¡Ay, Dios mío, qué movida la que se armó en la Asamblea! Resulta que un tipo, José Luis Liu Paniagua, alias "Byron", que anda metido en líos gordísimos por lavar plata, anduvo dando vueltas por los despachos de varios diputados. Y no cualquier tipazo, ¡diputados de todos los colores políticos! Esto ha levantado toda clase de alertas, y la bronca se puso más caliente de lo esperado.
Para ponerlos al tanto, Liu es un personaje curioso. Se vende como empresario de cáñamo, pero la Fiscalía lo tiene en la mira por un buen rato por legitimación de capitales – básicamente, blanquear dinero sucio. Lo más picante es que en el pasado, este mene estuvo relacionado con denuncias de financiamiento ilícito de campañas políticas, aunque hasta ahora, sin pruebas concretas que lo linchen directamente. Esto ya huele a changüeta, ¿verdad?
Las visitas a la Asamblea no son nada tranquilas. Fuentes confiables nos dicen que Liu, con su labia bien pulida, pasó tiempo con un diputado independiente, uno de Liberación Nacional (PLN), y hasta con un legislador del partido de Gobierno. Imagínense la escena: el tipo, con fama de andar metido en cosas turbias, charlando a solas con figuras poderosas. Da escalofríos, ¡qué pena!
Y no es que todo quede en rumores. Bitácoras de la Asamblea, esas que saben de todo, confirman que Liu estuvo platicando con el diputado Manuel Esteban Morales Díaz, del PPSD. El registro marca un par de horas de conversación en plena mañana. Morales, intentando restarle importancia al asunto, cuenta que el tipo lo contactó a través de Luis Diego Vargas, otro diputado involucrado en el pastizal, supuestamente para presentarle una inversión en cáñamo en Guanacaste. ¡Imagínense, cáñamo para salvar la patria!
Pero la cosa no termina ahí, amigos. Vargas también confirmó las reuniones, justificándolas con la necesidad de discutir proyectos relacionados con el cannabis. Él asegura que no tenía idea de las investigaciones que pesaban sobre Liu, algo que suena un poquito falso, ¿no les parece? Además, recordemos que ambos compartieron un tiempo en el PLP, haciendo la historia un poco más complicada y llena de tibieza. Otro diputaddo del PLN, Pedro Rojas, también admite haber recibido a Liu, alegando que era para hablar de agricultura. Todo esto se siente como un juego de gallinas, señores.
Y para rematar, resulta que Liu también estuvo involucrado en una actividad comunitaria en Tilarán, junto con la diputada Johanna Obando, en una reunión con líderes locales. Ahí se presentó como “representante comunal”, pero el Registro Civil revela un nombre diferente. Y para colmo, intercambiaron mensajes de WhatsApp sobre la posibilidad de participar en un foro sobre cáñamo, ¡como si nada estuviera pasando! ¡Qué chapuza! El TSE, para variar, lo registró como secretario suplente del PLP en Tilarán, pero nadie sabe de dónde sacó tanta influencia.
En fin, este caso es un verdadero mosaico de conexiones, intereses y posibles conflictos de interés. La Fiscalía ha solicitado la desestimación de algunas causas, pero la sombra de la corrupción planea sobre la Asamblea. Y mientras tanto, nosotros seguimos aquí, raspando información y tratando de desenredar este embrollo. Esto te deja pensando, ¿no creen? Ojalá la justicia haga lo correcto, pero la verdad es que estamos acostumbrados a ver cómo estas cositas se van al traste.
Ahora, díganme ustedes, ¿creen que estos diputados estaban simplemente escuchando propuestas de inversión o hay algo más oscuro detrás de estas visitas? ¿Debería haber mayores controles para evitar que personajes con antecedentes penales tengan acceso a espacios tan sensibles como la Asamblea Legislativa? ¡Desempolven sus teclados y déjenme leer sus opiniones en el foro!
Para ponerlos al tanto, Liu es un personaje curioso. Se vende como empresario de cáñamo, pero la Fiscalía lo tiene en la mira por un buen rato por legitimación de capitales – básicamente, blanquear dinero sucio. Lo más picante es que en el pasado, este mene estuvo relacionado con denuncias de financiamiento ilícito de campañas políticas, aunque hasta ahora, sin pruebas concretas que lo linchen directamente. Esto ya huele a changüeta, ¿verdad?
Las visitas a la Asamblea no son nada tranquilas. Fuentes confiables nos dicen que Liu, con su labia bien pulida, pasó tiempo con un diputado independiente, uno de Liberación Nacional (PLN), y hasta con un legislador del partido de Gobierno. Imagínense la escena: el tipo, con fama de andar metido en cosas turbias, charlando a solas con figuras poderosas. Da escalofríos, ¡qué pena!
Y no es que todo quede en rumores. Bitácoras de la Asamblea, esas que saben de todo, confirman que Liu estuvo platicando con el diputado Manuel Esteban Morales Díaz, del PPSD. El registro marca un par de horas de conversación en plena mañana. Morales, intentando restarle importancia al asunto, cuenta que el tipo lo contactó a través de Luis Diego Vargas, otro diputado involucrado en el pastizal, supuestamente para presentarle una inversión en cáñamo en Guanacaste. ¡Imagínense, cáñamo para salvar la patria!
Pero la cosa no termina ahí, amigos. Vargas también confirmó las reuniones, justificándolas con la necesidad de discutir proyectos relacionados con el cannabis. Él asegura que no tenía idea de las investigaciones que pesaban sobre Liu, algo que suena un poquito falso, ¿no les parece? Además, recordemos que ambos compartieron un tiempo en el PLP, haciendo la historia un poco más complicada y llena de tibieza. Otro diputaddo del PLN, Pedro Rojas, también admite haber recibido a Liu, alegando que era para hablar de agricultura. Todo esto se siente como un juego de gallinas, señores.
Y para rematar, resulta que Liu también estuvo involucrado en una actividad comunitaria en Tilarán, junto con la diputada Johanna Obando, en una reunión con líderes locales. Ahí se presentó como “representante comunal”, pero el Registro Civil revela un nombre diferente. Y para colmo, intercambiaron mensajes de WhatsApp sobre la posibilidad de participar en un foro sobre cáñamo, ¡como si nada estuviera pasando! ¡Qué chapuza! El TSE, para variar, lo registró como secretario suplente del PLP en Tilarán, pero nadie sabe de dónde sacó tanta influencia.
En fin, este caso es un verdadero mosaico de conexiones, intereses y posibles conflictos de interés. La Fiscalía ha solicitado la desestimación de algunas causas, pero la sombra de la corrupción planea sobre la Asamblea. Y mientras tanto, nosotros seguimos aquí, raspando información y tratando de desenredar este embrollo. Esto te deja pensando, ¿no creen? Ojalá la justicia haga lo correcto, pero la verdad es que estamos acostumbrados a ver cómo estas cositas se van al traste.
Ahora, díganme ustedes, ¿creen que estos diputados estaban simplemente escuchando propuestas de inversión o hay algo más oscuro detrás de estas visitas? ¿Debería haber mayores controles para evitar que personajes con antecedentes penales tengan acceso a espacios tan sensibles como la Asamblea Legislativa? ¡Desempolven sus teclados y déjenme leer sus opiniones en el foro!
