Yo no soy tan viejo como les va a parecer con este comentario, pero posiblemente muchos de los del foro no sepan de qué se trata el Manual de Urbanidad Carreño.
Este era un librito de lectura oficial en las escuelas y colegios. Contenía una serie de buenas normas de urbanidad que permitían que fuéramos agradables a los demás (o al menos que no fuéramos desagradables).
Tenía algunas normas que hoy podemos considerar completamente infundadas u obsoletas, como la que indicaba que el hombre debía de andar dos pañuelos, uno para uso personal y otro para prestar. También hablaba de no rascarse con un lapicero y otras cosas más, como no masticar el hielo o hacer sonar la absorción con pajilla cuando el refresco se acabó.
Puede que eso esté pasado de moda, pero las cosas que dan asco (como eso que mencionan de escarbarse los dientes después de comer y en presencia de todos) es algo que me parece nunca va a ser admitido.
Una costumbre oriental les obliga a tapar con la otra mano la acción de escarbarse los dientes....pero es igual de asqueroso, pues no sólo uno se imagina lo que está haciendo sino que los sonidos lo delatan.
Hábitos que son de mal gusto según ese manual:
.- Chuparse o morderse un mechón de pelo .
.- Morderse las uñas o cutículas.
.- Sentarse con las piernas separadas o con las piernas cruzadas o torcidas de una manera poco convencional.
. - Masticar chicle mientras habla o con la boca abierta.
.- Fumar en la calle o hacerlo sin haber pedido permiso a los presentes, especialmente a sabiendas de que el olor a cigarro puede ofender o incomodar a alguien.
.- Tener un cigarrillo en los labios mientras habla.
.- Hacer que los demás se sientan culpables o incómodos mientras comen algún delicioso postre solamente porque usted debe abstenerse debido a alguna dieta.
.- Rascarse o pellizcarse la cara.
.- Cometer la indiscreción de hacerle alguna pregunta íntima a alguien en voz alta: ¿Es eso una peluca?
.- Usar un cepillo o peine sucios.
.- Aplicarse maquillaje o peinarse en la mesa de comer.
.- Usar rulos en el cabello en público.
.- Llevar esmalte de uñas descascarado, uñas partidas o maltratadas o, peor aún, sucias.
.- Una línea demasiado dramática y notable que delimite claramente dónde termina el maquillaje y dónde comienza el color natural de la piel.
.- Hablar demasiado o en detalle de excentricidades personales: operaciones, enfermedades, neurosis, alergias, accidentes, etc.
.- Comer ruidosamente haciendo gestos exagerados.
.- Introducir pedazos de comida demasiado grandes a la boca.