Diay, maes, si ustedes pensaban que la política en Cuesta de Moras no se podía poner más fragmentada, mejor siéntense. Se armó el despiche en la casa socialcristiana y todo apunta a que Leslye Bojorges está con un pie afuera de la fracción del PUSC. Si la vara se concreta, se convertiría en el ¡octavo! diputado independiente de esta Asamblea Legislativa. O sea, estamos a punto de tener casi dos fracciones completas de puros electrones libres, cada uno jalando para su lado. Esto ya no es un plenario, parece más bien el casting para un reality show de supervivencia política.
¿Y cuál fue la gota que derramó el vaso? Pues parece que el candidato presidencial del PUSC, Juan Carlos Hidalgo, decidió que no se iba a jalar la torta del llamado "Caso Richter". Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Hidalgo le mandó un mensaje clarísimo a su fracción: o Bojorges se va, o se va. No quiere que esa sombra le salpique la campaña, y la verdad, es una jugada política de manual. La fracción, en un acto de "alineamiento estratégico" (léase: sálvese quien pueda), le hizo caso. Alejandro Pacheco, el jefe de fracción, salió a decir, con cara de funeral, que sí, que respaldan a su candidato y que le piden "amablemente" a Bojorges que agarre sus chunches y se declare independiente.
Ahora, ¿qué significa esto para Bojorges en el día a día del brete? ¡Pues que se le pone feo el panorama! Ser independiente suena muy romántico, como un llanero solitario luchando por el pueblo, pero en la práctica es quedarse sin músculo político. Se le reduce la cantidad de asesores, el tiempo para hablar en el plenario se va al mínimo y hasta el espacio en la oficina se le puede encoger. Es, básicamente, perder todas las prerrogativas que te da pertenecer a un grupo. Bojorges, por ahora, se hace el que no oye y sigue sentado en su curul con la bandera rojiazul, pero la presión es máxima. Después de una encerrona con sus (ex)compañeros, la decisión parece inminente.
Pero lo más tuanis de analizar aquí no es solo el caso de Bojorges, sino el fenómeno completo. ¡Qué sal la que estamos viviendo! Ya son siete los diputados que le dijeron "adiós" al partido que los llevó al poder. Tenemos a una disidente del PPSD, una de Nueva República, ¡cuatro! que se salieron del PLP y hasta uno del PLN. El Congreso se está convirtiendo en un archipiélago de intereses personales donde negociar cualquier ley va a ser una odisea. Cada voto independiente es una negociación aparte, un mundo de posibilidades y, seamos honestos, un dolor de cabeza para cualquier gobierno que intente pasar un proyecto importante. El plan de país se va al traste cuando tenés que convencer a casi una decena de "yo-con-yo".
La pregunta que queda en el aire es si esta atomización es un síntoma de partidos políticos débiles y sin identidad, o si es una nueva forma de hacer política donde las lealtades son más fluidas. Bojorges todavía no ha dado su última palabra, pero su posible salto al "lado independiente" solo confirma la tendencia. Al final del día, esto nos afecta a todos, porque un Congreso tan dividido es un Congreso menos eficiente. Así que bueno, abro el foro para el debate, maes: ¿Ustedes qué piensan? ¿Este montón de independientes es un reflejo de una democracia más pura donde cada diputado responde a su conciencia, o es simplemente el inicio de un caos ingobernable que nos va a pasar una factura carísima a todos?
¿Y cuál fue la gota que derramó el vaso? Pues parece que el candidato presidencial del PUSC, Juan Carlos Hidalgo, decidió que no se iba a jalar la torta del llamado "Caso Richter". Con las elecciones a la vuelta de la esquina, Hidalgo le mandó un mensaje clarísimo a su fracción: o Bojorges se va, o se va. No quiere que esa sombra le salpique la campaña, y la verdad, es una jugada política de manual. La fracción, en un acto de "alineamiento estratégico" (léase: sálvese quien pueda), le hizo caso. Alejandro Pacheco, el jefe de fracción, salió a decir, con cara de funeral, que sí, que respaldan a su candidato y que le piden "amablemente" a Bojorges que agarre sus chunches y se declare independiente.
Ahora, ¿qué significa esto para Bojorges en el día a día del brete? ¡Pues que se le pone feo el panorama! Ser independiente suena muy romántico, como un llanero solitario luchando por el pueblo, pero en la práctica es quedarse sin músculo político. Se le reduce la cantidad de asesores, el tiempo para hablar en el plenario se va al mínimo y hasta el espacio en la oficina se le puede encoger. Es, básicamente, perder todas las prerrogativas que te da pertenecer a un grupo. Bojorges, por ahora, se hace el que no oye y sigue sentado en su curul con la bandera rojiazul, pero la presión es máxima. Después de una encerrona con sus (ex)compañeros, la decisión parece inminente.
Pero lo más tuanis de analizar aquí no es solo el caso de Bojorges, sino el fenómeno completo. ¡Qué sal la que estamos viviendo! Ya son siete los diputados que le dijeron "adiós" al partido que los llevó al poder. Tenemos a una disidente del PPSD, una de Nueva República, ¡cuatro! que se salieron del PLP y hasta uno del PLN. El Congreso se está convirtiendo en un archipiélago de intereses personales donde negociar cualquier ley va a ser una odisea. Cada voto independiente es una negociación aparte, un mundo de posibilidades y, seamos honestos, un dolor de cabeza para cualquier gobierno que intente pasar un proyecto importante. El plan de país se va al traste cuando tenés que convencer a casi una decena de "yo-con-yo".
La pregunta que queda en el aire es si esta atomización es un síntoma de partidos políticos débiles y sin identidad, o si es una nueva forma de hacer política donde las lealtades son más fluidas. Bojorges todavía no ha dado su última palabra, pero su posible salto al "lado independiente" solo confirma la tendencia. Al final del día, esto nos afecta a todos, porque un Congreso tan dividido es un Congreso menos eficiente. Así que bueno, abro el foro para el debate, maes: ¿Ustedes qué piensan? ¿Este montón de independientes es un reflejo de una democracia más pura donde cada diputado responde a su conciencia, o es simplemente el inicio de un caos ingobernable que nos va a pasar una factura carísima a todos?
