Mae, póngale atención a esta vara porque el brete en Zapote y Cuesta de Moras se está poniendo color de hormiga. Resulta que, como si no tuviéramos suficientes novelas, ahora se nos viene un capítulo de alto calibre: el mismísimo presidente de la República, Rodrigo Chaves, tiene fecha para sentarse en la silla caliente frente a los diputados. Apunte en la agenda: viernes 22 de agosto. Ese día, el Presi está citado para dar la cara en la comisión especial que va a decidir si le levantan o no la inmunidad. ¡Casi nada!
El despiche se origina por la acusación que le tiene montada la Fiscalía General por el supuesto delito de concusión en el famoso caso del BCIE. Para los que no están en la jugada, concusión es cuando un funcionario público, abusando de su poder, le exige a alguien plata o cualquier otro beneficio. O sea, no es un tema para tomarse a la ligera. La invitación ya fue enviada a Casa Presidencial, y ahora todo el mundo está a la expectativa de si Chaves llegará a defenderse o si mandará a alguien. Junto a él, también está llamado el ministro de Cultura, Jorge Rodríguez, que anda metido en el mismo enredo. La papa está que quema.
Y, ¿quiénes son los encargados de este circo? La comisión está cortita pero potente: la liberacionista Andrea Álvarez, que además la preside; Daniel Vargas, de la fracción oficialista (imagínense la tensión ahí); y Rocío Alfaro, del Frente Amplio. Tres perspectivas que garantizan que de esa sala van a salir chispas. De hecho, ya empezaron a mover el esqueleto y este mismo viernes se traen al Fiscal General, Carlo Díaz, para que les eche el cuento completo. Esta gente no está jugando, tienen un reloj de 20 días para investigar todo el expediente judicial, escuchar a las partes y parir un informe que se leerá en el Plenario.
Ahora, aquí es donde la aritmética política se vuelve un dolor de cabeza. Una vez que la comisión presente su informe, el Presi y su ministro tendrán 30 minutos para defenderse frente a los 57 diputados. Luego, se retiran y empieza el debate de verdad, donde cada dipu tiene hasta 15 minutos para hablar. Para que la Asamblea le quite el fuero a Chaves y lo mande a la Corte Suprema de Justicia, necesitan conseguir 38 votos. ¡38! Eso es un montón y requiere que más de una bancada se ponga de acuerdo, una hazaña que en nuestro Congreso es más difícil que ver llover para arriba. Si no lo logran, el tema muere ahí. Si lo logran, el presidente quedaría bien salado y a disposición de la Corte.
Esta no es la primera vez que los diputados le ponen el ojo a Chaves, ya otras comisiones lo han querido llamar a cuentas, pero esta vara de la inmunidad es otro nivel de seriedad. Estamos hablando del futuro político inmediato del país y de un precedente que podría marcar un antes y un después. Cada bando está afilando sus cuchillos, preparando sus argumentos y, sobre todo, contando los votos. Si alguien se jala una torta en este proceso, ya sea por un error técnico o una mala jugada política, las consecuencias pueden ser monumentales.
Ustedes qué dicen, foreros: ¿Creen que los diputados consigan los 38 votos para levantarle la inmunidad al Presi? ¿O es pura hablada y al final no va a pasar nada?
El despiche se origina por la acusación que le tiene montada la Fiscalía General por el supuesto delito de concusión en el famoso caso del BCIE. Para los que no están en la jugada, concusión es cuando un funcionario público, abusando de su poder, le exige a alguien plata o cualquier otro beneficio. O sea, no es un tema para tomarse a la ligera. La invitación ya fue enviada a Casa Presidencial, y ahora todo el mundo está a la expectativa de si Chaves llegará a defenderse o si mandará a alguien. Junto a él, también está llamado el ministro de Cultura, Jorge Rodríguez, que anda metido en el mismo enredo. La papa está que quema.
Y, ¿quiénes son los encargados de este circo? La comisión está cortita pero potente: la liberacionista Andrea Álvarez, que además la preside; Daniel Vargas, de la fracción oficialista (imagínense la tensión ahí); y Rocío Alfaro, del Frente Amplio. Tres perspectivas que garantizan que de esa sala van a salir chispas. De hecho, ya empezaron a mover el esqueleto y este mismo viernes se traen al Fiscal General, Carlo Díaz, para que les eche el cuento completo. Esta gente no está jugando, tienen un reloj de 20 días para investigar todo el expediente judicial, escuchar a las partes y parir un informe que se leerá en el Plenario.
Ahora, aquí es donde la aritmética política se vuelve un dolor de cabeza. Una vez que la comisión presente su informe, el Presi y su ministro tendrán 30 minutos para defenderse frente a los 57 diputados. Luego, se retiran y empieza el debate de verdad, donde cada dipu tiene hasta 15 minutos para hablar. Para que la Asamblea le quite el fuero a Chaves y lo mande a la Corte Suprema de Justicia, necesitan conseguir 38 votos. ¡38! Eso es un montón y requiere que más de una bancada se ponga de acuerdo, una hazaña que en nuestro Congreso es más difícil que ver llover para arriba. Si no lo logran, el tema muere ahí. Si lo logran, el presidente quedaría bien salado y a disposición de la Corte.
Esta no es la primera vez que los diputados le ponen el ojo a Chaves, ya otras comisiones lo han querido llamar a cuentas, pero esta vara de la inmunidad es otro nivel de seriedad. Estamos hablando del futuro político inmediato del país y de un precedente que podría marcar un antes y un después. Cada bando está afilando sus cuchillos, preparando sus argumentos y, sobre todo, contando los votos. Si alguien se jala una torta en este proceso, ya sea por un error técnico o una mala jugada política, las consecuencias pueden ser monumentales.
Ustedes qué dicen, foreros: ¿Creen que los diputados consigan los 38 votos para levantarle la inmunidad al Presi? ¿O es pura hablada y al final no va a pasar nada?