Maes, agarren paraguas, capa y si me apuran, hasta el bote inflable, porque el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) acaba de soltar un aviso que suena a que el cielo se nos va a caer encima. La protagonista de este drama es la bendita Onda Tropical #28, que parece que viene con ganas de dejar su marca. Y diay, viendo los números y las advertencias que están tirando los expertos, todo apunta a que se va a armar un despiche de los buenos, especialmente para la tarde y noche de este domingo. Así que si tenían planes de un asado o de salir a pasear al perro, mejor vayan pensando en un plan B que involucre techo y paredes bien firmes.
La vara es que no se trata solo de la onda tropical llegando a hacernos la vida de cuadritos. Según el IMN, esto es como un coctel perfecto para el caos: se junta la onda esta, la famosísima Zona de Convergencia Intertropical que parece que nos tiene de hijos, el calentamiento del día que pone todo bien húmedo y, para rematar, las brisas marinas empujando todo para adentro. La combinación de todos estos factores está creando un ambiente súper inestable que es, básicamente, una fábrica de tormentas eléctricas y aguaceros torrenciales. Ya en varias partes del país se están reportando aguaceros de esos que suenan como si estuvieran tirando piedras al techo, así que esto no es un cuento para asustar.
Y para que vean que la cosa va en serio, aquí les tiro unos datos que ya se están manejando desde la mañana. En el Pacífico Norte, los compas de Nosara ya reportan 80 mm de agua, ¡una barbaridad! Y en Hojancha van por 55 mm. En el Pacífico Central y Sur la historia no es muy diferente, con zonas como Tarrazú y Golfito que ya andan por los 55 mm. Aquí en el Valle Central, que a veces nos la pelamos, Ciudad Colón ya lleva 40 mm, suficiente para que las alcantarillas empiecen a colapsar y las calles parezcan lagunas. Y ni hablemos de la Zona Norte y el Caribe, donde Sarapiquí y la Ruta 32 andan entre 40 y 75 mm. O sea, el país entero está bajo agua.
Lo más complicado es que esto no para aquí. El pronóstico para lo que queda de la tarde y las primeras horas de la noche es que la fiesta de agua va a continuar y con más intensidad. Se esperan acumulados de hasta 70 mm en el Pacífico Norte y 60 mm en el Central y Sur. Para los compas de la Zona Norte y el Caribe, ¡qué sal! Porque los suelos por allá ya están hasta el queque de agua, y les podrían caer hasta 75 mm más. Esto significa que el riesgo de inundaciones y deslizamientos, especialmente en el Pacífico Sur y las montañas de la Zona Norte, está por las nubes. Y por si fuera poco, ojo con las ráfagas de viento, que podrían alcanzar hasta 80 km/h y hacer que salga volando cualquier chunche mal puesto.
En resumen: la recomendación es directa y sin rodeos. Si usted vive en una zona propensa a inundaciones, tenga un plan. Si su casa está cerca de un río o una quebrada, esté con cuatro ojos. Si empieza una tormenta eléctrica de las bravas, busque refugio y aléjese de árboles y tendido eléctrico. No es por ser agüizotar, pero es de esos días en que es mejor pecar de precavido que de valiente. La prudencia es la mejor amiga del tico cuando el cielo decide abrir las compuertas. Así que a cuidarse y a tener paciencia, que parece que la noche viene movidita.
Ahora les pregunto a ustedes, foreros: ¿Cómo está el panorama por sus barrios? ¿Ya sacaron el coffee y el gallito para ver llover desde la ventana o ya están con el agua amenazando la entrada? ¡Reporten sintonía y cuídense un montón!
La vara es que no se trata solo de la onda tropical llegando a hacernos la vida de cuadritos. Según el IMN, esto es como un coctel perfecto para el caos: se junta la onda esta, la famosísima Zona de Convergencia Intertropical que parece que nos tiene de hijos, el calentamiento del día que pone todo bien húmedo y, para rematar, las brisas marinas empujando todo para adentro. La combinación de todos estos factores está creando un ambiente súper inestable que es, básicamente, una fábrica de tormentas eléctricas y aguaceros torrenciales. Ya en varias partes del país se están reportando aguaceros de esos que suenan como si estuvieran tirando piedras al techo, así que esto no es un cuento para asustar.
Y para que vean que la cosa va en serio, aquí les tiro unos datos que ya se están manejando desde la mañana. En el Pacífico Norte, los compas de Nosara ya reportan 80 mm de agua, ¡una barbaridad! Y en Hojancha van por 55 mm. En el Pacífico Central y Sur la historia no es muy diferente, con zonas como Tarrazú y Golfito que ya andan por los 55 mm. Aquí en el Valle Central, que a veces nos la pelamos, Ciudad Colón ya lleva 40 mm, suficiente para que las alcantarillas empiecen a colapsar y las calles parezcan lagunas. Y ni hablemos de la Zona Norte y el Caribe, donde Sarapiquí y la Ruta 32 andan entre 40 y 75 mm. O sea, el país entero está bajo agua.
Lo más complicado es que esto no para aquí. El pronóstico para lo que queda de la tarde y las primeras horas de la noche es que la fiesta de agua va a continuar y con más intensidad. Se esperan acumulados de hasta 70 mm en el Pacífico Norte y 60 mm en el Central y Sur. Para los compas de la Zona Norte y el Caribe, ¡qué sal! Porque los suelos por allá ya están hasta el queque de agua, y les podrían caer hasta 75 mm más. Esto significa que el riesgo de inundaciones y deslizamientos, especialmente en el Pacífico Sur y las montañas de la Zona Norte, está por las nubes. Y por si fuera poco, ojo con las ráfagas de viento, que podrían alcanzar hasta 80 km/h y hacer que salga volando cualquier chunche mal puesto.
En resumen: la recomendación es directa y sin rodeos. Si usted vive en una zona propensa a inundaciones, tenga un plan. Si su casa está cerca de un río o una quebrada, esté con cuatro ojos. Si empieza una tormenta eléctrica de las bravas, busque refugio y aléjese de árboles y tendido eléctrico. No es por ser agüizotar, pero es de esos días en que es mejor pecar de precavido que de valiente. La prudencia es la mejor amiga del tico cuando el cielo decide abrir las compuertas. Así que a cuidarse y a tener paciencia, que parece que la noche viene movidita.
Ahora les pregunto a ustedes, foreros: ¿Cómo está el panorama por sus barrios? ¿Ya sacaron el coffee y el gallito para ver llover desde la ventana o ya están con el agua amenazando la entrada? ¡Reporten sintonía y cuídense un montón!