Maes, si ustedes sentían que la novela de las jornadas 4-3 en la Asamblea Legislativa ya no podía tener más capítulos, agarren silla porque esto se está poniendo más enredado que un cable de audífonos viejo. La famosa "vía rápida" para aprobar el proyecto resultó ser más lenta que un lunes por la mañana y, después de semanas de darle y darle, el avance es casi un chiste. La vara está tan pegada que ahora los diputados están a punto de sacarse un as bajo la manga: mandar todo el chunche a una comisión especial para ver si así, por fin, camina.
Para que se hagan una idea del despiche que tienen en Cuesta de Moras: de más de 2.500 mociones presentadas para cambiarle algo al proyecto, apenas han logrado votar unas 500. ¡Quinientas! El propio diputado del Frente Amplio, Jonathan Acuña, sacó la calculadora y soltó la bomba: al ritmo que van, necesitarían como 30 semanas más para terminar. O sea, nos dan las fiestas de Zapote, pasa Semana Santa y todavía estarían en el mismo brete. Claramente, el plan original de la vía rápida... diay, se fue al traste. ¡Qué torta!
Ante este panorama, que ya olía a proyecto congelado, el PUSC tiró una idea sobre la mesa que parece que le sonó a música celestial a la mayoría: crear una comisión especial. ¿La traducción para nosotros? Sacar el proyecto del Plenario, donde está entrabado por el bombardeo de mociones, y mandarlo a un grupito más pequeño de diputados para que lo analicen, lo negocien y lo devuelvan ya masticado y listo para el voto final. La jugada parece tener el visto bueno de casi todos, incluyendo a la jefa del oficialismo, Pilar Cisneros, quien asegura que ya tienen los 38 votos necesarios para que esto suceda.
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Esta comisión no sería un simple conversatorio. Según la moción que anda circulando, estaría conformada por siete diputados de las diferentes fracciones y tendría un plazo fijo de tres semanas para entregar un dictamen. Y ojo al detalle más importante, el que cambia toda la dinámica: cada diputado solo podría presentar UNA moción de fondo por cada artículo. ¡Una! Se acabaría el filibusterismo legislativo que tiene el proyecto pegado. Es, básicamente, un "reseteo" en toda regla para evitar que la discusión se muera de vieja en el Plenario.
La pregunta del millón es si esta es la solución definitiva o solo una forma de patear la bola para adelante. Por un lado, suena lógico. Es una herramienta que ya se ha usado antes con proyectos igual de polémicos y permite un debate más enfocado y productivo. Pero por otro, algunos se preguntan si no es una forma de saltarse la discusión a fondo que un tema tan delicado merece. Al final, lo que está claro es que la vía rápida fracasó y el proyecto de jornadas 4-3 estaba salado. Ahora, la esperanza de quienes lo apoyan recae en esta nueva comisión.
Maes, ¿ustedes qué piensan? ¿Esta comisión especial es la jugada maestra para destrabar la vara, o es puro show para que parezca que están haciendo algo? ¿Le tienen fe o creen que es más atolillo con el dedo?
Para que se hagan una idea del despiche que tienen en Cuesta de Moras: de más de 2.500 mociones presentadas para cambiarle algo al proyecto, apenas han logrado votar unas 500. ¡Quinientas! El propio diputado del Frente Amplio, Jonathan Acuña, sacó la calculadora y soltó la bomba: al ritmo que van, necesitarían como 30 semanas más para terminar. O sea, nos dan las fiestas de Zapote, pasa Semana Santa y todavía estarían en el mismo brete. Claramente, el plan original de la vía rápida... diay, se fue al traste. ¡Qué torta!
Ante este panorama, que ya olía a proyecto congelado, el PUSC tiró una idea sobre la mesa que parece que le sonó a música celestial a la mayoría: crear una comisión especial. ¿La traducción para nosotros? Sacar el proyecto del Plenario, donde está entrabado por el bombardeo de mociones, y mandarlo a un grupito más pequeño de diputados para que lo analicen, lo negocien y lo devuelvan ya masticado y listo para el voto final. La jugada parece tener el visto bueno de casi todos, incluyendo a la jefa del oficialismo, Pilar Cisneros, quien asegura que ya tienen los 38 votos necesarios para que esto suceda.
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Esta comisión no sería un simple conversatorio. Según la moción que anda circulando, estaría conformada por siete diputados de las diferentes fracciones y tendría un plazo fijo de tres semanas para entregar un dictamen. Y ojo al detalle más importante, el que cambia toda la dinámica: cada diputado solo podría presentar UNA moción de fondo por cada artículo. ¡Una! Se acabaría el filibusterismo legislativo que tiene el proyecto pegado. Es, básicamente, un "reseteo" en toda regla para evitar que la discusión se muera de vieja en el Plenario.
La pregunta del millón es si esta es la solución definitiva o solo una forma de patear la bola para adelante. Por un lado, suena lógico. Es una herramienta que ya se ha usado antes con proyectos igual de polémicos y permite un debate más enfocado y productivo. Pero por otro, algunos se preguntan si no es una forma de saltarse la discusión a fondo que un tema tan delicado merece. Al final, lo que está claro es que la vía rápida fracasó y el proyecto de jornadas 4-3 estaba salado. Ahora, la esperanza de quienes lo apoyan recae en esta nueva comisión.
Maes, ¿ustedes qué piensan? ¿Esta comisión especial es la jugada maestra para destrabar la vara, o es puro show para que parezca que están haciendo algo? ¿Le tienen fe o creen que es más atolillo con el dedo?