Mae, no sé ustedes, pero entre tanto despiche y noticia que a uno le quita las ganas, de vez en cuando sale una vara que, por lo menos, lo pone a uno a pensar. Estaba viendo El Mundo CR y me topé con esto: el Partido Pueblo Soberano (PPSO) acaba de hacer su Asamblea Nacional y la gran jugada fue llenar las suplencias para las diputaciones con un montón de gente joven. Diay, a primera vista uno piensa: ¡qué chiva! Ya era hora de que le abrieran la puerta a caras nuevas y no solo a los dinosaurios de siempre. Pero claro, en política tica, nunca nada es tan sencillo, ¿verdad?
La noticia detalla que 72 delegados le dieron el sí a nombres como Jordan Carrillo en San José, Vivian Alvarado en Alajuela y así por todo el país. El objetivo, según ellos, es clarísimo: un "relevo generacional" y darle voz a la juventud. Y aquí es donde la vara se pone interesante. Todos sabemos que uno de los fantasmas más grandes de nuestras elecciones es el abstencionismo, sobre todo entre la gente de nuestra edad. A muchos les da una pereza infinita ir a votar porque sienten que nadie los representa, que todos los discursos suenan al mismo casete rayado. Entonces, poner a jóvenes en la papeleta, aunque sea de suplentes, es una movida de ajedrez bastante obvia para pescar ese voto.
Ahora, seamos filosos un toque. ¿Es esto un cambio de mentalidad genuino o la campaña de marketing político mejor pensada de la temporada? Francisco Gamboa, el secretario general del PPSO, dice que están "totalmente listos para el inicio formal de la campaña". ¡Claro que lo están! Con esta carta bajo la manga, tienen un discurso fresquito para vender. Pueden llegar y decir: "Vea, nosotros sí creemos en los jóvenes". La jugada, viéndola fríamente, es carga. Es un movimiento estratégico impecable para atacar una de las debilidades más grandes del sistema: la desconexión con los nuevos votantes. Le están hablando directamente a ese segmento que se informa por redes sociales y que está hasta la coronilla de la politiquería tradicional.
El punto es que ser suplente, en la práctica, es como ser el portero en la banca del Real Madrid. Calentás, estirás y tenés el uniforme puesto, pero las chances de entrar a la cancha son mínimas, a menos que el titular se lesione o, en este caso, renuncie. Entonces, la gran pregunta es si esta gente va a tener un rol activo, si sus ideas se van a escuchar en el partido o si simplemente son una foto bonita en la papeleta para atraer likes y votos. Porque si es solo para la foto, la estrategia se queda corta. Necesitamos ver a estos maes proponiendo, debatiendo y metidos de lleno en el brete legislativo, no solo esperando su turno en la banca.
En resumen, la iniciativa del PPSO es, sin duda, un paso en una dirección que muchos veníamos pidiendo. Es un reconocimiento de que el país está cambiando y que la política no puede seguir siendo un club exclusivo para señores de corbata. Pero tampoco podemos ser ingenuos. El verdadero examen no es si los pusieron en la lista, sino qué van a hacer con ellos. ¿Les darán poder real, presupuesto para sus proyectos y un asiento en la mesa donde se toman las decisiones importantes? ¿O es solo una fachada para verse "cool" y "progres"? Ahí les dejo la pregunta para el foro, maes: ¿Ustedes creen que esta movida del PPSO es un verdadero soplo de aire fresco para la política tica o es, al final del día, pura paja para la campaña?
La noticia detalla que 72 delegados le dieron el sí a nombres como Jordan Carrillo en San José, Vivian Alvarado en Alajuela y así por todo el país. El objetivo, según ellos, es clarísimo: un "relevo generacional" y darle voz a la juventud. Y aquí es donde la vara se pone interesante. Todos sabemos que uno de los fantasmas más grandes de nuestras elecciones es el abstencionismo, sobre todo entre la gente de nuestra edad. A muchos les da una pereza infinita ir a votar porque sienten que nadie los representa, que todos los discursos suenan al mismo casete rayado. Entonces, poner a jóvenes en la papeleta, aunque sea de suplentes, es una movida de ajedrez bastante obvia para pescar ese voto.
Ahora, seamos filosos un toque. ¿Es esto un cambio de mentalidad genuino o la campaña de marketing político mejor pensada de la temporada? Francisco Gamboa, el secretario general del PPSO, dice que están "totalmente listos para el inicio formal de la campaña". ¡Claro que lo están! Con esta carta bajo la manga, tienen un discurso fresquito para vender. Pueden llegar y decir: "Vea, nosotros sí creemos en los jóvenes". La jugada, viéndola fríamente, es carga. Es un movimiento estratégico impecable para atacar una de las debilidades más grandes del sistema: la desconexión con los nuevos votantes. Le están hablando directamente a ese segmento que se informa por redes sociales y que está hasta la coronilla de la politiquería tradicional.
El punto es que ser suplente, en la práctica, es como ser el portero en la banca del Real Madrid. Calentás, estirás y tenés el uniforme puesto, pero las chances de entrar a la cancha son mínimas, a menos que el titular se lesione o, en este caso, renuncie. Entonces, la gran pregunta es si esta gente va a tener un rol activo, si sus ideas se van a escuchar en el partido o si simplemente son una foto bonita en la papeleta para atraer likes y votos. Porque si es solo para la foto, la estrategia se queda corta. Necesitamos ver a estos maes proponiendo, debatiendo y metidos de lleno en el brete legislativo, no solo esperando su turno en la banca.
En resumen, la iniciativa del PPSO es, sin duda, un paso en una dirección que muchos veníamos pidiendo. Es un reconocimiento de que el país está cambiando y que la política no puede seguir siendo un club exclusivo para señores de corbata. Pero tampoco podemos ser ingenuos. El verdadero examen no es si los pusieron en la lista, sino qué van a hacer con ellos. ¿Les darán poder real, presupuesto para sus proyectos y un asiento en la mesa donde se toman las decisiones importantes? ¿O es solo una fachada para verse "cool" y "progres"? Ahí les dejo la pregunta para el foro, maes: ¿Ustedes creen que esta movida del PPSO es un verdadero soplo de aire fresco para la política tica o es, al final del día, pura paja para la campaña?