Un reportaje curioso y a mi gusto, interesante, que me encontré en el diario Marca de España, denota bastante identidad y arraigo de parte de esas aficiones, algo ke tanto se ha perdido (y en CRC talvez ni existe)
La Primera vuelve a ser de barrio
El mejor ejemplo de que Vallecas puede tener un sitio en Primera es el Chievo Verona. El conjunto del pequeño barrio veronés de Chievo ha jugado nueve de las últimas diez temporadas en la Serie A -donde incluso llegó a disputar una ronda previa de la Liga de Campeones- mientras el Hellas Verona, gran equipo del Véneto, pelea por salir de la C1 como castigo a su gestión deportiva y económica, de la que sí puede presumir el Chievo.
"Cuando haya un derbi en A, los burros volarán", decían los tifosi del Hellas
Chievo, en la periferia veronesa, apenas cuenta con 3.000 habitantes, lejos del medio millón largo que suma Vallecas. En un intento de aumentar su popularidad, el club se marchó en 1986 al estadio Marcantonio Bentegodi, en el centro de la ciudad, y en 1990 introdujo la palabra Verona en su nombre con el fin de identificarse con todos los veroneses. Deportivamente las cosas marcharon de forma brillante, pero la masa social sigue siendo escasa. Pese a jugar dos categorías por encima, en Verona sigue habiendo un seguidor del Chievo por cada diez del Hellas.
Los seguidores del Hellas, en cambio, se arrepentirían con el tiempo de tomar a burla la progresión de su hermano pequeño. En la 84/85, cuando el Chievo peleaba en la C2 y el Hellas se proclamaba campeón de Italia por única vez en su historia, los ganadores del 'scudetto' se mofaban de ese pequeño club que quería compartir el gran estadio de la ciudad.
"Cuando haya un derbi en Serie A, los burros volarán", cantaban los tifosi del Hellas aludiendo al animal que figura en el escudo de su rival. La historia así lo quiso. Desde el año 2001, tras su primer ascenso, los tifosi del Chievo se autodenominan "burros voladores".
Descenso del Sankt Pauli
Sankt Pauli, zona portuaria de Hamburgo, es otro de los barrios referencia del fútbol europeo. El FC Sankt Pauli ha descendido a Bundesliga 2 en la presente temporada un año después de su último ascenso. Al contrario del Chievo no presume de grandes logros futbolísticos, pero sí de una afición arraigada y comprometida con los valores del club, cuyos estatutos, por ejemplo, declaran ser una entidad "antifascista y antirracista".
'Stani', ídolo en St.Pauli, dice adiós tras ser jugador, vicepresidente y técnico
El estadio Millerntor, propiedad del club, no se ha movido de su lugar original en Sankt Pauli desde 1961. Su eterno rival, el poderoso Hamburgo, sí construyó su nuevo estadio fuera de la ciudad, lo que siempre recuerdan los 'piratas' -el símbolo del St.Pauli es una calavera con dos tibias cruzadas- para evidenciar la diferencia de valores entre ambos clubes. Unos valores que multiplicaron por diez el número de socios del club en la década de los 90.
Holger Stanislawski, hasta el pasado fin de semana técnico del St.Pauli, vivió en primera persona la explosión popular de este club. En 18 temporadas fue jugador, vicepresidente y entrenador. Como central ascendió a la Bundesliga en 2001 y como técnico repitió la machada en 2010. El fin de un ciclo en el barrio rojo de Hamburgo.
Londres, capital del fútbol
Capítulo aparte merece Londres, donde ningún equipo profesional -cinco de ellos compiten en la Premier League y tres en la Championship- luce el nombre de la ciudad. En la capital de Inglaterra había tantos clubes a mediados de los cincuenta que incluso se creó una selección londinense, el London XI, que compitió con futbolistas de varios clubes entre 1955 y 1958. Hoy, como aquel entonces, cada barrio tiene su equipo.
Así, el norte se divide entre Arsenal y Tottenham. En el este, un lado del Támesis es del West Ham y el otro del Charlton Athetic. Al sur, el barrio de Berdmonsey es del Millwall y el barrio de Selhurst del Crystal Palace. Por el oeste, en la zona 'pija' de Londres, se mezclan -entre ambos campos solo hay quince minutos a pie- los seguidores de Fulham y Chelsea.
Equipos más modestos como Queen´s Park Rangers -recién ascendido a la Premier-, Brentford, Leyton Orient o el viejo Wimbledon siguen aglutinando miles de seguidores cada sábado. Porque en Londres, como en Buenos Aires, como en Vallecas, se prefiere animar al equipo del barrio.
La Primera vuelve a ser de barrio
- La trayectoria del Chievo o los valores del Sankt Pauli, ejemplos de barriadas en la élite
El mejor ejemplo de que Vallecas puede tener un sitio en Primera es el Chievo Verona. El conjunto del pequeño barrio veronés de Chievo ha jugado nueve de las últimas diez temporadas en la Serie A -donde incluso llegó a disputar una ronda previa de la Liga de Campeones- mientras el Hellas Verona, gran equipo del Véneto, pelea por salir de la C1 como castigo a su gestión deportiva y económica, de la que sí puede presumir el Chievo.
"Cuando haya un derbi en A, los burros volarán", decían los tifosi del Hellas
Chievo, en la periferia veronesa, apenas cuenta con 3.000 habitantes, lejos del medio millón largo que suma Vallecas. En un intento de aumentar su popularidad, el club se marchó en 1986 al estadio Marcantonio Bentegodi, en el centro de la ciudad, y en 1990 introdujo la palabra Verona en su nombre con el fin de identificarse con todos los veroneses. Deportivamente las cosas marcharon de forma brillante, pero la masa social sigue siendo escasa. Pese a jugar dos categorías por encima, en Verona sigue habiendo un seguidor del Chievo por cada diez del Hellas.
Los seguidores del Hellas, en cambio, se arrepentirían con el tiempo de tomar a burla la progresión de su hermano pequeño. En la 84/85, cuando el Chievo peleaba en la C2 y el Hellas se proclamaba campeón de Italia por única vez en su historia, los ganadores del 'scudetto' se mofaban de ese pequeño club que quería compartir el gran estadio de la ciudad.
"Cuando haya un derbi en Serie A, los burros volarán", cantaban los tifosi del Hellas aludiendo al animal que figura en el escudo de su rival. La historia así lo quiso. Desde el año 2001, tras su primer ascenso, los tifosi del Chievo se autodenominan "burros voladores".
Descenso del Sankt Pauli
Sankt Pauli, zona portuaria de Hamburgo, es otro de los barrios referencia del fútbol europeo. El FC Sankt Pauli ha descendido a Bundesliga 2 en la presente temporada un año después de su último ascenso. Al contrario del Chievo no presume de grandes logros futbolísticos, pero sí de una afición arraigada y comprometida con los valores del club, cuyos estatutos, por ejemplo, declaran ser una entidad "antifascista y antirracista".
'Stani', ídolo en St.Pauli, dice adiós tras ser jugador, vicepresidente y técnico
El estadio Millerntor, propiedad del club, no se ha movido de su lugar original en Sankt Pauli desde 1961. Su eterno rival, el poderoso Hamburgo, sí construyó su nuevo estadio fuera de la ciudad, lo que siempre recuerdan los 'piratas' -el símbolo del St.Pauli es una calavera con dos tibias cruzadas- para evidenciar la diferencia de valores entre ambos clubes. Unos valores que multiplicaron por diez el número de socios del club en la década de los 90.
Holger Stanislawski, hasta el pasado fin de semana técnico del St.Pauli, vivió en primera persona la explosión popular de este club. En 18 temporadas fue jugador, vicepresidente y entrenador. Como central ascendió a la Bundesliga en 2001 y como técnico repitió la machada en 2010. El fin de un ciclo en el barrio rojo de Hamburgo.
Londres, capital del fútbol
Capítulo aparte merece Londres, donde ningún equipo profesional -cinco de ellos compiten en la Premier League y tres en la Championship- luce el nombre de la ciudad. En la capital de Inglaterra había tantos clubes a mediados de los cincuenta que incluso se creó una selección londinense, el London XI, que compitió con futbolistas de varios clubes entre 1955 y 1958. Hoy, como aquel entonces, cada barrio tiene su equipo.
Así, el norte se divide entre Arsenal y Tottenham. En el este, un lado del Támesis es del West Ham y el otro del Charlton Athetic. Al sur, el barrio de Berdmonsey es del Millwall y el barrio de Selhurst del Crystal Palace. Por el oeste, en la zona 'pija' de Londres, se mezclan -entre ambos campos solo hay quince minutos a pie- los seguidores de Fulham y Chelsea.
Equipos más modestos como Queen´s Park Rangers -recién ascendido a la Premier-, Brentford, Leyton Orient o el viejo Wimbledon siguen aglutinando miles de seguidores cada sábado. Porque en Londres, como en Buenos Aires, como en Vallecas, se prefiere animar al equipo del barrio.