Diay maes, ¿cómo va todo? Aquí les traigo el reporte del tiempo para que después no digan que nadie les avisó. Parece que la onda tropical n.º 27, la que nos tuvo con el cielo gris el lunes, nos dejó una pequeña "resaca" de inestabilidad. ¿Qué significa eso en buen tico? Que este martes nos toca, otra vez, el clásico combo de sol mañanero para ilusionarnos y el baldazo de la tarde para arruinarnos la salida del brete. La historia de nuestras vidas, ¿verdad?
Vamos por partes, para que se organicen bien. La vara con la mañana es que va a estar bastante pasable, sobre todo si andan por el Pacífico o aquí en la GAM. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) dice que vamos a tener un cielo "parcialmente nublado". Ojo con esa frase, que es la trampa clásica. Es el típico solcito mentiroso que te hace pensar: "¡Upa, qué buen día para lavar ropa!". No caigan, es una emboscada. Salgan de la casa con sombrilla y suéter, aunque a las 8 a.m. el sol esté pegando rico, porque la tarde promete ponerse interesante y a nadie le gusta andar con las medias mojadas todo el día en la oficina.
Ahora sí, a lo que vinimos: el plato fuerte de la tarde. Prepárense porque se vienen los aguaceros con tormenta eléctrica. El pronóstico es claro: el agua va a caer con ganas en toda la costa del Pacífico, en el oeste del Valle Central (o sea, nosotros, los de siempre) y en las montañas de la Zona Norte. Es el guion de siempre: justo cuando uno está pensando en salir del brete, tipo 3 o 4 de la tarde, el cielo se pone negro y empieza el show. ¡Qué sal si a uno lo agarra en media calle o esperando el bus! Así que ya saben, si tienen que hacer un mandado importante, o lo hacen tempranito o mejor lo dejan para mañana, porque las presas que se van a armar van a estar de campeonato.
Para los suertudos que andan por el Caribe, el panorama es otro. Allá la cosa está más tranquila y la probabilidad de lluvia se queda más que todo en las zonas montañosas. ¡Quién pudiera! Así que si están por Limón o Puerto Viejo, disfruten esa paz. Mientras tanto, por el resto del país, la recomendación es la de siempre: manejen con cuidado porque las calles se ponen como una pista de jabón, no se la jueguen cruzando ríos crecidos y tengan a mano el chunche ese que a todos se nos olvida: la bendita sombrilla. Más vale prevenir que llegar a la casa hecho una sopa.
En fin, ese es el reporte. Un martes típico de nuestra época lluviosa, sin grandes sorpresas pero con los mismos cuidados de siempre. Al final, ya estamos acostumbrados, pero no está de más recordarlo para que el agua no nos agarre con los pantalones abajo. La clave es no confiarse del sol mañanero y tener un plan B por si la lluvia decide ponerse intensa justo cuando uno más necesita salir. Cuidémonos en carretera y tengamos paciencia, que es lo que más se necesita cuando empieza a llover en este país.
Y ahora, la pregunta para el foro: ¿cuál es el peor baldazo que se han comido saliendo del brete o la U? ¿Tienen alguna anécdota o un tip maestro para sobrevivir a la tarde lluviosa sin perder la cordura en las presas? ¡Cuenten sus historias a ver si nos reímos un rato!
Vamos por partes, para que se organicen bien. La vara con la mañana es que va a estar bastante pasable, sobre todo si andan por el Pacífico o aquí en la GAM. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) dice que vamos a tener un cielo "parcialmente nublado". Ojo con esa frase, que es la trampa clásica. Es el típico solcito mentiroso que te hace pensar: "¡Upa, qué buen día para lavar ropa!". No caigan, es una emboscada. Salgan de la casa con sombrilla y suéter, aunque a las 8 a.m. el sol esté pegando rico, porque la tarde promete ponerse interesante y a nadie le gusta andar con las medias mojadas todo el día en la oficina.
Ahora sí, a lo que vinimos: el plato fuerte de la tarde. Prepárense porque se vienen los aguaceros con tormenta eléctrica. El pronóstico es claro: el agua va a caer con ganas en toda la costa del Pacífico, en el oeste del Valle Central (o sea, nosotros, los de siempre) y en las montañas de la Zona Norte. Es el guion de siempre: justo cuando uno está pensando en salir del brete, tipo 3 o 4 de la tarde, el cielo se pone negro y empieza el show. ¡Qué sal si a uno lo agarra en media calle o esperando el bus! Así que ya saben, si tienen que hacer un mandado importante, o lo hacen tempranito o mejor lo dejan para mañana, porque las presas que se van a armar van a estar de campeonato.
Para los suertudos que andan por el Caribe, el panorama es otro. Allá la cosa está más tranquila y la probabilidad de lluvia se queda más que todo en las zonas montañosas. ¡Quién pudiera! Así que si están por Limón o Puerto Viejo, disfruten esa paz. Mientras tanto, por el resto del país, la recomendación es la de siempre: manejen con cuidado porque las calles se ponen como una pista de jabón, no se la jueguen cruzando ríos crecidos y tengan a mano el chunche ese que a todos se nos olvida: la bendita sombrilla. Más vale prevenir que llegar a la casa hecho una sopa.
En fin, ese es el reporte. Un martes típico de nuestra época lluviosa, sin grandes sorpresas pero con los mismos cuidados de siempre. Al final, ya estamos acostumbrados, pero no está de más recordarlo para que el agua no nos agarre con los pantalones abajo. La clave es no confiarse del sol mañanero y tener un plan B por si la lluvia decide ponerse intensa justo cuando uno más necesita salir. Cuidémonos en carretera y tengamos paciencia, que es lo que más se necesita cuando empieza a llover en este país.
Y ahora, la pregunta para el foro: ¿cuál es el peor baldazo que se han comido saliendo del brete o la U? ¿Tienen alguna anécdota o un tip maestro para sobrevivir a la tarde lluviosa sin perder la cordura en las presas? ¡Cuenten sus historias a ver si nos reímos un rato!
