Maes, no sé si están al tanto, pero la vara que pasó hoy en Heredia al mediodía fue una completa locura. Estaba uno tranquilo, pensando en el almuerzo y en que ya casi arrancaba el fin de semana, cuando ¡pum! La naturaleza decide que es un buen momento para recordarnos quién manda. Literal, se armó un despiche de los buenos en Mercedes Norte, específicamente en el Campo Ferial, y no fue por ningún concierto ni evento masivo. Un tornado, así como lo oyen, se dio un paseo por la zona y dejó un reguero que va a tomar un buen rato limpiar.
Según los reportes oficiales que empezaron a circular casi de inmediato, la emergencia se registró a eso de las 12:49 p. m. ¡Qué sal! Justo a esa hora. El resultado fue el que uno se podría imaginar: techos desprendidos, latas volando por los aires que terminaron enredadas en el tendido eléctrico y un caos generalizado. Imagínense el susto para los vecinos, ver cómo los chunches y los techos de las casas empiezan a volar como si fueran de papel. Los Bomberos, que llegaron rapidísimo, confirmaron que el principal problema eran las estructuras dañadas y los cables de alta tensión tirados en el suelo, una combinación para nada bonita.
Obviamente, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) se activó de una vez. Ya el Comité Municipal de Emergencias de Heredia anda en la zona viendo qué se puede hacer y evaluando los daños, que por lo visto no son poca cosa. A la pobre gente de la CNE y a los Bomberos les cayó un brete de última hora que ni se la esperaban, todo para controlar la situación y asegurarse de que no pasara a más. De hecho, como medida de precaución, la CNE ya tiró una Alerta Verde para todo el territorio nacional. Así que no es vara, el mensaje es claro: mucho ojo con los vientos y las lluvias fuertes, porque el clima anda más impredecible que nunca.
Más allá de los reportes oficiales, pensemos un toque en el impacto real de este desastre. Para la gente que vive ahí, fue un susto de muerte y ahora tienen que lidiar con los arreglos y los daños materiales. ¡Qué torta empezar el fin de semana así! A más de uno se le fue el plan del día completamente al traste. Y ni qué decir de cualquier evento que estuviera planeado en el Campo Ferial. Todo eso, por ahora, queda en el aire, y nunca mejor dicho. Este tipo de eventos nos obliga a pensar si de verdad estamos preparados para un clima que cada vez nos sorprende más con fenómenos que antes veíamos solo en las películas.
En fin, un viernes para el olvido en Heredia. Un recordatorio de que, aunque estemos acostumbrados a la lluvia y al viento, a veces la cosa se puede poner mucho más seria de lo que esperamos. Ojalá los daños no sean tan graves como parecen y que la gente afectada reciba la ayuda que necesita rápido. La vara ahora es mantenerse alerta y cuidarse. Y bueno, como siempre, este espacio es para que hablemos las cosas como son. ¿Alguno de ustedes es de la zona o estaba cerca cuando pasó todo? Cuenten cómo se vivió, porque una cosa es leer la noticia y otra muy diferente es vivir el despiche en carne propia.
Según los reportes oficiales que empezaron a circular casi de inmediato, la emergencia se registró a eso de las 12:49 p. m. ¡Qué sal! Justo a esa hora. El resultado fue el que uno se podría imaginar: techos desprendidos, latas volando por los aires que terminaron enredadas en el tendido eléctrico y un caos generalizado. Imagínense el susto para los vecinos, ver cómo los chunches y los techos de las casas empiezan a volar como si fueran de papel. Los Bomberos, que llegaron rapidísimo, confirmaron que el principal problema eran las estructuras dañadas y los cables de alta tensión tirados en el suelo, una combinación para nada bonita.
Obviamente, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) se activó de una vez. Ya el Comité Municipal de Emergencias de Heredia anda en la zona viendo qué se puede hacer y evaluando los daños, que por lo visto no son poca cosa. A la pobre gente de la CNE y a los Bomberos les cayó un brete de última hora que ni se la esperaban, todo para controlar la situación y asegurarse de que no pasara a más. De hecho, como medida de precaución, la CNE ya tiró una Alerta Verde para todo el territorio nacional. Así que no es vara, el mensaje es claro: mucho ojo con los vientos y las lluvias fuertes, porque el clima anda más impredecible que nunca.
Más allá de los reportes oficiales, pensemos un toque en el impacto real de este desastre. Para la gente que vive ahí, fue un susto de muerte y ahora tienen que lidiar con los arreglos y los daños materiales. ¡Qué torta empezar el fin de semana así! A más de uno se le fue el plan del día completamente al traste. Y ni qué decir de cualquier evento que estuviera planeado en el Campo Ferial. Todo eso, por ahora, queda en el aire, y nunca mejor dicho. Este tipo de eventos nos obliga a pensar si de verdad estamos preparados para un clima que cada vez nos sorprende más con fenómenos que antes veíamos solo en las películas.
En fin, un viernes para el olvido en Heredia. Un recordatorio de que, aunque estemos acostumbrados a la lluvia y al viento, a veces la cosa se puede poner mucho más seria de lo que esperamos. Ojalá los daños no sean tan graves como parecen y que la gente afectada reciba la ayuda que necesita rápido. La vara ahora es mantenerse alerta y cuidarse. Y bueno, como siempre, este espacio es para que hablemos las cosas como son. ¿Alguno de ustedes es de la zona o estaba cerca cuando pasó todo? Cuenten cómo se vivió, porque una cosa es leer la noticia y otra muy diferente es vivir el despiche en carne propia.
