Diay, maes, ¿listos para la noticia que le va a amargar el cafecito a más de uno? Si usted tiene un emprendimiento, un brete por la libre, vende queques o hasta da clases de yoga y cobra todo muy convenientemente por SINPE Móvil, póngale atención a esta vara. A partir de este 1 de septiembre, se acabó el recreo. El Ministerio de Hacienda, ese compa que nunca duerme, decidió que ya era hora de meter la cuchara en esos pagos y ahora exige que todo, absolutamente todo, quede reportado en las facturas electrónicas. Así que si usted era de los que pensaba que el SINPE era una especie de paraíso fiscal en el celular, pues... ¡qué torta! El juego cambió y ahora la cosa se puso seria.
Pero vamos por partes, para que no se arme un despiche. ¿De dónde salió todo esto? La movida viene con la “actualización” del sistema de facturación electrónica, la famosa versión 4.4. En español simple, Hacienda le metió mano al chunche que usan todos los comercios para hacer facturas y agregó nuevas casillas. Antes, uno ponía "transferencia" o "tarjeta" y listo. Ahora, el sistema exige ser súper específico. Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo: crearon un código nuevo, el "06", exclusivo para reportar pagos recibidos por SINPE Móvil. También metieron otros como PayPal, por si acaso. La vara es que ya no hay forma de hacerse el maje; si le pagaron por SINPE, tiene que marcar la casilla 06 y Hacienda se da por enterada al instante.
Y para que no crean que es un simple chambre, la que salió a cantar la tabla fue Dunia Zamora, la presidenta del Colegio de Contadores Públicos. La mae fue clarísima y sin rodeos: esto no es un impuesto nuevo ni una obligación sacada de la manga. Legalmente, la obligación de declarar esos ingresos siempre ha existido. Si usted vende algo o da un servicio, tiene que estar inscrito, cobrar IVA según corresponda y declarar renta. Lo que cambia ahora es que el sistema lo obliga a ser transparente. Es como cuando su mamá no le preguntaba si había hecho la tarea, sino que le pedía que se la enseñara. La obligación era la misma, pero el método de control es mucho más directo. Se acabaron las zonas grises.
Entonces, ¿qué le toca hacer a la gente que de un pronto a otro se dio cuenta que estaba en el limbo? Según Zamora, básicamente hay dos sopas. La primera, y la más económica, es usar el facturador gratuito que ofrece el propio Ministerio de Hacienda. Es básico, pero cumple con el requisito. La segunda opción es contratar a alguna de las muchísimas empresas que ofrecen sistemas de facturación electrónica, que usualmente son más amigables y tienen más funciones. El consejo de oro que dan los que saben es que no se la juegue de vivo. Mejor búsquese un contador que le aclare el panorama, porque hay gente que podría aplicar al régimen simplificado y ni siquiera lo sabe. Asesorarse bien puede ahorrarle un buen dolor de cabeza y, sobre todo, una multa que lo deje salado.
Al final del día, esta medida va a sacudir el panal de un montón de pequeños negocios y profesionales independientes que encontraron en el SINPE Móvil una herramienta increíblemente ágil para su día a día. Es el fin de una era de informalidad conveniente. Ahora toca ver cómo reacciona la gente. ¿Servirá para que muchos se formalicen y aporten como debe ser, o simplemente complicará más el ya difícil camino de emprender en Costa Rica? El tiempo lo dirá, pero de que esto va a generar roncha, va a generar roncha. Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que es una medida justa para poner orden o solo un despiche más para el que la pulsea todos los días? ¡Cuenten a ver!
Pero vamos por partes, para que no se arme un despiche. ¿De dónde salió todo esto? La movida viene con la “actualización” del sistema de facturación electrónica, la famosa versión 4.4. En español simple, Hacienda le metió mano al chunche que usan todos los comercios para hacer facturas y agregó nuevas casillas. Antes, uno ponía "transferencia" o "tarjeta" y listo. Ahora, el sistema exige ser súper específico. Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo: crearon un código nuevo, el "06", exclusivo para reportar pagos recibidos por SINPE Móvil. También metieron otros como PayPal, por si acaso. La vara es que ya no hay forma de hacerse el maje; si le pagaron por SINPE, tiene que marcar la casilla 06 y Hacienda se da por enterada al instante.
Y para que no crean que es un simple chambre, la que salió a cantar la tabla fue Dunia Zamora, la presidenta del Colegio de Contadores Públicos. La mae fue clarísima y sin rodeos: esto no es un impuesto nuevo ni una obligación sacada de la manga. Legalmente, la obligación de declarar esos ingresos siempre ha existido. Si usted vende algo o da un servicio, tiene que estar inscrito, cobrar IVA según corresponda y declarar renta. Lo que cambia ahora es que el sistema lo obliga a ser transparente. Es como cuando su mamá no le preguntaba si había hecho la tarea, sino que le pedía que se la enseñara. La obligación era la misma, pero el método de control es mucho más directo. Se acabaron las zonas grises.
Entonces, ¿qué le toca hacer a la gente que de un pronto a otro se dio cuenta que estaba en el limbo? Según Zamora, básicamente hay dos sopas. La primera, y la más económica, es usar el facturador gratuito que ofrece el propio Ministerio de Hacienda. Es básico, pero cumple con el requisito. La segunda opción es contratar a alguna de las muchísimas empresas que ofrecen sistemas de facturación electrónica, que usualmente son más amigables y tienen más funciones. El consejo de oro que dan los que saben es que no se la juegue de vivo. Mejor búsquese un contador que le aclare el panorama, porque hay gente que podría aplicar al régimen simplificado y ni siquiera lo sabe. Asesorarse bien puede ahorrarle un buen dolor de cabeza y, sobre todo, una multa que lo deje salado.
Al final del día, esta medida va a sacudir el panal de un montón de pequeños negocios y profesionales independientes que encontraron en el SINPE Móvil una herramienta increíblemente ágil para su día a día. Es el fin de una era de informalidad conveniente. Ahora toca ver cómo reacciona la gente. ¿Servirá para que muchos se formalicen y aporten como debe ser, o simplemente complicará más el ya difícil camino de emprender en Costa Rica? El tiempo lo dirá, pero de que esto va a generar roncha, va a generar roncha. Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Creen que es una medida justa para poner orden o solo un despiche más para el que la pulsea todos los días? ¡Cuenten a ver!