Al principio era una noticita de segunta clase, de esas noticias que no hay motivo para no publicr en un cuarto de página de la sección de "Faràndula" de Al Día. Pero, oh Dios, quién se iba a imaginar que aquello iba a ser una bola de nieve en la cima de un cerro nevado.
Pronto en los noticiarios de la televisión empezaron a darle más y más importancia a un hecho (la participación de una adolescente en un programa de televisión por cable en un país que muy poco o nada tiene que ver con Costa Rica: Argentina) un hecho que en otros países no pasaba de lo anecdótico.
Antes de seguir, quiero aclarar que no tengo nada en contra de ella, que no es la responsable de la zozobra imperdonable de este país en los mares de la mediocridad y la indecencia. El alud llegaría en los próximos días, cuando la participación de esta inocente niña llegaría a ya no aparecer, sino apoderarse de los medios de comunicación colectiva del país: televisión, radio, periódicos; quitándole el campo a informaciones mucho más importantes, como los medios para evitar la violencia ciudadana (el suicidio de Burgos, el crimen de niños...), la violación de los derechos a la minorías (la marginación que la Asamble Legislativa hizo de la voz de los indígenas durante la discusión del último proyecto relativo al TLC...). Era insoportable, donde quiera que uno viera la bendita muchacha aparecía en pantalla. ¡Ya no podía ser peor!
Al menos eso uno creía, la verdad es que de los numerosos errores cometidos por nuestro presidente el Dr. Óscar Arias Sánchez, uno de los más disparatados ha sido la patética declaratoria de interés cultural a la participación de esta niña María José en el aún más patético programa reciclado de televisión por cable. Créanlo o no, estimados lectores, para don Óscar Arias, Latin American Idol de Argentina es de interés cultural para Costa Rica. Y uno se pregunta: ¿ahora qué seguirá?
Para no hacer de este mensaje un testamento interminable, diré tres cosas finales:
El concurso de Latin American Idol no premia a quienes cantan bien, sino a quienes logran reunir más votos. ¿Se acuerdan de aquellos reinados infantiles de la escuela, en los que la más graciosa no ganaba, sino la hija del Secretario de la Junta de Educación? Pues así es Lain American Idol, el talento está en segundo plano y los votos (léase, el dinero) es lo más importante.
Si todo el dinero que los familiares, amigos y demás personas de María José le han regalado al canal de cable argenino (Sony Entertainment) se hubiera empleado en comprar alimentos para los mismos indígenas que el gobierno ha escogido soslayar, más de un niño que se despertó hoy, no estaría llorando por hambre.
Si nosotros, como costarricenses, tuviéramos fe en el trabajo, ambición profesional y un poco de visión hacia el futuro, no tendríamos cifradas nuestras esperanzas de felicidad en los caprichos de una televisora multinacional y en la frugalidad de un programa de televisón de segundo orden.
PS: Aprovecho para invitarlos al subforo de El Filólogo en Línea (ese soy yo):
el-fiilologo-en-linea-f83.html
Pronto en los noticiarios de la televisión empezaron a darle más y más importancia a un hecho (la participación de una adolescente en un programa de televisión por cable en un país que muy poco o nada tiene que ver con Costa Rica: Argentina) un hecho que en otros países no pasaba de lo anecdótico.
Antes de seguir, quiero aclarar que no tengo nada en contra de ella, que no es la responsable de la zozobra imperdonable de este país en los mares de la mediocridad y la indecencia. El alud llegaría en los próximos días, cuando la participación de esta inocente niña llegaría a ya no aparecer, sino apoderarse de los medios de comunicación colectiva del país: televisión, radio, periódicos; quitándole el campo a informaciones mucho más importantes, como los medios para evitar la violencia ciudadana (el suicidio de Burgos, el crimen de niños...), la violación de los derechos a la minorías (la marginación que la Asamble Legislativa hizo de la voz de los indígenas durante la discusión del último proyecto relativo al TLC...). Era insoportable, donde quiera que uno viera la bendita muchacha aparecía en pantalla. ¡Ya no podía ser peor!
Al menos eso uno creía, la verdad es que de los numerosos errores cometidos por nuestro presidente el Dr. Óscar Arias Sánchez, uno de los más disparatados ha sido la patética declaratoria de interés cultural a la participación de esta niña María José en el aún más patético programa reciclado de televisión por cable. Créanlo o no, estimados lectores, para don Óscar Arias, Latin American Idol de Argentina es de interés cultural para Costa Rica. Y uno se pregunta: ¿ahora qué seguirá?
Para no hacer de este mensaje un testamento interminable, diré tres cosas finales:
El concurso de Latin American Idol no premia a quienes cantan bien, sino a quienes logran reunir más votos. ¿Se acuerdan de aquellos reinados infantiles de la escuela, en los que la más graciosa no ganaba, sino la hija del Secretario de la Junta de Educación? Pues así es Lain American Idol, el talento está en segundo plano y los votos (léase, el dinero) es lo más importante.
Si todo el dinero que los familiares, amigos y demás personas de María José le han regalado al canal de cable argenino (Sony Entertainment) se hubiera empleado en comprar alimentos para los mismos indígenas que el gobierno ha escogido soslayar, más de un niño que se despertó hoy, no estaría llorando por hambre.
Si nosotros, como costarricenses, tuviéramos fe en el trabajo, ambición profesional y un poco de visión hacia el futuro, no tendríamos cifradas nuestras esperanzas de felicidad en los caprichos de una televisora multinacional y en la frugalidad de un programa de televisón de segundo orden.
PS: Aprovecho para invitarlos al subforo de El Filólogo en Línea (ese soy yo):
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