Maes, ¿se acuerdan del caso de Martín, el perrito que unos salvajes arrastraron en Moravia? Diay, una de esas varas que le revuelven a uno el estómago y le hacen perder la fe en la humanidad. Pero en medio de ese despiche, apareció una luz: la gente de la Fundación Nórdicos de Costa Rica. Ellos se hicieron cargo del campeón, le están dando todo el amor y cuidado del mundo, y honestamente, ¡qué nivel de personas! Son la prueba de que todavía hay gente buena haciendo la diferencia, jugándosela por los que no tienen voz. Pero como suele pasar en este país, los héroes a menudo son los que más ayuda necesitan, y ahorita, la vara con ellos está seria.
El asunto es que la fundación acaba de tirar la alerta: están hasta el cuello. Completamente al tope de su capacidad. Y no, no es solo por Martín. Él es, digamos, la cara visible de un problema mucho más grande. Detrás de él hay un montón de peludos más —Oso, Mishu, Lily, Coco, y un larguísimo etcétera— esperando una segunda oportunidad. La carta que publicaron es un llamado de auxilio clarísimo. Tienen el corazón gigante, pero el espacio y los recursos son finitos. Por eso, se mandaron con una iniciativa que me parece de lo más tuanis: una feria de adopción este mismo sábado. La misión es simple pero vital: encontrarles una choza de verdad a estos compas de cuatro patas.
Apúntense la jugada, porque esta es la parte importante. La feria va a ser este sábado 6 de setiembre, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde. La ubicación es al costado oeste del cementerio de Purral, y si ponen "Fundación Nórdicos de Costa Rica" en Waze o Maps, llegan de una. Esta es la oportunidad de oro no solo para conocer a los cargas que hacen este brete increíble, sino para conocer al que podría ser su nuevo mejor amigo. Es una oportunidad para cambiar una vida, y de paso, la suya. Porque seamos honestos, no hay nada como el amor incondicional de un zaguatito agradecido.
Ahora, ojo, que la vara es seria y ellos se la toman así. No es que usted llega, escoge el más bonito y se lo lleva como si fuera un chunche. ¡Para nada! Tienen una lista de requisitos que a primera vista puede parecer estricta, pero que en el fondo demuestra el compromiso que tienen. Piden cosas lógicas: tener casa propia, presentar fotos de la propiedad para ver que todo esté en orden, tener un patio seguro con cierre perimetral (¡cero escapes!), una economía estable para que al perrito no le falte la papa, y por supuesto, presentar la cédula. Si ya tienes otros perros, hay que llevarlos para que se conozcan. Y sí, hay una cuota de adopción. Esto no es para complicar las cosas, es un filtro para asegurarse de que cada uno de esos animales termine en el mejor hogar posible, y no de vuelta en la calle en un par de meses.
Y bueno, seamos realistas: no todo el mundo puede adoptar ahora mismo. Tal vez el espacio no da, el tiempo es corto o ya tienen la manada completa. ¡Pero igual se puede ayudar! La fundación está pasando un momento económico complicado y cualquier ayuda es un mundo. Publicaron su SINPE Móvil (6322-6120) y sus cuentas del BAC (IBAN CR05010200009539208576), todo a nombre de la fundación. Una ayudita, por pequeña que sea, se convierte en comida, medicinas y cuidados para todos esos peludos. Así que no hay excusa para no ponerse la camiseta. La situación que los llevó a este punto es terrible, pero la respuesta de la comunidad puede ser algo a cachete.
Diay maes, ¿qué les parece todo esto? ¿Se animan a ir a la feria o a pasarle el santo a alguien que ande buscando un compa? ¿Qué opinan de los requisitos que piden para adoptar, les parecen justos, muy estrictos o necesarios? ¡Los leo en los comentarios!
El asunto es que la fundación acaba de tirar la alerta: están hasta el cuello. Completamente al tope de su capacidad. Y no, no es solo por Martín. Él es, digamos, la cara visible de un problema mucho más grande. Detrás de él hay un montón de peludos más —Oso, Mishu, Lily, Coco, y un larguísimo etcétera— esperando una segunda oportunidad. La carta que publicaron es un llamado de auxilio clarísimo. Tienen el corazón gigante, pero el espacio y los recursos son finitos. Por eso, se mandaron con una iniciativa que me parece de lo más tuanis: una feria de adopción este mismo sábado. La misión es simple pero vital: encontrarles una choza de verdad a estos compas de cuatro patas.
Apúntense la jugada, porque esta es la parte importante. La feria va a ser este sábado 6 de setiembre, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde. La ubicación es al costado oeste del cementerio de Purral, y si ponen "Fundación Nórdicos de Costa Rica" en Waze o Maps, llegan de una. Esta es la oportunidad de oro no solo para conocer a los cargas que hacen este brete increíble, sino para conocer al que podría ser su nuevo mejor amigo. Es una oportunidad para cambiar una vida, y de paso, la suya. Porque seamos honestos, no hay nada como el amor incondicional de un zaguatito agradecido.
Ahora, ojo, que la vara es seria y ellos se la toman así. No es que usted llega, escoge el más bonito y se lo lleva como si fuera un chunche. ¡Para nada! Tienen una lista de requisitos que a primera vista puede parecer estricta, pero que en el fondo demuestra el compromiso que tienen. Piden cosas lógicas: tener casa propia, presentar fotos de la propiedad para ver que todo esté en orden, tener un patio seguro con cierre perimetral (¡cero escapes!), una economía estable para que al perrito no le falte la papa, y por supuesto, presentar la cédula. Si ya tienes otros perros, hay que llevarlos para que se conozcan. Y sí, hay una cuota de adopción. Esto no es para complicar las cosas, es un filtro para asegurarse de que cada uno de esos animales termine en el mejor hogar posible, y no de vuelta en la calle en un par de meses.
Y bueno, seamos realistas: no todo el mundo puede adoptar ahora mismo. Tal vez el espacio no da, el tiempo es corto o ya tienen la manada completa. ¡Pero igual se puede ayudar! La fundación está pasando un momento económico complicado y cualquier ayuda es un mundo. Publicaron su SINPE Móvil (6322-6120) y sus cuentas del BAC (IBAN CR05010200009539208576), todo a nombre de la fundación. Una ayudita, por pequeña que sea, se convierte en comida, medicinas y cuidados para todos esos peludos. Así que no hay excusa para no ponerse la camiseta. La situación que los llevó a este punto es terrible, pero la respuesta de la comunidad puede ser algo a cachete.
Diay maes, ¿qué les parece todo esto? ¿Se animan a ir a la feria o a pasarle el santo a alguien que ande buscando un compa? ¿Qué opinan de los requisitos que piden para adoptar, les parecen justos, muy estrictos o necesarios? ¡Los leo en los comentarios!
