Diay, maes, mientras uno anda viendo cómo sobrevive a la quincena o qué serie nueva se pone a ver, hay un montón de güilas en este país que, literalmente, están construyendo el futuro. Y no, no es hablada. Este fin de semana, en el IICA allá en Coronado, se celebró la XV Olimpiada Nacional de Robótica y, déjenme decirles, el nivel que se manejó fue una cosa de locos. La consigna era clara: pensar en “El Futuro de los Robots”. Básicamente, imaginar y crear los chunches que nos van a hacer la vida más fácil (o más interesante) en unos años.
¡Y qué chiva verlos en acción! No crean que esto es solo jugar con piecitas. La vara era seria. Los equipos tenían que diseñar, construir y programar robots que pudieran solucionar problemas reales. Desde tareas domésticas hasta procesos industriales complejos, la creatividad estaba a tope. Esto es más que un simple torneo; es la prueba de que el talento en ciencia y tecnología en Costa Rica está hirviendo. Y el premio gordo, claro, no era solo una medalla bonita: los ganadores de cada categoría se ganaron el tiquete para representar a Tiquicia en la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO) que será en Singapur en noviembre. ¡Casi nada!
Ahora, apúntense estos nombres porque fijo vamos a oír de ellos en el futuro. Los equipos que van a poner la bandera de Costa Rica en alto son pura crema y nata. En la categoría Future Innovators, los equipos Pollibots, Team Rosario Junior y Sprout se llevaron el oro. En RoboMission, los que se mandaron fueron los equipos Discovery y Plantoms, ambos de la Muni de Cartago. ¡Qué carga el coach Andrés Carvajal, que se llevó a dos de sus equipos para el mundial! Y para cerrar con broche de oro, en RoboMission Senior el equipo Gear Heads demostró un nivel increíble, y en RoboSports, el equipo Kronos se llevó los aplausos. ¡Felicidades a todos, de verdad!
Es que aquí es donde uno se da cuenta de la importancia de toda esta vara del STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). No se trata solo de que los güilas armen un chunche que se mueva. Se trata de enseñarles a pensar, a resolver problemas en equipo, a no frustrarse cuando el código no compila y a tener la disciplina para sacar un proyecto adelante. Esas son las habilidades que de verdad importan, las que les van a servir para cualquier brete o proyecto que se propongan en la vida. Ver a estos equipos, con sus entrenadores y familias apoyando, es un recordatorio de que cuando se invierte en educación y se le da espacio a la creatividad, los resultados quedan a cachete.
Así que, mientras estos jóvenes genios alistan maletas y perfeccionan sus creaciones para romperla en Singapur, a nosotros nos queda aplaudir y sentirnos increíblemente orgullosos. Este es el tipo de noticia que le alegra a uno el día y le da esperanza. Son la prueba viviente de que en Costa Rica hay talento de sobra y que, con el apoyo correcto, podemos competir al más alto nivel en cualquier campo. ¡Toda la suerte del mundo para ellos! Vayan y demuestren de qué estamos hechos.
Ahora en serio, maes, si pudieran programar un robot para que les quite un brete de encima para siempre, ¿cuál sería? ¡Cuenten!
¡Y qué chiva verlos en acción! No crean que esto es solo jugar con piecitas. La vara era seria. Los equipos tenían que diseñar, construir y programar robots que pudieran solucionar problemas reales. Desde tareas domésticas hasta procesos industriales complejos, la creatividad estaba a tope. Esto es más que un simple torneo; es la prueba de que el talento en ciencia y tecnología en Costa Rica está hirviendo. Y el premio gordo, claro, no era solo una medalla bonita: los ganadores de cada categoría se ganaron el tiquete para representar a Tiquicia en la Olimpiada Mundial de Robótica (WRO) que será en Singapur en noviembre. ¡Casi nada!
Ahora, apúntense estos nombres porque fijo vamos a oír de ellos en el futuro. Los equipos que van a poner la bandera de Costa Rica en alto son pura crema y nata. En la categoría Future Innovators, los equipos Pollibots, Team Rosario Junior y Sprout se llevaron el oro. En RoboMission, los que se mandaron fueron los equipos Discovery y Plantoms, ambos de la Muni de Cartago. ¡Qué carga el coach Andrés Carvajal, que se llevó a dos de sus equipos para el mundial! Y para cerrar con broche de oro, en RoboMission Senior el equipo Gear Heads demostró un nivel increíble, y en RoboSports, el equipo Kronos se llevó los aplausos. ¡Felicidades a todos, de verdad!
Es que aquí es donde uno se da cuenta de la importancia de toda esta vara del STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas). No se trata solo de que los güilas armen un chunche que se mueva. Se trata de enseñarles a pensar, a resolver problemas en equipo, a no frustrarse cuando el código no compila y a tener la disciplina para sacar un proyecto adelante. Esas son las habilidades que de verdad importan, las que les van a servir para cualquier brete o proyecto que se propongan en la vida. Ver a estos equipos, con sus entrenadores y familias apoyando, es un recordatorio de que cuando se invierte en educación y se le da espacio a la creatividad, los resultados quedan a cachete.
Así que, mientras estos jóvenes genios alistan maletas y perfeccionan sus creaciones para romperla en Singapur, a nosotros nos queda aplaudir y sentirnos increíblemente orgullosos. Este es el tipo de noticia que le alegra a uno el día y le da esperanza. Son la prueba viviente de que en Costa Rica hay talento de sobra y que, con el apoyo correcto, podemos competir al más alto nivel en cualquier campo. ¡Toda la suerte del mundo para ellos! Vayan y demuestren de qué estamos hechos.
Ahora en serio, maes, si pudieran programar un robot para que les quite un brete de encima para siempre, ¿cuál sería? ¡Cuenten!