Diay maes, ¿se acuerdan cuando un evento de Apple de verdad paraba el mundo? O sea, uno dejaba lo que estaba haciendo para ver a Steve Jobs con su suéter negro sacar un chunche que cambiaba las reglas del juego. La vara es que el evento de esta semana se sintió… diferente. Apple soltó la bomba del iPhone 17, con un modelo “Air” que es más delgado que una galleta de soda, pero la procesión va por dentro. Entre la presión de la Casa Blanca para que dejen de fabricar todo en China y la duda generalizada de si de verdad entienden para dónde va el mundo de la inteligencia artificial (IA), la manzana parece que ya no está tan lustrosa.
Hablemos del juguetito nuevo, el iPhone 17 Air. Mae, hay que ser justos: el diseño es impresionante. ¡Qué nivel de delgadez! Con solo 5.6 mm, es casi ridículo. Tim Cook lo llamó una “revolución total”, y por $999 le metieron el nuevo chip A19 Pro, que promete ser una bestia, y una batería que supuestamente aguanta todo el día. Además, le dijeron adiós para siempre a las tarjetas SIM físicas, una movida que ya se veía venir. Es un chuzo de teléfono, no hay duda, pero se siente como si Apple estuviera apostando todo a la apariencia, esperando que un diseño súper sexy nos haga olvidar que su competencia les está comiendo el mandado en otras áreas.
Y aquí es donde la cosa se pone color de hormiga: la inteligencia artificial. Apple sacó su “Apple Intelligence” el año pasado y, seamos honestos, ha sido un fiasco. Prometieron el oro y el moro, y al final Siri sigue siendo tan básica que a veces uno le pregunta el clima y parece que se le va a jalar una torta existencial. Mientras otras empresas tienen IAs que casi te escriben la tesis, la de Apple con costos te pone un timer. En este lanzamiento metieron IA generativa en los nuevos iPhones, sí, pero fueron puras mejoras menores. Ningún anuncio matador, ninguna función que uno diga “¡wow, necesito esto!”. Es como si estuvieran haciendo el brete a medias, y en esta carrera, eso es fatal.
Todo este despiche ocurre con un nubarrón político y económico encima que no es jugando. Las políticas de aranceles de Trump les están saliendo carísimas, con pérdidas de cientos de millones de dólares. ¡Qué sal! Y en lugar de subir los precios del iPhone, los mantuvieron, lo que significa que van a ganar menos plata por cada teléfono. Estratégicamente, el diseño ultradelgado podría ser una jugada para preparar el terreno para su rumorado iPhone plegable y así poderle competir de frente a Samsung y Huawei, que ya llevan años en esa fiesta. Pero hacer un chunche tan flaco es más caro y complica la vida de la batería, aunque juren que aguanta 24 horas. Amanecerá y veremos.
Al final del día, la presentación nos dejó más preguntas que respuestas. Sí, sacaron un teléfono increíblemente delgado, unos AirPods Pro 3 con traducción en tiempo real (¡eso sí está tuanis!) y un nuevo Apple Watch. Pero el elefante en la habitación sigue ahí, gigante y con un letrero de neón que dice “IA”. Apple está en una encrucijada: seguir vendiéndonos hardware precioso o ponerse las pilas y entrar de lleno a la revolución del software inteligente. La pregunta del millón, maes: ¿es este iPhone 17 Air la genialidad que Apple necesita para volver a la cima, o solo un chunche carísimo y muy delgado para tapar que se están quedando atrás en lo que de verdad importa? ¿Ustedes se lo comprarían o esperan a ver si la vara con la IA mejora? ¡Los leo!
Hablemos del juguetito nuevo, el iPhone 17 Air. Mae, hay que ser justos: el diseño es impresionante. ¡Qué nivel de delgadez! Con solo 5.6 mm, es casi ridículo. Tim Cook lo llamó una “revolución total”, y por $999 le metieron el nuevo chip A19 Pro, que promete ser una bestia, y una batería que supuestamente aguanta todo el día. Además, le dijeron adiós para siempre a las tarjetas SIM físicas, una movida que ya se veía venir. Es un chuzo de teléfono, no hay duda, pero se siente como si Apple estuviera apostando todo a la apariencia, esperando que un diseño súper sexy nos haga olvidar que su competencia les está comiendo el mandado en otras áreas.
Y aquí es donde la cosa se pone color de hormiga: la inteligencia artificial. Apple sacó su “Apple Intelligence” el año pasado y, seamos honestos, ha sido un fiasco. Prometieron el oro y el moro, y al final Siri sigue siendo tan básica que a veces uno le pregunta el clima y parece que se le va a jalar una torta existencial. Mientras otras empresas tienen IAs que casi te escriben la tesis, la de Apple con costos te pone un timer. En este lanzamiento metieron IA generativa en los nuevos iPhones, sí, pero fueron puras mejoras menores. Ningún anuncio matador, ninguna función que uno diga “¡wow, necesito esto!”. Es como si estuvieran haciendo el brete a medias, y en esta carrera, eso es fatal.
Todo este despiche ocurre con un nubarrón político y económico encima que no es jugando. Las políticas de aranceles de Trump les están saliendo carísimas, con pérdidas de cientos de millones de dólares. ¡Qué sal! Y en lugar de subir los precios del iPhone, los mantuvieron, lo que significa que van a ganar menos plata por cada teléfono. Estratégicamente, el diseño ultradelgado podría ser una jugada para preparar el terreno para su rumorado iPhone plegable y así poderle competir de frente a Samsung y Huawei, que ya llevan años en esa fiesta. Pero hacer un chunche tan flaco es más caro y complica la vida de la batería, aunque juren que aguanta 24 horas. Amanecerá y veremos.
Al final del día, la presentación nos dejó más preguntas que respuestas. Sí, sacaron un teléfono increíblemente delgado, unos AirPods Pro 3 con traducción en tiempo real (¡eso sí está tuanis!) y un nuevo Apple Watch. Pero el elefante en la habitación sigue ahí, gigante y con un letrero de neón que dice “IA”. Apple está en una encrucijada: seguir vendiéndonos hardware precioso o ponerse las pilas y entrar de lleno a la revolución del software inteligente. La pregunta del millón, maes: ¿es este iPhone 17 Air la genialidad que Apple necesita para volver a la cima, o solo un chunche carísimo y muy delgado para tapar que se están quedando atrás en lo que de verdad importa? ¿Ustedes se lo comprarían o esperan a ver si la vara con la IA mejora? ¡Los leo!
