Maes, agarren silla porque la novela política del año está por entrar en su capítulo más denso. La vara con la inmunidad del presidente Rodrigo Chaves por el caso BCIE está que arde, y esta semana la comisión especial de la Asamblea Legislativa tiene que soltar el informe que definirá si recomiendan quitarle el fuero o no. La presidenta de la comisión, la diputada del PLN Andrea Álvarez, ya confirmó que este viernes se vota la recomendación final. O sea, el reloj está corriendo y en Cuesta de Moras la presión se siente más fuerte que el cafecito de las tres de la tarde.
Pero prepárense, porque el verdadero show viene después. Una vez que la comisión entregue su dictamen, la papa caliente pasa al Plenario. El presidente del Congreso, Rodrigo Arias, ya puso fecha: el lunes 22 de setiembre. Y créanme, ese día va a ser un despiche de proporciones épicas. La diputada frenteamplista Rocío Alfaro dijo que le parecía bien la fecha, porque el informe es un mamotreto de cuidado y los diputados necesitan tiempo para hacer el brete de leerlo bien. Cada legislador tendrá hasta 15 minutos para defender su posición. Imagínense a 57 diputados con micrófono abierto sobre este tema… ¡Va a estar más bueno que el clásico!
Y para ponerle más picante al asunto, el mismo presidente Chaves tiene el derecho de ir a la Asamblea a defenderse. Aún no se sabe si lo hará, pero la posibilidad está sobre la mesa. La decisión final no es cualquier cosa: se necesitan 38 votos (dos tercios del Plenario) para que le levanten la inmunidad. Es un número altísimo y una movida política sin precedentes en la historia reciente de Tiquicia. No es algo que se vea todos los días. Y por si las moscas, si la sesión del lunes se va al traste por alguna razón, ya tienen agendados el martes 23 y el miércoles 24 como plan B.
Diay, ¿y por qué todo este enredo? Recordemos la supuesta torta que se jaló el presi, según la tesis del Ministerio Público. La Fiscalía alega que Chaves habría presionado para que se le diera un contrato de comunicación del BCIE a la empresa de Christian Bulgarelli, con la condición de que de ahí saliera platita para pagarle a su exasesor de campaña, Federico "Choreco" Cruz. El delito por el que se le investiga es concusión que, en buen tico, es cuando un funcionario público abusa de su poder para obligar a alguien a dar un beneficio económico indebido. Es una acusación seria, y la Fiscalía necesita que le quiten el fuero para poder seguir con la causa penal como se debe.
Al final, esto va más allá de un simple procedimiento legislativo. Es un pulso de poderes, un test de estrés para nuestra institucionalidad y, sin duda, un momento que definirá el resto del gobierno. Lo que decidan esos 57 diputados en el Plenario no solo afectará a Rodrigo Chaves, sino que sentará un precedente para el futuro de la presidencia en Costa Rica. Esto no es un mejengue de barrio; es la final del campeonato y todo el país está en las gradas esperando a ver qué pasa.
Ahora les tiro la bola a ustedes, maes. Más allá de si son pro-gobierno o no, ¿creen que el Plenario debería quitarle la inmunidad a Chaves para que la investigación siga su curso como con cualquier otro ciudadano? ¿O es esto puro show político para debilitar al gobierno? ¡Se armó el debate en el foro!
Pero prepárense, porque el verdadero show viene después. Una vez que la comisión entregue su dictamen, la papa caliente pasa al Plenario. El presidente del Congreso, Rodrigo Arias, ya puso fecha: el lunes 22 de setiembre. Y créanme, ese día va a ser un despiche de proporciones épicas. La diputada frenteamplista Rocío Alfaro dijo que le parecía bien la fecha, porque el informe es un mamotreto de cuidado y los diputados necesitan tiempo para hacer el brete de leerlo bien. Cada legislador tendrá hasta 15 minutos para defender su posición. Imagínense a 57 diputados con micrófono abierto sobre este tema… ¡Va a estar más bueno que el clásico!
Y para ponerle más picante al asunto, el mismo presidente Chaves tiene el derecho de ir a la Asamblea a defenderse. Aún no se sabe si lo hará, pero la posibilidad está sobre la mesa. La decisión final no es cualquier cosa: se necesitan 38 votos (dos tercios del Plenario) para que le levanten la inmunidad. Es un número altísimo y una movida política sin precedentes en la historia reciente de Tiquicia. No es algo que se vea todos los días. Y por si las moscas, si la sesión del lunes se va al traste por alguna razón, ya tienen agendados el martes 23 y el miércoles 24 como plan B.
Diay, ¿y por qué todo este enredo? Recordemos la supuesta torta que se jaló el presi, según la tesis del Ministerio Público. La Fiscalía alega que Chaves habría presionado para que se le diera un contrato de comunicación del BCIE a la empresa de Christian Bulgarelli, con la condición de que de ahí saliera platita para pagarle a su exasesor de campaña, Federico "Choreco" Cruz. El delito por el que se le investiga es concusión que, en buen tico, es cuando un funcionario público abusa de su poder para obligar a alguien a dar un beneficio económico indebido. Es una acusación seria, y la Fiscalía necesita que le quiten el fuero para poder seguir con la causa penal como se debe.
Al final, esto va más allá de un simple procedimiento legislativo. Es un pulso de poderes, un test de estrés para nuestra institucionalidad y, sin duda, un momento que definirá el resto del gobierno. Lo que decidan esos 57 diputados en el Plenario no solo afectará a Rodrigo Chaves, sino que sentará un precedente para el futuro de la presidencia en Costa Rica. Esto no es un mejengue de barrio; es la final del campeonato y todo el país está en las gradas esperando a ver qué pasa.
Ahora les tiro la bola a ustedes, maes. Más allá de si son pro-gobierno o no, ¿creen que el Plenario debería quitarle la inmunidad a Chaves para que la investigación siga su curso como con cualquier otro ciudadano? ¿O es esto puro show político para debilitar al gobierno? ¡Se armó el debate en el foro!