Bueno, maes, siéntense que el chisme político está bueno. Resulta que el PAC, o lo que queda de él, acaba de sacar del horno su plan maestro para el 2026 y, para sorpresa de nadie y a la vez de todos, la famosa bandera rojiamarilla se fue al congelador. Así como lo leen. Ahora la vara es una “Coalición Agenda Ciudadana” junto a un partido llamado ADN, y el nombre “PAC” no va a figurar en la papeleta. Le metieron turquesa a la paleta de colores y, con eso, esperan que la gente olvide los últimos ocho años. Una movida arriesgada, sin duda.
Según la versión oficial, que nos dieron la exviceministra Ana Gabriel Zúñiga y la ahora candidata Claudia Dobles, el asunto es pura formalidad. Dicen que cuando uno hace una coalición, la ley no deja que se use el nombre de uno de los partidos. Un “tema normativo”, le llaman. Zúñiga, con un optimismo digno de estudio, lo calificó como un “acto valiente para agregar además un color”, insistiendo en que no renuncian a su identidad. Pero diay, mae, es difícil no levantar una ceja. Cuando tu marca está más quemada que un ayote en el horno, cambiarle el empaque es una maniobra de marketing político de manual.
La que sí hizo un toque de malabares fue Claudia Dobles. Por un lado, defiende a capa y espada que esto es una “propuesta nueva” y un “gesto de unión”. Por otro, se apura a aclarar: “Yo difícilmente puedo desligarme. Primero no quiero y tampoco puedo desligarme de que soy una persona que milita en el PAC”. O sea, es una propuesta nueva, pero con la misma gente de siempre; es una coalición, pero ella no puede ni quiere soltar su militancia PAC. Es como querer vender un fresco de cas con etiqueta de maracuyá: puede que engañe a la vista, pero el sabor es inconfundible. La pregunta es si al electorado todavía le gusta ese sabor.
Y para rematar, nos presentaron el nuevo chunche de logo: una letra “C”. Una “C” que, según nos cuentan, es un guiño al diálogo y significa todo a la vez: Coalición, Ciudadana, Claudia y, cómo no, Costa Rica. Les faltó decir que es la “C” de “Cuidado perdemos la inscripción”. Es la típica estrategia de diseño que intenta ser tan inclusiva y polisémica que al final corre el riesgo de no significar nada. La intención es clara: crear una imagen fresca, limpia, que no active inmediatamente el recuerdo de los gobiernos de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado. El brete que tienen por delante es titánico, porque la memoria del votante a veces es corta, pero no tanto.
Al final del día, lo que tenemos aquí es un partido intentando sobrevivir a su propia historia. La Coalición Agenda Ciudadana es la apuesta del PAC para no desaparecer del mapa político, un intento de borrón y cuenta nueva con los mismos protagonistas. La dirigencia habla de sumar y de unión, pero en el fondo, la movida grita una sola cosa: urgencia. La urgencia de distanciarse de una marca que, para bien o para mal, carga con el peso de dos administraciones complejas y un desgaste monumental. Pero diay, se los pregunto a ustedes, foreros: ¿Se come la gente el cuento de la “propuesta nueva” o es solo el mismo PAC con otro chunche de logo y un color más? ¿Ustedes qué dicen?
Según la versión oficial, que nos dieron la exviceministra Ana Gabriel Zúñiga y la ahora candidata Claudia Dobles, el asunto es pura formalidad. Dicen que cuando uno hace una coalición, la ley no deja que se use el nombre de uno de los partidos. Un “tema normativo”, le llaman. Zúñiga, con un optimismo digno de estudio, lo calificó como un “acto valiente para agregar además un color”, insistiendo en que no renuncian a su identidad. Pero diay, mae, es difícil no levantar una ceja. Cuando tu marca está más quemada que un ayote en el horno, cambiarle el empaque es una maniobra de marketing político de manual.
La que sí hizo un toque de malabares fue Claudia Dobles. Por un lado, defiende a capa y espada que esto es una “propuesta nueva” y un “gesto de unión”. Por otro, se apura a aclarar: “Yo difícilmente puedo desligarme. Primero no quiero y tampoco puedo desligarme de que soy una persona que milita en el PAC”. O sea, es una propuesta nueva, pero con la misma gente de siempre; es una coalición, pero ella no puede ni quiere soltar su militancia PAC. Es como querer vender un fresco de cas con etiqueta de maracuyá: puede que engañe a la vista, pero el sabor es inconfundible. La pregunta es si al electorado todavía le gusta ese sabor.
Y para rematar, nos presentaron el nuevo chunche de logo: una letra “C”. Una “C” que, según nos cuentan, es un guiño al diálogo y significa todo a la vez: Coalición, Ciudadana, Claudia y, cómo no, Costa Rica. Les faltó decir que es la “C” de “Cuidado perdemos la inscripción”. Es la típica estrategia de diseño que intenta ser tan inclusiva y polisémica que al final corre el riesgo de no significar nada. La intención es clara: crear una imagen fresca, limpia, que no active inmediatamente el recuerdo de los gobiernos de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado. El brete que tienen por delante es titánico, porque la memoria del votante a veces es corta, pero no tanto.
Al final del día, lo que tenemos aquí es un partido intentando sobrevivir a su propia historia. La Coalición Agenda Ciudadana es la apuesta del PAC para no desaparecer del mapa político, un intento de borrón y cuenta nueva con los mismos protagonistas. La dirigencia habla de sumar y de unión, pero en el fondo, la movida grita una sola cosa: urgencia. La urgencia de distanciarse de una marca que, para bien o para mal, carga con el peso de dos administraciones complejas y un desgaste monumental. Pero diay, se los pregunto a ustedes, foreros: ¿Se come la gente el cuento de la “propuesta nueva” o es solo el mismo PAC con otro chunche de logo y un color más? ¿Ustedes qué dicen?
