Diay maes, apenas estamos pasando la mitad del gobierno actual y ya la carrera presidencial para el 2026 empezó a sonar. Cuando uno cree que la cosa está tranquila, ¡pum! Sale un nuevo nombre al ruedo. Este fin de semana, la noticia fue que el Partido Avanza se mandó y ratificó en su Asamblea Nacional a su candidato: un señor llamado Jose Aguilar Berrocal. Y como siempre en esta película que es la política tica, la vara viene con sus detalles interesantes. A primera vista, parece otro anuncio más, pero si uno escarba un poquito, la trama se pone buena.
Lo primero es el perfil con el que se presenta Aguilar. Según el comunicado oficial, el mae se define como un "experimentado emprendedor social y un político no tradicional". A ver, a ver... ¿cuántas veces hemos escuchado esa placa? Es casi el eslogan de manual para cualquiera que quiera entrar al juego sin que lo embarren con la percepción negativa de "los mismos de siempre". El partido nos cuenta que lleva más de 25 años en proyectos para transformar comunidades, atacando los tres monstruos de siempre: el desempleo, la mala educación y la pobreza. Suena bien, ¿quién podría estar en contra de eso? El brete, como siempre, no está en decirlo, sino en demostrar con un plan coherente cómo piensa lograrlo sin que todo se vaya al traste en el primer año.
Pero vamos a lo que realmente hizo que todo el mundo levantara la ceja. Resulta que el señor Aguilar está casado con una prima de Nayib Bukele. Sí, leyeron bien, del mismísimo presidente de El Salvador. En el momento en que la inseguridad es tema de conversación en cada esquina de Chepe, esta conexión familiar es, por decir lo menos, una bomba mediática. Obviamente, el candidato y su equipo ya se olían la que se venía, porque de una vez salieron a aclarar que él no tiene "ningún respaldo político o económico del mandatario" salvadoreño. Una aclaración necesaria, pero que deja la puerta abierta a la especulación. ¿Es solo una coincidencia familiar o una movida calculada para capitalizar la imagen de mano dura que vende Bukele en la región?
El discurso de Aguilar, por su parte, fue el "starter pack" de cualquier candidato. Habló de un "compromiso inquebrantable" con la democracia y la institucionalidad, y prometió luchar de frente contra la inseguridad, la corrupción y la pobreza. Todo para que Costa Rica vuelva a ser un país "de desarrollo, con seguridad, bienestar y oportunidades para todos". Un libreto impecable, sin duda. Junto con su nombramiento, el partido también movió sus fichas internas, con nuevo Secretario General y Tesorera, mostrando que la maquinaria ya está en marcha. Anunciaron que en las próximas semanas soltarán la fórmula presidencial completa y las listas de diputados, así que esto apenas comienza.
Al final, la vara queda así: tenemos un nuevo jugador en la cancha. Uno que se vende como un outsider con experiencia social, pero que carga con un apellido político de peso por una conexión familiar que, quieran o no, va a ser el tema de conversación de aquí a las elecciones. La estrategia es clara: presentarse como algo nuevo y diferente, aprovechando el descontento general. Ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Creen ustedes que un perfil de "político no tradicional" como el de Aguilar es lo que necesita el país? ¿O sienten que es más de lo mismo, pero con una estrategia de marketing más afinada para los tiempos que corren?
Lo primero es el perfil con el que se presenta Aguilar. Según el comunicado oficial, el mae se define como un "experimentado emprendedor social y un político no tradicional". A ver, a ver... ¿cuántas veces hemos escuchado esa placa? Es casi el eslogan de manual para cualquiera que quiera entrar al juego sin que lo embarren con la percepción negativa de "los mismos de siempre". El partido nos cuenta que lleva más de 25 años en proyectos para transformar comunidades, atacando los tres monstruos de siempre: el desempleo, la mala educación y la pobreza. Suena bien, ¿quién podría estar en contra de eso? El brete, como siempre, no está en decirlo, sino en demostrar con un plan coherente cómo piensa lograrlo sin que todo se vaya al traste en el primer año.
Pero vamos a lo que realmente hizo que todo el mundo levantara la ceja. Resulta que el señor Aguilar está casado con una prima de Nayib Bukele. Sí, leyeron bien, del mismísimo presidente de El Salvador. En el momento en que la inseguridad es tema de conversación en cada esquina de Chepe, esta conexión familiar es, por decir lo menos, una bomba mediática. Obviamente, el candidato y su equipo ya se olían la que se venía, porque de una vez salieron a aclarar que él no tiene "ningún respaldo político o económico del mandatario" salvadoreño. Una aclaración necesaria, pero que deja la puerta abierta a la especulación. ¿Es solo una coincidencia familiar o una movida calculada para capitalizar la imagen de mano dura que vende Bukele en la región?
El discurso de Aguilar, por su parte, fue el "starter pack" de cualquier candidato. Habló de un "compromiso inquebrantable" con la democracia y la institucionalidad, y prometió luchar de frente contra la inseguridad, la corrupción y la pobreza. Todo para que Costa Rica vuelva a ser un país "de desarrollo, con seguridad, bienestar y oportunidades para todos". Un libreto impecable, sin duda. Junto con su nombramiento, el partido también movió sus fichas internas, con nuevo Secretario General y Tesorera, mostrando que la maquinaria ya está en marcha. Anunciaron que en las próximas semanas soltarán la fórmula presidencial completa y las listas de diputados, así que esto apenas comienza.
Al final, la vara queda así: tenemos un nuevo jugador en la cancha. Uno que se vende como un outsider con experiencia social, pero que carga con un apellido político de peso por una conexión familiar que, quieran o no, va a ser el tema de conversación de aquí a las elecciones. La estrategia es clara: presentarse como algo nuevo y diferente, aprovechando el descontento general. Ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Creen ustedes que un perfil de "político no tradicional" como el de Aguilar es lo que necesita el país? ¿O sienten que es más de lo mismo, pero con una estrategia de marketing más afinada para los tiempos que corren?