Maes, agárrense porque la cosa se puso seria, nivel culebrón político en su temporada final. Lo que por meses parecía un “tal vez” o un “quién sabe”, acaba de dar un brinco de película. Este viernes, la comisión especial que estaba analizando si se le levantaba la inmunidad al presidente Rodrigo Chaves por el famoso caso Bulgarelli, soltó la bomba: con un 2 a 1, recomendaron que el presi vaya a enfrentar a la justicia como cualquier hijo de vecino. ¡Qué torta para Casa Presidencial! Esto ya dejó de ser un simple titular de periódico para convertirse en una posibilidad real que tiene a medio país comiéndose las uñas y al otro medio haciendo memes.
La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro, que fue una de las que votó a favor, no se anduvo por las ramas. Básicamente dijo que la vara no es puro show político ni una persecución. Según ella, tienen suficientes pruebas, tanto testimoniales como materiales, que apuntan a que aquí podría haber un delito de concusión bien fundamentado. Lo que Alfaro recalca, y es un punto clave, es que la inmunidad no es una capa de superhéroe para hacer lo que a uno le da la gana sin consecuencias. Es un escudo para proteger a los altos mandos de acusaciones políticas bananeras, no para blindarlos cuando la Fiscalía presenta un caso que, según la comisión, tiene pies y cabeza para seguir en tribunales.
Ahora, que nadie se equivoque, esto es apenas el primer round. La recomendación de la comisión no es la decisión final. La papa caliente ahora pasa al Plenario Legislativo, donde se necesita que 38 diputados levanten la mano (o aprieten el botón) para que la inmunidad se vaya al traste. Y aquí es donde la cosa se pone color de hormiga. Se viene una repartidera de leña política que ni les cuento. Las próximas dos semanas en Cuesta de Moras van a ser de negociaciones, presiones y discursos para la historia. Estamos hablando de algo que nunca, NUNCA, ha pasado en Costa Rica: un presidente en funciones perdiendo su fuero para enfrentar un proceso penal. Es un terreno completamente nuevo para nuestra democracia.
Para los que andan un poco perdidos, ¿de qué se trata todo este despiche? El cuento corto es que la Fiscalía acusa a Chaves y al ministro de Cultura de haber, supuestamente, “inducido” al empresario Christian Bulgarelli para que le diera un contrato de consultoría de $32.000 a Federico Cruz, alias “Choreco”, el asesor estrella y compa del presidente. La Fiscalía cree que ese brete era una fachada para ayudarle a Choreco a comprarse una casa. El delito, llamado concusión, es básicamente usar el puestazo para obligar o convencer a alguien de que suelte plata o un beneficio que no corresponde. Y no es un juego, porque las penas van de dos a ocho años de cárcel.
Más allá de si son pro-Chaves o anti-Chaves, la vara aquí es mucho más profunda. Lo que está en juego es el principio de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera el mae que se sienta en la silla más importante del país. Este caso va a ser una prueba de fuego para nuestras instituciones: para la Asamblea, para el Poder Judicial y para la Presidencia misma. Se viene un choque de trenes institucional y, sin importar el resultado, esto va a marcar un antes y un después en la política tica. Así que preparen las palomitas, porque este drama apenas comienza.
Diay, ¿qué creen ustedes? ¿Llegará la sangre al río y veremos por primera vez a un presi en el banquillo? ¿O es puro show político y al final los 38 votos no aparecen por ningún lado? ¡Abro el debate en el foro!
La diputada del Frente Amplio, Rocío Alfaro, que fue una de las que votó a favor, no se anduvo por las ramas. Básicamente dijo que la vara no es puro show político ni una persecución. Según ella, tienen suficientes pruebas, tanto testimoniales como materiales, que apuntan a que aquí podría haber un delito de concusión bien fundamentado. Lo que Alfaro recalca, y es un punto clave, es que la inmunidad no es una capa de superhéroe para hacer lo que a uno le da la gana sin consecuencias. Es un escudo para proteger a los altos mandos de acusaciones políticas bananeras, no para blindarlos cuando la Fiscalía presenta un caso que, según la comisión, tiene pies y cabeza para seguir en tribunales.
Ahora, que nadie se equivoque, esto es apenas el primer round. La recomendación de la comisión no es la decisión final. La papa caliente ahora pasa al Plenario Legislativo, donde se necesita que 38 diputados levanten la mano (o aprieten el botón) para que la inmunidad se vaya al traste. Y aquí es donde la cosa se pone color de hormiga. Se viene una repartidera de leña política que ni les cuento. Las próximas dos semanas en Cuesta de Moras van a ser de negociaciones, presiones y discursos para la historia. Estamos hablando de algo que nunca, NUNCA, ha pasado en Costa Rica: un presidente en funciones perdiendo su fuero para enfrentar un proceso penal. Es un terreno completamente nuevo para nuestra democracia.
Para los que andan un poco perdidos, ¿de qué se trata todo este despiche? El cuento corto es que la Fiscalía acusa a Chaves y al ministro de Cultura de haber, supuestamente, “inducido” al empresario Christian Bulgarelli para que le diera un contrato de consultoría de $32.000 a Federico Cruz, alias “Choreco”, el asesor estrella y compa del presidente. La Fiscalía cree que ese brete era una fachada para ayudarle a Choreco a comprarse una casa. El delito, llamado concusión, es básicamente usar el puestazo para obligar o convencer a alguien de que suelte plata o un beneficio que no corresponde. Y no es un juego, porque las penas van de dos a ocho años de cárcel.
Más allá de si son pro-Chaves o anti-Chaves, la vara aquí es mucho más profunda. Lo que está en juego es el principio de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera el mae que se sienta en la silla más importante del país. Este caso va a ser una prueba de fuego para nuestras instituciones: para la Asamblea, para el Poder Judicial y para la Presidencia misma. Se viene un choque de trenes institucional y, sin importar el resultado, esto va a marcar un antes y un después en la política tica. Así que preparen las palomitas, porque este drama apenas comienza.
Diay, ¿qué creen ustedes? ¿Llegará la sangre al río y veremos por primera vez a un presi en el banquillo? ¿O es puro show político y al final los 38 votos no aparecen por ningún lado? ¡Abro el debate en el foro!