Maes, ¿vieron el despiche que se tienen montado el Icoder y la Federación de Atletismo (Fecoa)? Diay, es que la cosa está que arde. Resulta que el Icoder le está cobrando 11 melones a la Fecoa por un enredo con unas liquidaciones de presupuesto que vienen arrastrándose desde 2021. Y no, no es que les están pidiendo la plata "porfa". Ya la vara pasó de castaño a oscuro y el Icoder avisó que si no pagan, el siguiente paso es un cobro judicial. ¡Qué torta!
El meollo del asunto, para los que no están enterados, es que la Fecoa presentó unas liquidaciones que al Icoder simplemente no le cuadraron. Después de un montón de tira y encoje administrativo, el Consejo Nacional del Deporte cerró el caso en abril y dijo: "Señores, devuelvan la plata". El problema es que ya estamos en septiembre y esos 11 millones brillan por su ausencia. La consecuencia más inmediata y jodida de todo esto es que, mientras esa deuda exista, la Fecoa tiene la llave de la billetera del Icoder cerrada a cal y canto. No pueden recibir ni un cinco de recursos públicos. Los más salados, como siempre, son los atletas que dependen de ese apoyo.
Ahora la vara se puso más seria. Minor Monge, el director interino del Icoder, explicó que ya están moviendo los papeles para mandar las "intimaciones de cobro". Eso, en buen tico, es como el último aviso antes de que los abogados entren al baile. Están haciendo todo el brete administrativo necesario para que, si la Fecoa sigue en las mismas, la demanda judicial vaya con todo el peso de la ley. Básicamente, el Icoder está diciendo que ya se agotó la paciencia y que van a recuperar esa plata sí o sí, aunque sea en los tribunales. Un plan que, de por sí, ya se fue al traste por el desorden.
Por supuesto, en la Fecoa no se quedaron de brazos cruzados. La presidenta, Geen Clarke, tiene otra versión de la historia. Según ella, el problema es que el Icoder es un caos con sus propios reglamentos. Dice que cuando ellos presentaron los presupuestos y las liquidaciones, las reglas eran unas, pero que para cuando el Icoder las revisó, ya las habían cambiado. En palabras de ella, es como si te cambiaran las reglas del examen después de que ya lo entregaste. Suena a una excusa un poco floja, sobre todo porque en mayo ella misma había dicho que se iban a reunir para devolver la suma, cosa que nunca pasó. Para añadirle más sabor al caldo, cuando CRHoy la buscó para que aclarara por qué no han pagado, resulta que la mae anda viajando para el Mundial de Atletismo en Tokio. ¡Tuanis!
Al final, más allá de quién se jaló la torta administrativa o si las reglas cambiaron a medio camino, lo que realmente importa es el impacto en el deporte. Mientras estas dos instituciones se pelean por 11 millones, hay atletas que no están recibiendo el financiamiento que necesitan para entrenar, para competir y para representar al país. Este tipo de enredos solo manchan la imagen del deporte nacional y dejan a los deportistas en un limbo terrible. La plata que debería estar en las pistas y en la preparación de los atletas, ahora está en el centro de una posible batalla legal. Una verdadera lástima.
Así que, maes, abro el debate en el foro: ¿Quién creen que tiene la razón aquí? ¿Es el Icoder demasiado tieso y burocrático, o la Fecoa se durmió en los laureles con la plata y ahora busca excusas? Y lo más importante, ¿hasta cuándo nuestros atletas van a tener que pagar los platos rotos por estas broncas administrativas?
El meollo del asunto, para los que no están enterados, es que la Fecoa presentó unas liquidaciones que al Icoder simplemente no le cuadraron. Después de un montón de tira y encoje administrativo, el Consejo Nacional del Deporte cerró el caso en abril y dijo: "Señores, devuelvan la plata". El problema es que ya estamos en septiembre y esos 11 millones brillan por su ausencia. La consecuencia más inmediata y jodida de todo esto es que, mientras esa deuda exista, la Fecoa tiene la llave de la billetera del Icoder cerrada a cal y canto. No pueden recibir ni un cinco de recursos públicos. Los más salados, como siempre, son los atletas que dependen de ese apoyo.
Ahora la vara se puso más seria. Minor Monge, el director interino del Icoder, explicó que ya están moviendo los papeles para mandar las "intimaciones de cobro". Eso, en buen tico, es como el último aviso antes de que los abogados entren al baile. Están haciendo todo el brete administrativo necesario para que, si la Fecoa sigue en las mismas, la demanda judicial vaya con todo el peso de la ley. Básicamente, el Icoder está diciendo que ya se agotó la paciencia y que van a recuperar esa plata sí o sí, aunque sea en los tribunales. Un plan que, de por sí, ya se fue al traste por el desorden.
Por supuesto, en la Fecoa no se quedaron de brazos cruzados. La presidenta, Geen Clarke, tiene otra versión de la historia. Según ella, el problema es que el Icoder es un caos con sus propios reglamentos. Dice que cuando ellos presentaron los presupuestos y las liquidaciones, las reglas eran unas, pero que para cuando el Icoder las revisó, ya las habían cambiado. En palabras de ella, es como si te cambiaran las reglas del examen después de que ya lo entregaste. Suena a una excusa un poco floja, sobre todo porque en mayo ella misma había dicho que se iban a reunir para devolver la suma, cosa que nunca pasó. Para añadirle más sabor al caldo, cuando CRHoy la buscó para que aclarara por qué no han pagado, resulta que la mae anda viajando para el Mundial de Atletismo en Tokio. ¡Tuanis!
Al final, más allá de quién se jaló la torta administrativa o si las reglas cambiaron a medio camino, lo que realmente importa es el impacto en el deporte. Mientras estas dos instituciones se pelean por 11 millones, hay atletas que no están recibiendo el financiamiento que necesitan para entrenar, para competir y para representar al país. Este tipo de enredos solo manchan la imagen del deporte nacional y dejan a los deportistas en un limbo terrible. La plata que debería estar en las pistas y en la preparación de los atletas, ahora está en el centro de una posible batalla legal. Una verdadera lástima.
Así que, maes, abro el debate en el foro: ¿Quién creen que tiene la razón aquí? ¿Es el Icoder demasiado tieso y burocrático, o la Fecoa se durmió en los laureles con la plata y ahora busca excusas? Y lo más importante, ¿hasta cuándo nuestros atletas van a tener que pagar los platos rotos por estas broncas administrativas?