es donde entra la magia del SAH. Esta técnica, desarrollada y patentada por el INTA de Argentina, es como un campamento de entrenamiento intensivo que aclimata a las plantitas de forma masiva y eficiente. ¡Qué nivel de tecnología!
Y es que esto no salió de la nada. El año pasado, en una de esas reuniones de cerebritos del agro (la del PCCMCA, por si andan apuntando), la mesa que se encarga de raíces y tubérculos pegó el grito al cielo: "¡Maes, necesitamos un protocolo que sirva para aclimatar estas carajadas ya!". Y como buenos latinos que resuelven, el INTA de Costa Rica levantó la mano y, en un brete conjunto con sus homólogos argentinos, montaron este taller que promete estar a cachete. El evento va a tener lugar en dos sedes que son un carga en la materia: el Centro Experimental Carlos Durán en Cartago y el Centro de Innovación Los Diamantes en Guápiles. O sea, de la capital de la papa directo al corazón del Caribe.
Lo más chiva de todo es que esto no es un fiestón de dos. La lista de invitados parece un "quién es quién" del agro latinoamericano. Vienen delegaciones del CIAT de Colombia, de Guatemala, de Honduras, de Bolivia, de Panamá... ¡hasta el MEP y las universidades públicas de aquí se apuntaron! La técnica, mae, es un carga porque ha demostrado ser un éxito rotundo con la papa en Argentina, y la idea es que ahora todos estos países aprendan a usarla para que la calidad de la semilla en toda la región suba como la espuma. Es de esos proyectos de cooperación que de verdad dan gusto, donde no se guardan los secretos y más bien se comparten para que todos crezcamos.
Al final del día, ¿qué significa todo esto para nosotros, los que vamos a la feria el fin de semana? Bueno, el objetivo es clarísimo: fortalecer la producción para que haya más comida y de mejor calidad. Una semilla sana significa una planta más fuerte, que se enferma menos y que produce más. Esto se traduce en menos pérdidas para el agricultor y, con suerte, en más estabilidad para la seguridad alimentaria de un montón de comunidades. Como dijo el mero mero del INTA tico, Roberto Camacho, esto es para "garantizar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios". En buen tico: que no nos falte la yuca en la olla de carne ni el camotico en el almuerzo. Un aplauso para esta gente que le pone ciencia al campo.
Diay, gente, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de brete en conjunto entre países es la clave para que el agro tico se ponga las pilas de una vez por todas? ¿O es pura hablada y al final no vamos a ver la papa más barata en la feria del agricultor?
La vara se llama “Sistema Autotrófico Hidropónico”, o SAH para los compas. Sé que suena a clase de química del cole, pero la idea es bastante tuanis. Imagínense una especie de "guardería" de alta tecnología para plantitas que nacen en un laboratorio (vitroplantas). El problema siempre ha sido sacarlas de ese ambiente súper controlado y pasarlas al mundo real sin que se mueran en el intento. Es un despiche logístico y un dolor de cabeza para los agricultores. Diay, aquí es donde entra la magia del SAH. Esta técnica, desarrollada y patentada por el INTA de Argentina, es como un campamento de entrenamiento intensivo que aclimata a las plantitas de forma masiva y eficiente. ¡Qué nivel de tecnología!
Y es que esto no salió de la nada. El año pasado, en una de esas reuniones de cerebritos del agro (la del PCCMCA, por si andan apuntando), la mesa que se encarga de raíces y tubérculos pegó el grito al cielo: "¡Maes, necesitamos un protocolo que sirva para aclimatar estas carajadas ya!". Y como buenos latinos que resuelven, el INTA de Costa Rica levantó la mano y, en un brete conjunto con sus homólogos argentinos, montaron este taller que promete estar a cachete. El evento va a tener lugar en dos sedes que son un carga en la materia: el Centro Experimental Carlos Durán en Cartago y el Centro de Innovación Los Diamantes en Guápiles. O sea, de la capital de la papa directo al corazón del Caribe.
Lo más chiva de todo es que esto no es un fiestón de dos. La lista de invitados parece un "quién es quién" del agro latinoamericano. Vienen delegaciones del CIAT de Colombia, de Guatemala, de Honduras, de Bolivia, de Panamá... ¡hasta el MEP y las universidades públicas de aquí se apuntaron! La técnica, mae, es un carga porque ha demostrado ser un éxito rotundo con la papa en Argentina, y la idea es que ahora todos estos países aprendan a usarla para que la calidad de la semilla en toda la región suba como la espuma. Es de esos proyectos de cooperación que de verdad dan gusto, donde no se guardan los secretos y más bien se comparten para que todos crezcamos.
Al final del día, ¿qué significa todo esto para nosotros, los que vamos a la feria el fin de semana? Bueno, el objetivo es clarísimo: fortalecer la producción para que haya más comida y de mejor calidad. Una semilla sana significa una planta más fuerte, que se enferma menos y que produce más. Esto se traduce en menos pérdidas para el agricultor y, con suerte, en más estabilidad para la seguridad alimentaria de un montón de comunidades. Como dijo el mero mero del INTA tico, Roberto Camacho, esto es para "garantizar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios". En buen tico: que no nos falte la yuca en la olla de carne ni el camotico en el almuerzo. Un aplauso para esta gente que le pone ciencia al campo.
Diay, gente, ¿qué opinan ustedes? ¿Creen que este tipo de brete en conjunto entre países es la clave para que el agro tico se ponga las pilas de una vez por todas? ¿O es pura hablada y al final no vamos a ver la papa más barata en la feria del agricultor?