¡Ay, Dios mío! La cosa está fea, raza. Más de 15 mil ticos estamos aguantando la fila para quitarnos la vesícula, y algunos llevamos casi dos años con el dolorcito pegándose. Imagínate, para algo que debería ser rápido, te estás tragando un brete de tiempo esperando que te toque. ¡Qué despiche!
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), ahí echándole ganas, pero la verdad, parece que el problema se le va a ir al traste si no le ponenle un empuje bien grande. Según datos oficiales, el tiempo promedio de espera es de 513 días, ¡más de un año y medio sufriendo con los cólicos! Algunos hospitales, como el Calderón Guardia, te hacen esperar hasta dos años. ¡Eso sí que duele!
Y pa’ colmo, el doctor Luis Garita, del Centro Médico San Antonio (Cemsa), nos pone las cosas claras: “La vesícula es un órgano importantísimo porque produce la bilis que nos ayuda a digerir los alimentos… Cuando aparecen piedras, empiezan los dolores intensos e incluso puede derivar en cáncer de vesícula”. ¡Un susto de esos nos da a cualquiera! Mejor prevenir que lamentar, dicen.
La situación es complicada porque los hospitales están repletos, entre otras cosas, por los accidentes de tránsito que siempre saturan los servicios médicos. Parece que más del 70% de los quirófanos se van directo a atender esas emergencias, dejando poco espacio para la gente que necesita una cirugía programada. ¡Todo un lío!
Pero ojo, que no todo está perdido. La CCSS dice que están tratando de optimizar los horarios, priorizando a los que llevan más tiempo esperando y buscando formas de contratar más personal. También quieren formar más especialistas en 2026. Aunque a este paso, parece que vamos a estar pagando primos antes de que nos toque.
Las clínicas privadas se están viendo beneficiadas con esta situación, porque mucha gente, harta de esperar, decide pagar de su bolsillo para operarse más rápido. Entendible, ¿eh? Pero claro, no todos tenemos esa posibilidad. Los que caímos en la lista de espera de la Caja, seguimos aguantando el arroz… y el dolor.
Lo que más me preocupa es cómo afecta a la gente que vive en las zonas rurales. Ahí la cosa está peor, porque hay pocos cirujanos disponibles. En Brunca, por ejemplo, hay cinco centros médicos con solo diez cirujanos para atender a toda la población. ¡Qué vara tan injusta!
En fin, la verdad es que esta situación nos deja pensando: ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar estas demoras en la atención médica? ¿Crees que la CCSS realmente podrá solucionar este problema o deberíamos considerar seriamente explorar otras opciones, aunque eso implique un gasto extra? ¡Compárteme tu opinión en los comentarios!
La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), ahí echándole ganas, pero la verdad, parece que el problema se le va a ir al traste si no le ponenle un empuje bien grande. Según datos oficiales, el tiempo promedio de espera es de 513 días, ¡más de un año y medio sufriendo con los cólicos! Algunos hospitales, como el Calderón Guardia, te hacen esperar hasta dos años. ¡Eso sí que duele!
Y pa’ colmo, el doctor Luis Garita, del Centro Médico San Antonio (Cemsa), nos pone las cosas claras: “La vesícula es un órgano importantísimo porque produce la bilis que nos ayuda a digerir los alimentos… Cuando aparecen piedras, empiezan los dolores intensos e incluso puede derivar en cáncer de vesícula”. ¡Un susto de esos nos da a cualquiera! Mejor prevenir que lamentar, dicen.
La situación es complicada porque los hospitales están repletos, entre otras cosas, por los accidentes de tránsito que siempre saturan los servicios médicos. Parece que más del 70% de los quirófanos se van directo a atender esas emergencias, dejando poco espacio para la gente que necesita una cirugía programada. ¡Todo un lío!
Pero ojo, que no todo está perdido. La CCSS dice que están tratando de optimizar los horarios, priorizando a los que llevan más tiempo esperando y buscando formas de contratar más personal. También quieren formar más especialistas en 2026. Aunque a este paso, parece que vamos a estar pagando primos antes de que nos toque.
Las clínicas privadas se están viendo beneficiadas con esta situación, porque mucha gente, harta de esperar, decide pagar de su bolsillo para operarse más rápido. Entendible, ¿eh? Pero claro, no todos tenemos esa posibilidad. Los que caímos en la lista de espera de la Caja, seguimos aguantando el arroz… y el dolor.
Lo que más me preocupa es cómo afecta a la gente que vive en las zonas rurales. Ahí la cosa está peor, porque hay pocos cirujanos disponibles. En Brunca, por ejemplo, hay cinco centros médicos con solo diez cirujanos para atender a toda la población. ¡Qué vara tan injusta!
En fin, la verdad es que esta situación nos deja pensando: ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar estas demoras en la atención médica? ¿Crees que la CCSS realmente podrá solucionar este problema o deberíamos considerar seriamente explorar otras opciones, aunque eso implique un gasto extra? ¡Compárteme tu opinión en los comentarios!
