Mae, hay que ser honestos: cuando uno oye noticias de Limón en los últimos años, casi siempre es para alguna vara medio complicada. Pero de vez en cuando, llega una noticia que lo deja a uno con una buena sensación, y la última del Ministerio de Trabajo (MTSS) es una de esas. ¡Y qué chiva que así sea! Según un informe que soltaron, la cosa en el Caribe no solo está mejorando, sino que los números pintan tan bien que hasta cuesta creerlo. La pregunta del millón es si esto es un cambio de verdad o solo una pinturita de momento.
Vamos a los datos duros, que es donde la vara se pone interesante. El ministerio dice que le metió más de ₡186 mil millones a la provincia y que eso ha beneficiado a casi medio millón de personas. El resultado más tuanis es el del empleo. Mae, imagínese, el desempleo se fue en picada de un 11,3% a un 7,1%. Eso se traduce en 8.381 personas que antes estaban buscando y ahora tienen brete. ¡Qué nivel! Pero no solo eso, el subempleo (esa gente que trabaja menos horas de las que quiere) se desplomó y casi 5.000 personas lograron salir de la informalidad. En resumen, desde el 2022 para acá, Limón tiene más de 7.000 nuevos puestos de trabajo. Eso, se diga lo que se diga, es una mejora que se siente en la calle.
Ahora, no todo es regalar plata y esperar a que la magia suceda. El empujón viene acompañado de capacitación, que al final es lo que queda. Plataformas como Brete.cr y el programa Empléate están moviendo la aguja, pero lo que más llama la atención es el músculo que le están metiendo a la educación técnica. Más de 6.000 personas se metieron a programas del INA en la zona. Diay, esto es clave, porque de nada sirve que lleguen empresas si la gente no tiene las habilidades que se necesitan. Es pensar a largo plazo, y esa vara siempre se agradece. Están preparando a la gente para los bretes del futuro, no solo para apagar el incendio de hoy.
Y aquí viene la parte que, para mí, es la más carga de todas. Después de esperar casi 30 años, ¡treinta años!, por fin les están pagando la compensación a cientos de ex estibadores de Limón. Mae, póngase a pensar en esa gente, esperando décadas por una plata que era suya. El ministro Romero confirmó que ya van 628 personas que recibieron su pago, sumando más de ₡5.300 millones. Resolver un despiche histórico como ese es un gane por donde se le vea. A la par de esto, la reducción de la pobreza, que bajó más de 5 puntos, demuestra que la inversión social está llegando a donde tiene que llegar. Los números quedaron a cachete.
Al final, el ministro salió con un discurso muy de político, repitiendo como cuatro veces que "bretean" por esto y por lo otro. Es el discurso que uno espera, claro. Pero más allá de las palabras, los datos están sobre la mesa. Limón parece estar en un punto de inflexión. Se siente un aire diferente, uno donde la inversión y la atención del gobierno central por fin están dando frutos visibles. Obvio, no todo es perfecto y los retos siguen siendo gigantes, pero es imposible no ver estas cifras y sentir un poco de optimismo.
Aquí les dejo la pregunta para que se arme el debate en el foro: Mae, ¿ustedes creen que este empujón es sostenible a largo plazo para Limón, o es solo una buena racha que depende del gobierno de turno? ¿Qué más le falta al Caribe para consolidar este buen momento?
Vamos a los datos duros, que es donde la vara se pone interesante. El ministerio dice que le metió más de ₡186 mil millones a la provincia y que eso ha beneficiado a casi medio millón de personas. El resultado más tuanis es el del empleo. Mae, imagínese, el desempleo se fue en picada de un 11,3% a un 7,1%. Eso se traduce en 8.381 personas que antes estaban buscando y ahora tienen brete. ¡Qué nivel! Pero no solo eso, el subempleo (esa gente que trabaja menos horas de las que quiere) se desplomó y casi 5.000 personas lograron salir de la informalidad. En resumen, desde el 2022 para acá, Limón tiene más de 7.000 nuevos puestos de trabajo. Eso, se diga lo que se diga, es una mejora que se siente en la calle.
Ahora, no todo es regalar plata y esperar a que la magia suceda. El empujón viene acompañado de capacitación, que al final es lo que queda. Plataformas como Brete.cr y el programa Empléate están moviendo la aguja, pero lo que más llama la atención es el músculo que le están metiendo a la educación técnica. Más de 6.000 personas se metieron a programas del INA en la zona. Diay, esto es clave, porque de nada sirve que lleguen empresas si la gente no tiene las habilidades que se necesitan. Es pensar a largo plazo, y esa vara siempre se agradece. Están preparando a la gente para los bretes del futuro, no solo para apagar el incendio de hoy.
Y aquí viene la parte que, para mí, es la más carga de todas. Después de esperar casi 30 años, ¡treinta años!, por fin les están pagando la compensación a cientos de ex estibadores de Limón. Mae, póngase a pensar en esa gente, esperando décadas por una plata que era suya. El ministro Romero confirmó que ya van 628 personas que recibieron su pago, sumando más de ₡5.300 millones. Resolver un despiche histórico como ese es un gane por donde se le vea. A la par de esto, la reducción de la pobreza, que bajó más de 5 puntos, demuestra que la inversión social está llegando a donde tiene que llegar. Los números quedaron a cachete.
Al final, el ministro salió con un discurso muy de político, repitiendo como cuatro veces que "bretean" por esto y por lo otro. Es el discurso que uno espera, claro. Pero más allá de las palabras, los datos están sobre la mesa. Limón parece estar en un punto de inflexión. Se siente un aire diferente, uno donde la inversión y la atención del gobierno central por fin están dando frutos visibles. Obvio, no todo es perfecto y los retos siguen siendo gigantes, pero es imposible no ver estas cifras y sentir un poco de optimismo.
Aquí les dejo la pregunta para que se arme el debate en el foro: Mae, ¿ustedes creen que este empujón es sostenible a largo plazo para Limón, o es solo una buena racha que depende del gobierno de turno? ¿Qué más le falta al Caribe para consolidar este buen momento?