Mae, cada vez que hay una celebración grande en Limón, uno ya sabe lo que viene: un fiestón, un recibimiento increíble y, por supuesto, una carretada de promesas que suenan demasiado bien para ser verdad. Este fin de semana, con la excusa del Día de la Persona Negra y la Cultura Afrocostarricense, el presidente Chaves no decepcionó. Se mandó con todo y soltó la que, para muchos, es la noticia del año para la provincia: el fin de las infames rotondas de la Ruta 32.
La vara es que Chaves, en pleno Consejo de Gobierno, reconoció que esas rotondas son un "problema serio". ¡Diay, hasta que alguien lo dice en voz alta! Cualquiera que haya manejado por ahí sabe que son un dolor de cabeza. Pero la noticia bomba fue la orden que le tiró en público al ministro del MOPT: sacar a licitación los siete pasos a desnivel que faltan "en los próximos días". Según el presi, los primeros cuatro ya están en proceso y con esto se completaría el brete. La idea es, por fin, "deshacernos de esas rotondas". Siendo honestos, la promesa suena tuanis, ¿no? Después de tanto tiempo, la posibilidad de pasar por ahí sin esa congoja es, como mínimo, esperanzadora.
Pero aquí es donde a uno le entra el escepticismo tico. ¿Se acuerdan por qué existen esas rotondas en primer lugar? Fue una de esas "soluciones temporales" que tanto nos gustan en este país. El propio MOPT y el Lanamme habían dicho hasta el cansancio que ese diseño era una torta, que no cumplía con nada y que era un peligro. O sea, se jalaron una torta monumental desde el diseño inicial y ahora la solución llega con bombos y platillos, como si fuera una genialidad y no la corrección de un error garrafal. Todos sabemos que aquí los plazos se estiran más que un chicle, y que entre los recursos y las benditas expropiaciones, cualquier proyecto se puede ir al traste. Ojalá esta vez sea diferente, pero la historia pesa.
Y como si el tema de la 32 no fuera suficiente, Chaves aprovechó el viaje para repartir promesas como si fueran confites. ¡Qué nivel de show! Que los escáneres para los puertos de Japdeva y Caldera llegan en "menos de dos semanas", marcando su palabra con "un pelo de su bigote" después de 20 años de espera. Que ahí viene un nuevo hospital Tony Facio porque el actual es "un desastre". Que se vienen $9 millones para infraestructura deportiva, un nuevo aeropuerto (que él no va a ver terminado, por cierto), la estación de bomberos de Tortuguero que llevaba 12 años pegada y hasta 5G para Guápiles y Limón. Es un menú tan completo que uno se pregunta si alcanzará el tiempo, la plata y, sobre todo, la voluntad política para cumplir con tanto chunche.
Para ponerle la cereza al pastel, el discurso se puso denso. Chaves se fue con todo contra la contralora Marta Acosta por el proyecto de la marina, diciéndole que le "pida perdón a Dios". No se salvaron ni la Asamblea Legislativa ni el Poder Judicial, a los que básicamente acusó de no hacer nada contra el narco. Y para cerrar, ese llamado casi mesiánico a los limonenses para que en las próximas elecciones escojan gente con "neuronas, pero también con hormonas". Es un estilo que a muchos les encanta y a otros les revuelve el estómago, pero que definitivamente no deja a nadie indiferente. Al final, queda la sensación de un día lleno de titulares y confrontación, donde las buenas noticias se sienten amarradas a un show político muy calculado.
Maes, quitando el humo y el pleito político, ¿creen que esta vez la vara va en serio con la Ruta 32 y las demás promesas para Limón? ¿O es el mismo discurso de siempre que se quedará en palabras bonitas? Los leo.
La vara es que Chaves, en pleno Consejo de Gobierno, reconoció que esas rotondas son un "problema serio". ¡Diay, hasta que alguien lo dice en voz alta! Cualquiera que haya manejado por ahí sabe que son un dolor de cabeza. Pero la noticia bomba fue la orden que le tiró en público al ministro del MOPT: sacar a licitación los siete pasos a desnivel que faltan "en los próximos días". Según el presi, los primeros cuatro ya están en proceso y con esto se completaría el brete. La idea es, por fin, "deshacernos de esas rotondas". Siendo honestos, la promesa suena tuanis, ¿no? Después de tanto tiempo, la posibilidad de pasar por ahí sin esa congoja es, como mínimo, esperanzadora.
Pero aquí es donde a uno le entra el escepticismo tico. ¿Se acuerdan por qué existen esas rotondas en primer lugar? Fue una de esas "soluciones temporales" que tanto nos gustan en este país. El propio MOPT y el Lanamme habían dicho hasta el cansancio que ese diseño era una torta, que no cumplía con nada y que era un peligro. O sea, se jalaron una torta monumental desde el diseño inicial y ahora la solución llega con bombos y platillos, como si fuera una genialidad y no la corrección de un error garrafal. Todos sabemos que aquí los plazos se estiran más que un chicle, y que entre los recursos y las benditas expropiaciones, cualquier proyecto se puede ir al traste. Ojalá esta vez sea diferente, pero la historia pesa.
Y como si el tema de la 32 no fuera suficiente, Chaves aprovechó el viaje para repartir promesas como si fueran confites. ¡Qué nivel de show! Que los escáneres para los puertos de Japdeva y Caldera llegan en "menos de dos semanas", marcando su palabra con "un pelo de su bigote" después de 20 años de espera. Que ahí viene un nuevo hospital Tony Facio porque el actual es "un desastre". Que se vienen $9 millones para infraestructura deportiva, un nuevo aeropuerto (que él no va a ver terminado, por cierto), la estación de bomberos de Tortuguero que llevaba 12 años pegada y hasta 5G para Guápiles y Limón. Es un menú tan completo que uno se pregunta si alcanzará el tiempo, la plata y, sobre todo, la voluntad política para cumplir con tanto chunche.
Para ponerle la cereza al pastel, el discurso se puso denso. Chaves se fue con todo contra la contralora Marta Acosta por el proyecto de la marina, diciéndole que le "pida perdón a Dios". No se salvaron ni la Asamblea Legislativa ni el Poder Judicial, a los que básicamente acusó de no hacer nada contra el narco. Y para cerrar, ese llamado casi mesiánico a los limonenses para que en las próximas elecciones escojan gente con "neuronas, pero también con hormonas". Es un estilo que a muchos les encanta y a otros les revuelve el estómago, pero que definitivamente no deja a nadie indiferente. Al final, queda la sensación de un día lleno de titulares y confrontación, donde las buenas noticias se sienten amarradas a un show político muy calculado.
Maes, quitando el humo y el pleito político, ¿creen que esta vez la vara va en serio con la Ruta 32 y las demás promesas para Limón? ¿O es el mismo discurso de siempre que se quedará en palabras bonitas? Los leo.
