¡Diay, mae! 16 de septiembre de 2025. Poco más de un año nos separa de las próximas elecciones legislativas y el PLN ya tiene su vara clara: Álvaro Ramírez, el economista con una sonrisa que podría iluminar San José durante un apagón, encabezará la papeleta de diputados para la provincia capitalina. Acabáramos.
¿Y qué nos sienta a decir ese Julián Ávila Ramírez? Pues que la democracia puede funcionar si la Asamblea Legislativa se pone las pilas y se centra en resolver problemas, ¡no en sacarse la piedra! Y claro, para eso necesitan un bloque sólido, un Armando (es decir, moviendo las varas correctas), capaz de generar cambios concretos que nos beneficien a todos.
Nosotros, como cambiadores de pañales caseros, pensábamos que el parlamentarismo era solo para países que no tienen un fútbol decente, pero ¡nooo! Según Ramírez, lo que ha habido en los últimos cuatro años son gritos, amenazas y malacrianzas. O sea, lo de siempre, pero con menos pachuco y más roupón. Lo que ellos quieren es cambiar esa manera de hacer política y enfocarse en ese diálogo necesario para encontrar soluciones a los problemas del país.
Ramírez describió su fracción como un grupo “joven y fresco”, con poca experiencia legislativa, pero con vocación de diálogo y construcción de consensos. O sea, ¡una vara top! Aunque, diay, ¿cuánta experiencia necesita uno para saber que gritar y amenazar no es la solución? ¡Idiay!
El economista dijo que veremos cómo se armarán las otras fracciones y cuál será la fuerza relativa de cada una, pero para ellos, es esencial construir alianzas en la Asamblea Legislativa. O sea, no vamos a andarnos con jaladas y vamos a trabajar juntos, como cuando armamos el domino con la familia en Navidad.
Dicen que con este bloque, Liberación Nacional podrá impulsar soluciones reales, priorizando el diálogo, la propuesta y la eficacia legislativa sobre las confrontaciones políticas. ¡Qué chiva! Ramírez asegura que tienen a un gran líder al frente, que es el candidato presidencial, y con él van a trabajar en cómo conformar el equipo legislativo. O sea, que la meta de los 22 diputados es parte de un plan estratégico para fortalecer la presencia del PLN en el Congreso.
Y bueno, si algo tiene el PLN es que siempre ha sabido manejar bien sus cartas. Aunque claro, si no ponen el pecho y se sacan la torta, vamos a estar igual que siempre. Pero ¡diay! Ojalá que esta vez sí sea la buena y podamos ver un Congreso que funcione como debe ser. Vamos, ¡a echar esa carga y dejar el andarreo!
Y ustedes, compas, ¿creen que el PLN logrará su meta de 22 diputados y transformará la dinámica del Congreso? ¿O se quedarán en puro pachuco y palabrería? ¡Dejen su comentario!
¿Y qué nos sienta a decir ese Julián Ávila Ramírez? Pues que la democracia puede funcionar si la Asamblea Legislativa se pone las pilas y se centra en resolver problemas, ¡no en sacarse la piedra! Y claro, para eso necesitan un bloque sólido, un Armando (es decir, moviendo las varas correctas), capaz de generar cambios concretos que nos beneficien a todos.
Nosotros, como cambiadores de pañales caseros, pensábamos que el parlamentarismo era solo para países que no tienen un fútbol decente, pero ¡nooo! Según Ramírez, lo que ha habido en los últimos cuatro años son gritos, amenazas y malacrianzas. O sea, lo de siempre, pero con menos pachuco y más roupón. Lo que ellos quieren es cambiar esa manera de hacer política y enfocarse en ese diálogo necesario para encontrar soluciones a los problemas del país.
Ramírez describió su fracción como un grupo “joven y fresco”, con poca experiencia legislativa, pero con vocación de diálogo y construcción de consensos. O sea, ¡una vara top! Aunque, diay, ¿cuánta experiencia necesita uno para saber que gritar y amenazar no es la solución? ¡Idiay!
El economista dijo que veremos cómo se armarán las otras fracciones y cuál será la fuerza relativa de cada una, pero para ellos, es esencial construir alianzas en la Asamblea Legislativa. O sea, no vamos a andarnos con jaladas y vamos a trabajar juntos, como cuando armamos el domino con la familia en Navidad.
Dicen que con este bloque, Liberación Nacional podrá impulsar soluciones reales, priorizando el diálogo, la propuesta y la eficacia legislativa sobre las confrontaciones políticas. ¡Qué chiva! Ramírez asegura que tienen a un gran líder al frente, que es el candidato presidencial, y con él van a trabajar en cómo conformar el equipo legislativo. O sea, que la meta de los 22 diputados es parte de un plan estratégico para fortalecer la presencia del PLN en el Congreso.
Y bueno, si algo tiene el PLN es que siempre ha sabido manejar bien sus cartas. Aunque claro, si no ponen el pecho y se sacan la torta, vamos a estar igual que siempre. Pero ¡diay! Ojalá que esta vez sí sea la buena y podamos ver un Congreso que funcione como debe ser. Vamos, ¡a echar esa carga y dejar el andarreo!
Y ustedes, compas, ¿creen que el PLN logrará su meta de 22 diputados y transformará la dinámica del Congreso? ¿O se quedarán en puro pachuco y palabrería? ¡Dejen su comentario!