Maes, pónganle atención a esta vara, porque si a ustedes les cuadra el ruido de motores y el olor a llanta quemada, el plan para este domingo 7 de setiembre ya está más que cantado. La Guácima se prepara para la cuarta fecha del Campeonato Nacional de Automovilismo y, por lo que se ve, la cosa se va a poner buena de verdad. Ya no es jugando, se acabó el recreo y ahora es cuando los pilotos tienen que demostrar de qué están hechos. Esta jornada en Parque Viva, con el Gran Premio Tactikos, es de esas que pueden definir quién levanta la copa al final o quién se va para la casa con las manos vacías. ¡Qué chiva que el campeonato llegue a este punto con tanta emoción!
Y es que no es para menos. Los organizadores de la Costa Rica Racing League (CRRL) no se están guardando nada. Para empezar, vuelve la categoría de Superautos (la CRES), que en su debut nos dejó a todos con la boca abierta. Pero aquí viene lo mejor: la parrilla se va a poner todavía más interesante con el debut de unos juguetes nuevos que prometen alborotar el gallinero. Estamos hablando de dos autos TCR y, agárrense, dos Porsche que van a salir a la pista por primera vez. Diay, mae, solo imaginarse esos chunches volando por la recta principal pone la piel de gallina. Ver esa mezcla de máquinas y pilotos dándose con todo por cada centímetro de asfalto va a ser ¡qué carga! ¡Qué nivel de espectáculo se nos viene!
Adrián Villalobos, que es el mero mero de la CRRL, lo dejó clarísimo: esta fecha es clave. No es paja. Aquí es donde se empiezan a separar los hombres de los niños, como dicen. Cada punto vale oro y nadie va a regalar absolutamente nada. Los pilotos de todas las categorías (ST, GT3 Spec, GT3, GT2, TC y CHR) lo saben, y van a salir a la pista con el cuchillo entre los dientes. La estrategia, la habilidad al volante y hasta un poquito de suerte van a ser determinantes. Uno se puede imaginar la tensión en los pits, los mecánicos corriendo y los pilotos con una concentración que se podría cortar con un cuchillo. Es el tipo de drama deportivo que nos encanta.
Ahora, vamos a lo que nos interesa a los que vamos a ir a gritar y a disfrutar del show: las entradas. La organización se portó y los precios están bastante cómodos para el eventazo que se traen. La entrada general, para ir a tirarse a las zonas verdes o a la gradería abierta, cuesta cinco rojitos (₡5.000). Si usted es más fino y quiere techito y la mejor vista en la recta principal, la gradería techada le sale en seis rojitos (₡6.000). Las entradas ya están a la venta en Passline.com, así que es mejor que se muevan para que no se queden por fuera. La verdad, por ese precio, el espectáculo está más que garantizado.
En resumen, todo está listo para un domingo de pura adrenalina en La Guácima. Con carros nuevos, un campeonato que entra en su etapa más caliente y pilotos que lo van a dejar todo en la pista, no hay excusa para perdérselo. Se nota que le están metiendo cariño a la organización para que la vara crezca y cada vez sea mejor. Así que la pregunta es obligatoria para el foro: ¿Quiénes se apuntan para ir? Y más importante, ¿a quién le van? ¿Creen que los Porsche y los TCR nuevos van a llegar a dominar de una vez o la experiencia de los veteranos pesará más en la pista?
Y es que no es para menos. Los organizadores de la Costa Rica Racing League (CRRL) no se están guardando nada. Para empezar, vuelve la categoría de Superautos (la CRES), que en su debut nos dejó a todos con la boca abierta. Pero aquí viene lo mejor: la parrilla se va a poner todavía más interesante con el debut de unos juguetes nuevos que prometen alborotar el gallinero. Estamos hablando de dos autos TCR y, agárrense, dos Porsche que van a salir a la pista por primera vez. Diay, mae, solo imaginarse esos chunches volando por la recta principal pone la piel de gallina. Ver esa mezcla de máquinas y pilotos dándose con todo por cada centímetro de asfalto va a ser ¡qué carga! ¡Qué nivel de espectáculo se nos viene!
Adrián Villalobos, que es el mero mero de la CRRL, lo dejó clarísimo: esta fecha es clave. No es paja. Aquí es donde se empiezan a separar los hombres de los niños, como dicen. Cada punto vale oro y nadie va a regalar absolutamente nada. Los pilotos de todas las categorías (ST, GT3 Spec, GT3, GT2, TC y CHR) lo saben, y van a salir a la pista con el cuchillo entre los dientes. La estrategia, la habilidad al volante y hasta un poquito de suerte van a ser determinantes. Uno se puede imaginar la tensión en los pits, los mecánicos corriendo y los pilotos con una concentración que se podría cortar con un cuchillo. Es el tipo de drama deportivo que nos encanta.
Ahora, vamos a lo que nos interesa a los que vamos a ir a gritar y a disfrutar del show: las entradas. La organización se portó y los precios están bastante cómodos para el eventazo que se traen. La entrada general, para ir a tirarse a las zonas verdes o a la gradería abierta, cuesta cinco rojitos (₡5.000). Si usted es más fino y quiere techito y la mejor vista en la recta principal, la gradería techada le sale en seis rojitos (₡6.000). Las entradas ya están a la venta en Passline.com, así que es mejor que se muevan para que no se queden por fuera. La verdad, por ese precio, el espectáculo está más que garantizado.
En resumen, todo está listo para un domingo de pura adrenalina en La Guácima. Con carros nuevos, un campeonato que entra en su etapa más caliente y pilotos que lo van a dejar todo en la pista, no hay excusa para perdérselo. Se nota que le están metiendo cariño a la organización para que la vara crezca y cada vez sea mejor. Así que la pregunta es obligatoria para el foro: ¿Quiénes se apuntan para ir? Y más importante, ¿a quién le van? ¿Creen que los Porsche y los TCR nuevos van a llegar a dominar de una vez o la experiencia de los veteranos pesará más en la pista?