Maes, seamos honestos. ¿Quién no ha comprado un “gallito” de lotería o chances pensando “diay, y si pego”? Es casi un deporte nacional, una pequeña inversión en el sueño de tapar deudas, montar un negocio o, por qué no, renunciar al brete con una sonrisa de oreja a oreja. Pero de vez en cuando, sale una iniciativa que le da un giro a esa vara y la convierte en algo todavía más tuanis. Y esta vez, la gente de la Junta de Protección Social (JPS) se lució, porque el sorteo de este viernes no es solo por la plata, es un homenaje a uno de los lugares más icónicos de Tiquicia: nuestro querido Parque Nacional Chirripó.
La vara es así de sencilla y así de genial: para celebrar los 50 años del Chirripó, la JPS le dedica el sorteo de esta noche. O sea, mientras uno está ahí, comiéndose las uñas para ver si salen sus números, también se está celebrando medio siglo de conservación de esa maravilla. Es una jugada maestra que une dos cosas que nos definen: la fe en la suerte y el orgullo por nuestra naturaleza. La JPS lleva casi dos siglos en su misión de bien social, y con esta movida demuestran que también tienen la camiseta bien puesta por el ambiente. ¡Qué nivel de iniciativa! No es solo vender un chunche de papel, es recordarnos el tesoro que tenemos en ese cerro.
Ahora, vamos a lo que a todos nos interesa, porque el cariño por la naturaleza no paga el marchamo. El premio mayor está en 120 millones de colones. ¡Ciento veinte melones! Pero agarrense, porque como si eso fuera poco, está la promoción del acumulado, que podría llevar a un único ganador a embolsarse hasta 250 millones. Con esa cantidad de plata, uno no solo se compra una casa, ¡se compra una con vista al Chirripó si le da la gana! Ya me imagino a más de uno haciendo números y soñando despierto, y con toda la razón del mundo. Es una oportunidad de esas que cambian la vida, pero con el plus de que está ligada a una causa que está a cachete.
Pero más allá del sorteo y la platica, lo que hay de fondo es un aplauso gigante. Un reconocimiento a toda la gente que se ha fletado por proteger ese lugar durante cinco décadas. Pensemos en los guardaparques, esos maes que se la juegan en el frío y las condiciones más duras para que el parque esté impecable. Esos sí que son unos cargas, de verdad. También es un homenaje a los científicos, a las comunidades de la zona que viven del turismo sostenible y a todos los voluntarios que han puesto su granito de arena. Este sorteo es un símbolo, un “gracias” a nivel nacional por mantener vivo ese gigante que nos llena de orgullo.
Al final del día, esta iniciativa de la JPS es un gane por donde se le vea. Si usted compra lotería, apoya programas de bien social. Si pega, pues ¡felicidades, nuevo millonario! Y si no, por lo menos sabe que su inversión simbólicamente celebró uno de nuestros patrimonios más importantes. Es un recordatorio de que en Costa Rica, hasta las varas más cotidianas pueden tener un trasfondo verde y solidario. Ojalá viéramos más movidas así, que nos hagan sentir parte de algo más grande mientras perseguimos la suerte.
Y ahora, la pregunta para el foro: Maes, si ustedes se pegaran ese acumulado, ¿cuál sería la primera loquera que harían? Y ya que estamos en estas, ¿qué otro parque nacional o causa tica creen que se merece un sorteo dedicado?
La vara es así de sencilla y así de genial: para celebrar los 50 años del Chirripó, la JPS le dedica el sorteo de esta noche. O sea, mientras uno está ahí, comiéndose las uñas para ver si salen sus números, también se está celebrando medio siglo de conservación de esa maravilla. Es una jugada maestra que une dos cosas que nos definen: la fe en la suerte y el orgullo por nuestra naturaleza. La JPS lleva casi dos siglos en su misión de bien social, y con esta movida demuestran que también tienen la camiseta bien puesta por el ambiente. ¡Qué nivel de iniciativa! No es solo vender un chunche de papel, es recordarnos el tesoro que tenemos en ese cerro.
Ahora, vamos a lo que a todos nos interesa, porque el cariño por la naturaleza no paga el marchamo. El premio mayor está en 120 millones de colones. ¡Ciento veinte melones! Pero agarrense, porque como si eso fuera poco, está la promoción del acumulado, que podría llevar a un único ganador a embolsarse hasta 250 millones. Con esa cantidad de plata, uno no solo se compra una casa, ¡se compra una con vista al Chirripó si le da la gana! Ya me imagino a más de uno haciendo números y soñando despierto, y con toda la razón del mundo. Es una oportunidad de esas que cambian la vida, pero con el plus de que está ligada a una causa que está a cachete.
Pero más allá del sorteo y la platica, lo que hay de fondo es un aplauso gigante. Un reconocimiento a toda la gente que se ha fletado por proteger ese lugar durante cinco décadas. Pensemos en los guardaparques, esos maes que se la juegan en el frío y las condiciones más duras para que el parque esté impecable. Esos sí que son unos cargas, de verdad. También es un homenaje a los científicos, a las comunidades de la zona que viven del turismo sostenible y a todos los voluntarios que han puesto su granito de arena. Este sorteo es un símbolo, un “gracias” a nivel nacional por mantener vivo ese gigante que nos llena de orgullo.
Al final del día, esta iniciativa de la JPS es un gane por donde se le vea. Si usted compra lotería, apoya programas de bien social. Si pega, pues ¡felicidades, nuevo millonario! Y si no, por lo menos sabe que su inversión simbólicamente celebró uno de nuestros patrimonios más importantes. Es un recordatorio de que en Costa Rica, hasta las varas más cotidianas pueden tener un trasfondo verde y solidario. Ojalá viéramos más movidas así, que nos hagan sentir parte de algo más grande mientras perseguimos la suerte.
Y ahora, la pregunta para el foro: Maes, si ustedes se pegaran ese acumulado, ¿cuál sería la primera loquera que harían? Y ya que estamos en estas, ¿qué otro parque nacional o causa tica creen que se merece un sorteo dedicado?