Mae, a ver, seamos honestos. ¿A quién no le ha pasado que llega a hacer un trámite y se da cuenta de que dejó la billetera, con cédula y todo, en el otro pantalón? O peor, ¿llegar a la caja del súper y tener que recitar el número de memoria porque el plástico se quedó en el carro? Diay, parece que esos pequeños dramas cotidianos están a punto de pasar a la historia. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por fin se puso las pilas y anunció que a partir de este 9 de septiembre arranca la cédula digital. ¡Ya era hora!
La movida se llama oficialmente Identidad Digital Costarricense (IDC), un nombre que suena como a peli de espías, pero la vara es más sencilla: es la cédula de toda la vida, pero viviendo cómodamente en una app en su celular. Ahora, antes de que se emocionen y tiren el plástico a la basura, hay que aclarar un par de puntos clave. Primero, no es gratis. Sacar este chereque digital le va a costar ₡2.600, que se pueden pagar con tarjeta. Segundo, y esto es un detallazo, para las elecciones del 2026, ¡olvídese del celular! Para ir a votar va a necesitar sí o sí la cédula física. Que nadie se vaya de pollo y se quede sin votar por andar de tecnológico. Eso sí, un buen punto para el TSE es que los adultos mayores no tienen que pagar por la versión digital.
¿Y cómo se saca esta maravilla? El proceso suena bastante lógico y, la verdad, bastante sencillo. Necesita tres cosas: tener su cédula física vigente (si está vencida, primero a renovar), un celular con cámara y no tener ningún documento pendiente de retirar en el TSE. A partir del 9 de setiembre, uno se mete a la página del Tribunal, pone su número de cédula, se toma un selfie para que el sistema compruebe que usted es usted (verificación biométrica, le dicen), registra un correo y paga. Luego, solo es de bajar la app "IDC-Ciudadano", activar la vara con un PIN y listo. La cédula digital quedará protegida con ese código y su huella o su cara. Bastante seguro, la verdad.
La ventaja más obvia, y la más chiva, es la comodidad. Andar la cédula en el chunche que uno nunca suelta es un nivel. Se acabaron los despistes. Pero más allá de eso, el TSE asegura que este documento cumple con estándares internacionales y viene blindado con seguridad informática para evitar falsificaciones. Esto es un gane para todos. Para uno, porque es más seguro; y para las instituciones, porque se agilizan los trámites y se protegen mejor contra el fraude. Se acabaron los errores del mae que digita mal su número de cédula en un formulario, porque ahora todo puede ser más directo y sin errores.
Al final, esta cédula digital es un paso que el país tenía que dar. Es modernizarse o quedarse atrás. Y aunque tenga su costo y no sirva (todavía) para lo más importante que es votar, la idea de simplificar el día a día es bastante buena. El TSE tampoco nos está obligando; el plástico de siempre seguirá existiendo y siendo gratuito (a menos que usted sea un campeón perdiendo cédulas y pida muchos duplicados). Es una opción más, una herramienta para quien la quiera y le vea la utilidad. Parece una de esas cosas que al principio uno duda, pero que en un par de años nos preguntaremos cómo vivíamos sin ella.
Diay, maes, ¿qué opinan ustedes de esta vara? ¿Creen que es un avance tuanis y que ya era hora, o les parece un gasto innecesario? ¿Le ven el toque para el día a día o se quedan con la de siempre hasta que sea obligatorio? ¡Los leo en los comentarios!
La movida se llama oficialmente Identidad Digital Costarricense (IDC), un nombre que suena como a peli de espías, pero la vara es más sencilla: es la cédula de toda la vida, pero viviendo cómodamente en una app en su celular. Ahora, antes de que se emocionen y tiren el plástico a la basura, hay que aclarar un par de puntos clave. Primero, no es gratis. Sacar este chereque digital le va a costar ₡2.600, que se pueden pagar con tarjeta. Segundo, y esto es un detallazo, para las elecciones del 2026, ¡olvídese del celular! Para ir a votar va a necesitar sí o sí la cédula física. Que nadie se vaya de pollo y se quede sin votar por andar de tecnológico. Eso sí, un buen punto para el TSE es que los adultos mayores no tienen que pagar por la versión digital.
¿Y cómo se saca esta maravilla? El proceso suena bastante lógico y, la verdad, bastante sencillo. Necesita tres cosas: tener su cédula física vigente (si está vencida, primero a renovar), un celular con cámara y no tener ningún documento pendiente de retirar en el TSE. A partir del 9 de setiembre, uno se mete a la página del Tribunal, pone su número de cédula, se toma un selfie para que el sistema compruebe que usted es usted (verificación biométrica, le dicen), registra un correo y paga. Luego, solo es de bajar la app "IDC-Ciudadano", activar la vara con un PIN y listo. La cédula digital quedará protegida con ese código y su huella o su cara. Bastante seguro, la verdad.
La ventaja más obvia, y la más chiva, es la comodidad. Andar la cédula en el chunche que uno nunca suelta es un nivel. Se acabaron los despistes. Pero más allá de eso, el TSE asegura que este documento cumple con estándares internacionales y viene blindado con seguridad informática para evitar falsificaciones. Esto es un gane para todos. Para uno, porque es más seguro; y para las instituciones, porque se agilizan los trámites y se protegen mejor contra el fraude. Se acabaron los errores del mae que digita mal su número de cédula en un formulario, porque ahora todo puede ser más directo y sin errores.
Al final, esta cédula digital es un paso que el país tenía que dar. Es modernizarse o quedarse atrás. Y aunque tenga su costo y no sirva (todavía) para lo más importante que es votar, la idea de simplificar el día a día es bastante buena. El TSE tampoco nos está obligando; el plástico de siempre seguirá existiendo y siendo gratuito (a menos que usted sea un campeón perdiendo cédulas y pida muchos duplicados). Es una opción más, una herramienta para quien la quiera y le vea la utilidad. Parece una de esas cosas que al principio uno duda, pero que en un par de años nos preguntaremos cómo vivíamos sin ella.
Diay, maes, ¿qué opinan ustedes de esta vara? ¿Creen que es un avance tuanis y que ya era hora, o les parece un gasto innecesario? ¿Le ven el toque para el día a día o se quedan con la de siempre hasta que sea obligatorio? ¡Los leo en los comentarios!