Maes, ¿vieron el despiche que se armó en el Plenario con la famosa "mega cárcel"? Diay, es que la vara está para sentarse a comer palomitas. Resulta que el Gobierno, con bombos y platillos, nos venía vendiendo la idea de un centro de máxima seguridad súper pro, el tal Centro de Alta Contención del Crimen Organizado (CACCO), como la solución mágica a la inseguridad. Pero ahora que soltaron los detalles y empezaron a discutir la plata en la Asamblea, la película cambió y parece más de comedia que de acción. Para empezar, ya se aprobaron casi ₡8.000 millones, que son solo el 40% del costo total, y el resto viene en el presupuesto del otro año. La bronca es que a medio Plenario le huele a puro show político y a una metida de patas monumental.
Y es que, ¿saben dónde va a estar el chunche este? En un terreno de La Reforma. O sea, no es una mega cárcel nueva en medio de la nada, es una extensión de un presidio que ya existe. Como dijo el diputado Antonio Ortega, del Frente Amplio, parece que el Gobierno se jaló una torta con el secretismo, porque al final la revelación fue menos "wow" y más "ah, ok". Ortega hasta vaciló con que el nombre CACCO parecía un homenaje a Chespirito y sus Caquitos, ¡qué nivel de filazo! Y tiene un punto: después del intento fallido de hacer cárceles con carpas, esta nueva movida no genera mucha confianza. Se siente como que están "politiqueando", como dijo él, con un tema tan delicado como la seguridad solo para la foto, para decir que están haciendo algo rimbombante.
Pero el tema se pone más denso cuando uno ve de dónde sale la plata. Mientras se le meten miles de millones a esta "solución", otros sectores están pidiendo auxilio. La diputada liberacionista Dinorah Barquero lo puso clarísimo: "invertir en educación es cerrar cárceles". Y vieras que salado, porque al mismo tiempo tenemos escuelas cayéndose con órdenes sanitarias y las redes de cuido en crisis. Priscilla Vindas, también del FA, le echó más leña al fuego, recordando que las cárceles que ya tenemos están en condiciones terribles. Entonces, ¿cuál es la lógica? ¿Construir un anexo de lujo mientras el resto del sistema se cae a pedazos? Vindas fue directa: "La inseguridad no se arregla con una cárcel... no se arregla con meter a la gente en una cárcel". Es un recordatorio de que cuando alguien llega a la cárcel, el sistema ya falló afuera.
Al final, todo apunta a lo que señaló el frenteamplista Jonathan Acuña: es una decisión meramente política. Se mantuvo el misterio sobre la ubicación porque decir "vamos a hacer una ampliación en La Reforma" no suena tan impresionante como anunciar una "mega cárcel". El problema es que esta estrategia de vender humo tiene consecuencias reales. Se recortan fondos del MOPT, de Seguridad, del mismo FODESAF, y se le niegan ₡7.000 millones al OIJ que pedían para contratar más agentes y, diay, investigar los crímenes que ya están pasando. Es un juego de prioridades que deja a muchísima gente con un sinsabor, sintiendo que el brete se está enfocando en el síntoma y no en la raíz del problema.
Aquí la discusión va más allá de si el CACCO es necesario o no. La vara es el cómo y el porqué. Es el mensaje que se manda cuando la prioridad es una estructura de concreto, por más necesaria que sea, sobre la educación, el cuido y la prevención. Es el eterno dilema entre el show mediático y las soluciones de fondo. El debate de esta modificación presupuestaria sigue el lunes, pero la polémica ya está servida. Así que les pregunto, gente: ¿Creen que esta vara del CACCO de verdad va a mover la aguja en la lucha contra el crimen organizado o es puro show para la galería mientras se desvisten santos para vestir a este otro? ¿Es una inversión inteligente o nos están vendiendo humo a precio de oro?
Y es que, ¿saben dónde va a estar el chunche este? En un terreno de La Reforma. O sea, no es una mega cárcel nueva en medio de la nada, es una extensión de un presidio que ya existe. Como dijo el diputado Antonio Ortega, del Frente Amplio, parece que el Gobierno se jaló una torta con el secretismo, porque al final la revelación fue menos "wow" y más "ah, ok". Ortega hasta vaciló con que el nombre CACCO parecía un homenaje a Chespirito y sus Caquitos, ¡qué nivel de filazo! Y tiene un punto: después del intento fallido de hacer cárceles con carpas, esta nueva movida no genera mucha confianza. Se siente como que están "politiqueando", como dijo él, con un tema tan delicado como la seguridad solo para la foto, para decir que están haciendo algo rimbombante.
Pero el tema se pone más denso cuando uno ve de dónde sale la plata. Mientras se le meten miles de millones a esta "solución", otros sectores están pidiendo auxilio. La diputada liberacionista Dinorah Barquero lo puso clarísimo: "invertir en educación es cerrar cárceles". Y vieras que salado, porque al mismo tiempo tenemos escuelas cayéndose con órdenes sanitarias y las redes de cuido en crisis. Priscilla Vindas, también del FA, le echó más leña al fuego, recordando que las cárceles que ya tenemos están en condiciones terribles. Entonces, ¿cuál es la lógica? ¿Construir un anexo de lujo mientras el resto del sistema se cae a pedazos? Vindas fue directa: "La inseguridad no se arregla con una cárcel... no se arregla con meter a la gente en una cárcel". Es un recordatorio de que cuando alguien llega a la cárcel, el sistema ya falló afuera.
Al final, todo apunta a lo que señaló el frenteamplista Jonathan Acuña: es una decisión meramente política. Se mantuvo el misterio sobre la ubicación porque decir "vamos a hacer una ampliación en La Reforma" no suena tan impresionante como anunciar una "mega cárcel". El problema es que esta estrategia de vender humo tiene consecuencias reales. Se recortan fondos del MOPT, de Seguridad, del mismo FODESAF, y se le niegan ₡7.000 millones al OIJ que pedían para contratar más agentes y, diay, investigar los crímenes que ya están pasando. Es un juego de prioridades que deja a muchísima gente con un sinsabor, sintiendo que el brete se está enfocando en el síntoma y no en la raíz del problema.
Aquí la discusión va más allá de si el CACCO es necesario o no. La vara es el cómo y el porqué. Es el mensaje que se manda cuando la prioridad es una estructura de concreto, por más necesaria que sea, sobre la educación, el cuido y la prevención. Es el eterno dilema entre el show mediático y las soluciones de fondo. El debate de esta modificación presupuestaria sigue el lunes, pero la polémica ya está servida. Así que les pregunto, gente: ¿Creen que esta vara del CACCO de verdad va a mover la aguja en la lucha contra el crimen organizado o es puro show para la galería mientras se desvisten santos para vestir a este otro? ¿Es una inversión inteligente o nos están vendiendo humo a precio de oro?
