Diay maes, la vara es que mientras la mayoría de nosotros roncaba a pata suelta o, en el mejor de los casos, estaba en el quinto sueño, allá en Guanacaste el Rincón de la Vieja decidió que era un buen momento para recordarnos quién manda. A eso de las 2:30 de la madrugada, el coloso le puso un estatequieto a la calma de la noche y se mandó una erupción que duró como dos minutos. Un simple recordatorio de que vivimos sobre un planeta que está más vivo que un chiquito con una bolsa de confites.
Ahora, aquí viene lo interesante del chisme. Si usted está esperando el video espectacular o la foto para el perfil, lamento informarle que no hay. ¡Nada! Entre que era de madrugada y que el cielo estaba más nublado que el futuro de un saprissista en diciembre, la pluma de ceniza y gases se quedó sin su momento de fama. Fue una erupción fantasma, un evento que sucedió en la oscuridad total. Uno se imagina el estruendo y la demostración de poder, pero esta vez fue un show exclusivo, sin público. Un recordatorio de que la naturaleza no necesita nuestra aprobación ni nuestras cámaras para hacer lo suyo.
Pero entonces, si nadie lo vio, ¿cómo sabemos que pasó? Ah, aquí es donde la cosa se pone buena. Porque aunque nuestros ojos fallaron, la tecnología no. Los maes del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) tienen al volcán más vigilado que mamá a hijo en su primera fiesta. Tienen un montón de chunches, sensores sísmicos y acústicos, que básicamente "escuchan" los latidos y los gruñidos de la tierra. ¡Qué carga la tecnología que puede registrar un evento así con pura vibración y sonido! Es como tenerle un estetoscopio pegado al pecho del planeta. Así que, aunque no hubo espectáculo visual, el registro científico es clarísimo y nos da el reporte completo de la actividad.
Esta actividad del Rincón de la Vieja no es para entrar en pánico, pero sí es un excelente cable a tierra. Vivimos en un país donde los volcanes no son solo postales para turistas; son parte de nuestro ADN geológico. Cada cierto tiempo, nos pegan un pequeño susto o, como en este caso, un susurro en medio de la noche para decirnos "hey, sigo aquí". Es el brete de ellos, estar activos. Y es nuestro brete entenderlos, respetarlos y, sobre todo, monitorearlos. Este tipo de erupciones freáticas (con vapor de agua, lodo y gases) son el pan de cada día para este volcán en particular, que se ha mantenido bastante conversador en los últimos años.
Al final, la erupción del Rincón de la Vieja es una de esas noticias que nos definen como ticos. Una mezcla de respeto por la fuerza bruta de la naturaleza y un orgullo tremendo por la ciencia y la capacidad que tenemos para vigilar a estos gigantes. Es la dualidad de vivir en el paraíso: playas y montañas increíbles, pero con el recordatorio constante del poder que se esconde bajo nuestros pies. Es, en una palabra, la pura vida con un toque de adrenalina geológica.
Así que, abro el debate en el foro: Diay, maes, ¿ustedes qué piensan de esta vara? ¿Les parece un simple y fascinante recordatorio de la naturaleza o se ponen nerviosos cuando un coloso de estos se despierta así, casi en secreto y sin el show de luces?
Ahora, aquí viene lo interesante del chisme. Si usted está esperando el video espectacular o la foto para el perfil, lamento informarle que no hay. ¡Nada! Entre que era de madrugada y que el cielo estaba más nublado que el futuro de un saprissista en diciembre, la pluma de ceniza y gases se quedó sin su momento de fama. Fue una erupción fantasma, un evento que sucedió en la oscuridad total. Uno se imagina el estruendo y la demostración de poder, pero esta vez fue un show exclusivo, sin público. Un recordatorio de que la naturaleza no necesita nuestra aprobación ni nuestras cámaras para hacer lo suyo.
Pero entonces, si nadie lo vio, ¿cómo sabemos que pasó? Ah, aquí es donde la cosa se pone buena. Porque aunque nuestros ojos fallaron, la tecnología no. Los maes del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) tienen al volcán más vigilado que mamá a hijo en su primera fiesta. Tienen un montón de chunches, sensores sísmicos y acústicos, que básicamente "escuchan" los latidos y los gruñidos de la tierra. ¡Qué carga la tecnología que puede registrar un evento así con pura vibración y sonido! Es como tenerle un estetoscopio pegado al pecho del planeta. Así que, aunque no hubo espectáculo visual, el registro científico es clarísimo y nos da el reporte completo de la actividad.
Esta actividad del Rincón de la Vieja no es para entrar en pánico, pero sí es un excelente cable a tierra. Vivimos en un país donde los volcanes no son solo postales para turistas; son parte de nuestro ADN geológico. Cada cierto tiempo, nos pegan un pequeño susto o, como en este caso, un susurro en medio de la noche para decirnos "hey, sigo aquí". Es el brete de ellos, estar activos. Y es nuestro brete entenderlos, respetarlos y, sobre todo, monitorearlos. Este tipo de erupciones freáticas (con vapor de agua, lodo y gases) son el pan de cada día para este volcán en particular, que se ha mantenido bastante conversador en los últimos años.
Al final, la erupción del Rincón de la Vieja es una de esas noticias que nos definen como ticos. Una mezcla de respeto por la fuerza bruta de la naturaleza y un orgullo tremendo por la ciencia y la capacidad que tenemos para vigilar a estos gigantes. Es la dualidad de vivir en el paraíso: playas y montañas increíbles, pero con el recordatorio constante del poder que se esconde bajo nuestros pies. Es, en una palabra, la pura vida con un toque de adrenalina geológica.
Así que, abro el debate en el foro: Diay, maes, ¿ustedes qué piensan de esta vara? ¿Les parece un simple y fascinante recordatorio de la naturaleza o se ponen nerviosos cuando un coloso de estos se despierta así, casi en secreto y sin el show de luces?