Mae, hay noticias que simplemente le alegran a uno el cafecito de la mañana. Resulta que la gente de Autopistas del Sol, los meros meros de la Ruta 27, se quisieron pasar de listos y salieron más que salados. Intentaron jugar la carta de la "víctima" ante la Sala Constitucional para que les quitaran una multa que, según ellos, era un abuso. ¿El resultado? La Sala IV, por unanimidad, les paró el carro en seco y les dijo, en el más fino lenguaje legal, que se dejaran de varas. El plan para librarse de las multas millonarias se les fue al traste, y la verdad, cuesta no sentir un poquito de justicia poética en todo esto.
Vamos a desmenuzar el despiche. La vara es que a Autopistas del Sol le clavaron una sanción con base en el artículo 50 de la Ley de Concesiones. Obviamente, no les cuadró nadita y mandaron a su abogado a llorar a la Sala, alegando que esa ley era inconstitucional. Su argumento era que la multa era un solo monto fijo, un garrotazo sin importar si el incumplimiento era una torta monumental o un pecadillo menor. Decían que eso era "desproporcionado" porque no permitía "graduar" el castigo. En tico simple: querían que si la regaban poquito, la multa fuera casi simbólica. Una movida para tener más margen de maniobra, ¿no? El típico "ups, perdón, no lo vuelvo a hacer" con la esperanza de que la multa sea más barata que arreglar el problema de fondo.
Pero aquí es donde la cosa se pone buena. Los magistrados de la Sala IV no se comieron el cuento. Su respuesta fue, básicamente, un recordatorio de que manejar una concesión de obra pública no es como administrar una pulpería. ¡Qué carga de argumento el de los magistrados! Dejaron clarísimo que estas obras son complejas, de un impacto masivo y que, por eso mismo, necesitan una supervisión con colmillos y un sistema de sanciones que de verdad asuste. El fallo dice, y esto es para enmarcar, que cuando un error puede poner en riesgo "bienes jurídicos de primer orden" (o sea, nuestra seguridad y bienestar), es totalmente razonable que el legislador ponga multas bien altas. No es solo para castigar, es para que se la piensen dos veces antes de jalarse una torta. Es una vacuna, una medida preventiva para que hagan el brete como se debe.
Y para rematar, la Sala les aclaró otro punto clave: estas multas no se ponen a lo loco. No es que un día alguien se despierta de malas y dice "¡multa para Autopistas del Sol!". ¡Para nada! Antes de que les caiga el sablazo, hay todo un procedimiento administrativo, con derecho a la defensa y todas las garantías del debido proceso. O sea, si te multan es porque, tras un análisis completo, se demostró que metiste las de andar. Además, los magistrados descartaron que existiera una forma más "suavecita" de lograr el mismo efecto. Concluyeron que para asegurar que el servicio sea eficiente y seguro, se necesita un martillo, no una pluma. El argumento de la concesionaria quedó hecho polvo.
Al final del día, esta sentencia es un espaldarazo enorme a la capacidad del Estado para poner en cintura a los concesionarios. Confirma que las herramientas legales para exigirles que cumplan existen y son robustas. Ahora, la pregunta del millón queda picando en el aire para todos los que usamos esa carretera a diario. Mae, ahora en serio, ¿creen que con estas multas firmes y el respaldo de la Sala IV por fin vamos a ver un mejor servicio en la 27, o esto es pura paja y las empresas siempre van a encontrar otra forma de salirse con la suya? ¡Abro debate en el foro!
Vamos a desmenuzar el despiche. La vara es que a Autopistas del Sol le clavaron una sanción con base en el artículo 50 de la Ley de Concesiones. Obviamente, no les cuadró nadita y mandaron a su abogado a llorar a la Sala, alegando que esa ley era inconstitucional. Su argumento era que la multa era un solo monto fijo, un garrotazo sin importar si el incumplimiento era una torta monumental o un pecadillo menor. Decían que eso era "desproporcionado" porque no permitía "graduar" el castigo. En tico simple: querían que si la regaban poquito, la multa fuera casi simbólica. Una movida para tener más margen de maniobra, ¿no? El típico "ups, perdón, no lo vuelvo a hacer" con la esperanza de que la multa sea más barata que arreglar el problema de fondo.
Pero aquí es donde la cosa se pone buena. Los magistrados de la Sala IV no se comieron el cuento. Su respuesta fue, básicamente, un recordatorio de que manejar una concesión de obra pública no es como administrar una pulpería. ¡Qué carga de argumento el de los magistrados! Dejaron clarísimo que estas obras son complejas, de un impacto masivo y que, por eso mismo, necesitan una supervisión con colmillos y un sistema de sanciones que de verdad asuste. El fallo dice, y esto es para enmarcar, que cuando un error puede poner en riesgo "bienes jurídicos de primer orden" (o sea, nuestra seguridad y bienestar), es totalmente razonable que el legislador ponga multas bien altas. No es solo para castigar, es para que se la piensen dos veces antes de jalarse una torta. Es una vacuna, una medida preventiva para que hagan el brete como se debe.
Y para rematar, la Sala les aclaró otro punto clave: estas multas no se ponen a lo loco. No es que un día alguien se despierta de malas y dice "¡multa para Autopistas del Sol!". ¡Para nada! Antes de que les caiga el sablazo, hay todo un procedimiento administrativo, con derecho a la defensa y todas las garantías del debido proceso. O sea, si te multan es porque, tras un análisis completo, se demostró que metiste las de andar. Además, los magistrados descartaron que existiera una forma más "suavecita" de lograr el mismo efecto. Concluyeron que para asegurar que el servicio sea eficiente y seguro, se necesita un martillo, no una pluma. El argumento de la concesionaria quedó hecho polvo.
Al final del día, esta sentencia es un espaldarazo enorme a la capacidad del Estado para poner en cintura a los concesionarios. Confirma que las herramientas legales para exigirles que cumplan existen y son robustas. Ahora, la pregunta del millón queda picando en el aire para todos los que usamos esa carretera a diario. Mae, ahora en serio, ¿creen que con estas multas firmes y el respaldo de la Sala IV por fin vamos a ver un mejor servicio en la 27, o esto es pura paja y las empresas siempre van a encontrar otra forma de salirse con la suya? ¡Abro debate en el foro!