
Angus Maddison fue un economista que falleció recientmente. Se dedicó principalmente a recolectar información sobre el crecimiento económico y población para todos los países del mundo, desde hoy día, hasta la Antiguedad, aunque en este último caso, muchos de los datos son más que todo conjeturas.
Sin embargo, su investigación ha sido muy valiosa, en entender ciertos períodos históricos y estudiar el desempeño de crecimiento de los países a través del tiempo. Las cifras posteriores a la Segunda Guerra Mundial son muy confiables.
Los datos están disponibles acá,
Home Maddison (Ver bajo el encabezado Historical Statistics).
Es una Hoja excel, con cifras del Producto Interno Bruto (PIB), Población y PIB por habitante para casi todos los países del mundo. Las cifras del PIB están calculadas en dólares de un mismo año (1990), lo que permite una fácil agregación y comparación de cifras.
De ésto tomé los datos para Costa Rica, América Latina y una serie de países, para comparar el desempeño del país desde 1948, año de la fundación de la Segunda República y del enfoque más socialdemócrata que esto implicó.
Siendo que nuestro país no enfrentó grandes tragedias como una guerra, o convulsión política generalizada durante todo este período, y en ausencia de serios conflcitos internos, es notable el pobre desempeño durante las décadas posteriores a 1948. Incluso en el período "dorado" de las reformas de don Pepe, el PIB por habitante del país creció a una tasa anual de 2,7%, un poco por encima de América Latina. Pero estuvo muy por debajo del crecimiento que experimentaron economías como Japón, Corea, o Taiwan, países más pobres, con menos recursos y en varios casos, afectados por serios conflictos internos.
Para darse una idea de la diferencia, con un crecimiento anual del PIB por habitante de 2,4%, se tardan 26 años en duplicar el PIB por habitante de un país. Pero si se crece a 5%, esto sucede en 14 años solamente.
Mirando las siguientes décadas, el desempeño no es muy brillante tampoco. De 1980 a 2000, se incluye la "década perdida" de los ochenta, donde la crisi afectó fuertemente al país y la región. Costa rica logró crecer al menso más que el promedio de América Latina, pero aún por debajo de las eocnomías asiáticas, que tuvieron una crisis (aunque lograron recuperarse más rápidamente) a finales de los noventa. En la presente década, el desempeño del país ha mejorado, pero dista mucho de ser brillante. Con un crecimiento anual de 2,9% promedio, duplicar el PIB por habitante nos toma "solo" 24 años. Mientras que los países Asiáticos, con un crecimiento de 5,6% promeido, lo hacen en 13 años.
Este abismo en el desempeño económico del país con el resto del mundo se nota en la uinta y sexta columna del cuadro. Este muestra el PIB por habitante en dólares constantes, para 1948 y 2006. En 1948, el PIB por habitante de Costa Rica era el mayor de los países de lcuadro, incluso más alto que Japón (que por supuesto todavía se recuperaba de la guerra). Para 2006, Costa Rica está en el último puesto de los países, con el único consuelo siendo que ahora estamos por encima dle promedio de América Latina, que ha tenido un peor desempeño.
Lo que todo esto indica a mi parecer es que, por más meritoria que hayan sido las reformas llevadas a cabo por FIgueres y el PLN, la verdad es que muchas de ellas (la sustitución de importaciones por ejemplo) tuvieron altos costos en términos de eficiencia en la asignación de recursos, que evitaron que el país alcanzara un potencial de crecimiento mayor. No había nada pre'determinado para que sucediera lo que pasó: nuestro país ha disfrutado más de 60 años de paz ininterrumpida, en ausencia de serios conflictos bélicos. Estamos en una situación geográfica inigualable, y con una población bien educada y de buena salud.
Sin embargo, tenemos serios problemas de toma de decisiones y gestión de recursos. Decisiones se alargan o se evitan. No hay liderazgo. El sueño es tener un trabajito público o privado, y que de ahí no me quiten.
Mientras tanto, países que tuvieron problemas más serios y traumas mayores, partieron de una base más baja que nosotros y hoy día nos sobrepasan enormemente en indicadores económicos y sociales. Es hora de despertarse y darse cuenta de que la herencia ue tenemos, si bien valiosa, no es mucha. Y si se empeña en desgastarla, nadie en el resto del mundo se va a sentar allorar por nuestras desgracias.