Una travesura de guaro -en Bebedero de Cañas- junto a la finca Taboga propiedad del presidente Óscar Arias, hizo que unos 300 nicaragüenses quemaran una moto y apedrearan a la Fuerza Pública.
El saldo del zafarrancho fue de dos radiopatrullas con los parabrisas quebrados, una moto quemada, tres heridos, un policía herido, un joven agredido y más de 2.500 pobladores del sector, temerosos.
Todo comenzó cuando un joven -sin permiso- se llevó una motocicleta y atropelló a dos nicaragüenses, dejando la moto abandonada.
Cuando el dueño del vehículo llegó a llevárselo le cayó encima una turba de nicaragüenses obligándolo a protegerse en una vivienda, la cual fue rodeada de pinoleros indignados.
“¡AQUÍ MANDAMOS NOSOTROS, JODIDO!”
Diez oficiales de la Fuerza Pública de Cañas llegaron a evitar que lincharan al dueño de la moto llevándoselo en un coche policial, el cual fue apedreado y estuvo a punto de ser volcado.
La turba quemó la moto y gritaba: “En Costa Rica mandamos nosotros, que no se meta ningún tico porque verá lo que le pasa”.
Una joven de nombre Jacqueline grababa con su celular y al ser sorprendida se lo arrebataron y lo reventaron contra el suelo.
Hubo que pedir refuerzos antimotines bajo el mando del Director Regional José Domingo Cruz López, quien trató de dar con los responsables del zafarrancho topándose con que no lo dejaron ingresar a la finca Taboga, propiedad del Presidente Arias. Los jefes del campamento no dieron permiso de que ingresara la Policía aduciendo que los 360 nicas que viven en los campamentos están armados con machetes.
