Yo soy "pandereta", entiéndase ex-católico tradicionalista que pasó a ser protestante (¡aunque hace años no me congrego!). Por ahí alguien mencionó la "madurez espiritual" y esto tiene todo que ver con esas actitudes que se toman al ser recién convertido, sean buenas o no.
Cuando nacimos de nuestras madres, no sabíamos absolutamente nada. Tuvimos que aprender a hablar, a caminar, a comer, a valernos por nosotros mismos, y en el proceso cometimos toda clase de errores y equivocaciones. Es algo natural y a todos nos pasó. El "nacer de nuevo" como se le conoce a la conversión es exactamente lo mismo pero en un plano espiritual.
Cuando uno comienza a caminar en esta fe renovada uno es como un bebé que está aprendiendo todo de nuevo, y es lógico que se cometan errores. Es un comenzar de cero donde todo lo que se había aprendido a lo largo de la vida se empieza a ver con nuevos ojos y se requiere de tiempo y madurez para encontrar el balance, por eso para mí es perfectamente lógico y normal que los recién convertidos lleguen a experimentar estos cambios tan radicales. Yo mismo los viví.
A mí me tomó varios años alcanzar esa madurez espiritual en la que uno comprende que no todo es malo o pecado, pero de igual forma no todo es conveniente. Como cualquier persona en el mundo uno tiene que tomar decisiones que marcan la vida que queremos vivir. Por decir un ejemplo, si yo era alcohólico lo más lógico es que deje de frecuentar personas y lugares que me pueden llevar a una recaída. Esa es la razón por la que la mayoría de cristianos protestantes dejan amigos y costumbres al convertirse, pero no porque se crean mejores que los demás. Puede que haya personas que sí se crean mejores que los demás, pero son la excepción y no la regla. Lo sé con conocimiento de causa.
El ejemplo de la silla que dió un compa por ahí ha sido mal interpretado. Lo que se quiere decir es que es más fácil para un cristiano caer de nuevo en lo que le hace daño personalmente, que un no cristiano decida adoptar la fe de la otra persona. Hagan la prueba: suban a una silla y pidanle a un amigo que los hale y ustedes traten de subirlo. Por pura física es más probable que ustedes se caigan a que suban a su amigo donde ustedes están, jejeje...
Al menos yo no tengo problema en tomarme una birra en un bar porque el alcohol nunca fue una debilidad para mí, pero hay otras cosas o situaciones que evito porque sé que me podrían afectar. Es puro sentido común.
La idea de toda esta hablada es que aquellos que tienen a un amigo en una situación parecida puedan entenderlos al menos un poco y no se precipiten a emitir juicios. No es nada fácil hacer esa transición, y uno realmente valora que los amigos de verdad estén ahí para uno aunque no compartan la fe y las decisiones personales que uno toma...
Saludos!
Cuando nacimos de nuestras madres, no sabíamos absolutamente nada. Tuvimos que aprender a hablar, a caminar, a comer, a valernos por nosotros mismos, y en el proceso cometimos toda clase de errores y equivocaciones. Es algo natural y a todos nos pasó. El "nacer de nuevo" como se le conoce a la conversión es exactamente lo mismo pero en un plano espiritual.
Cuando uno comienza a caminar en esta fe renovada uno es como un bebé que está aprendiendo todo de nuevo, y es lógico que se cometan errores. Es un comenzar de cero donde todo lo que se había aprendido a lo largo de la vida se empieza a ver con nuevos ojos y se requiere de tiempo y madurez para encontrar el balance, por eso para mí es perfectamente lógico y normal que los recién convertidos lleguen a experimentar estos cambios tan radicales. Yo mismo los viví.
A mí me tomó varios años alcanzar esa madurez espiritual en la que uno comprende que no todo es malo o pecado, pero de igual forma no todo es conveniente. Como cualquier persona en el mundo uno tiene que tomar decisiones que marcan la vida que queremos vivir. Por decir un ejemplo, si yo era alcohólico lo más lógico es que deje de frecuentar personas y lugares que me pueden llevar a una recaída. Esa es la razón por la que la mayoría de cristianos protestantes dejan amigos y costumbres al convertirse, pero no porque se crean mejores que los demás. Puede que haya personas que sí se crean mejores que los demás, pero son la excepción y no la regla. Lo sé con conocimiento de causa.
El ejemplo de la silla que dió un compa por ahí ha sido mal interpretado. Lo que se quiere decir es que es más fácil para un cristiano caer de nuevo en lo que le hace daño personalmente, que un no cristiano decida adoptar la fe de la otra persona. Hagan la prueba: suban a una silla y pidanle a un amigo que los hale y ustedes traten de subirlo. Por pura física es más probable que ustedes se caigan a que suban a su amigo donde ustedes están, jejeje...
Al menos yo no tengo problema en tomarme una birra en un bar porque el alcohol nunca fue una debilidad para mí, pero hay otras cosas o situaciones que evito porque sé que me podrían afectar. Es puro sentido común.
La idea de toda esta hablada es que aquellos que tienen a un amigo en una situación parecida puedan entenderlos al menos un poco y no se precipiten a emitir juicios. No es nada fácil hacer esa transición, y uno realmente valora que los amigos de verdad estén ahí para uno aunque no compartan la fe y las decisiones personales que uno toma...
Saludos!