Diay maes, ¿ya están mentalizados para el arranque de semana? Porque si pensaban que el lunes ya era suficientemente rudo por sí solo, parece que el clima se propuso ponernos las cosas todavía más cuesta arriba. Acabo de echarle un ojo al pronóstico del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) para este lunes 15 de setiembre y, para resumir la vara en buen tico: se viene un señor aguacero. ¡Qué sal empezar la semana así! Justo cuando uno necesita más energía, el cielo decide ponerse en modo gris y tirarnos encima toda el agua del mes en una sola tarde. Así que si tenían planes al aire libre después del brete, mejor vayan pensando en un plan B que involucre un techo bien sólido.
La explicación técnica, para los que les gusta el detalle, es la de siempre por estas épocas. Resulta que tenemos a la famosa Zona de Convergencia Intertropical coqueteándonos bien de cerca, lo que ya de por sí es sinónimo de inestabilidad. Pero como si eso no fuera suficiente para garantizar el bochorno y la humedad, el IMN anuncia que también nos va a pasar por encima la onda tropical #30. ¡Treinta, maes! A este paso vamos a tener más ondas tropicales que capítulos de una novela. La combinación de estos dos factores es la receta perfecta para que el país se sienta como un sauna al aire libre, con el aire pesado y esa sensación pegajosa que no se quita con nada.
El guion del día, según los expertos, va a ser un clásico de la temporada lluviosa. La mañana nos va a engañar vilmente con nubosidad parcial y un calorcito que invita a confiarse. Uno hasta piensa "uy, qué lindo día, hoy sí la pego sin presas". ¡Error de novato! Porque es a partir de la tarde cuando se desata el baldazo. Se esperan desarrollos nubosos que van a traer lluvias, aguaceros y, para que la fiesta esté completa, tormenta eléctrica. Lo peor es que el pronóstico advierte que estas condiciones podrían extenderse hasta bien entrada la noche. Nadie se salva: las precipitaciones más fuertes se van a concentrar en el Valle Central, todo el Pacífico, la Zona Norte y las montañas del Caribe. O sea, básicamente en todo lado.
Y ya todos sabemos lo que significa lluvia un lunes por la tarde en la GAM, ¿verdad? Presas nivel apocalipsis. El viaje de 20 minutos del brete a la casa se transforma en una odisea de hora y media, con uno atrapado en el carro escuchando la misma canción en la radio por décima vez. Cualquier plan para después de la oficina, como ir al gimnasio o verse con los compas para una mejenga, probablemente se fue al traste. Hasta sacar a pasear al perro se convierte en una misión imposible. Es ese típico día en el que uno llega a la casa empapado, de mal humor y con ganas de que ya sea viernes. Una verdadera prueba de paciencia para arrancar la semana.
En fin, el resumen es sencillo: mañana es día de sacar todos los chunches de lluvia del clóset. La capa, la sombrilla, los zapatos que no se arruinan con el agua y, sobre todo, una dosis extra de paciencia para el tráfico. Más vale prevenir que terminar empapado y renegando en media presa. Ya están más que avisados, así que no hay excusa para que el aguacero los agarre desprevenidos. A tomarlo con calma y a ponerle buena cara, aunque cueste. Al final del día, es solo agua, ¿no? (Aunque mezclada con un lunes, se siente peor). Y ustedes, ¿ya se les descuadró algún plan con este pronóstico? ¿O tienen algún truco maestro para sobrevivir a un lunes lluvioso en la capital? ¡Cuenten sus estrategias para no ahogarse en el intento!
La explicación técnica, para los que les gusta el detalle, es la de siempre por estas épocas. Resulta que tenemos a la famosa Zona de Convergencia Intertropical coqueteándonos bien de cerca, lo que ya de por sí es sinónimo de inestabilidad. Pero como si eso no fuera suficiente para garantizar el bochorno y la humedad, el IMN anuncia que también nos va a pasar por encima la onda tropical #30. ¡Treinta, maes! A este paso vamos a tener más ondas tropicales que capítulos de una novela. La combinación de estos dos factores es la receta perfecta para que el país se sienta como un sauna al aire libre, con el aire pesado y esa sensación pegajosa que no se quita con nada.
El guion del día, según los expertos, va a ser un clásico de la temporada lluviosa. La mañana nos va a engañar vilmente con nubosidad parcial y un calorcito que invita a confiarse. Uno hasta piensa "uy, qué lindo día, hoy sí la pego sin presas". ¡Error de novato! Porque es a partir de la tarde cuando se desata el baldazo. Se esperan desarrollos nubosos que van a traer lluvias, aguaceros y, para que la fiesta esté completa, tormenta eléctrica. Lo peor es que el pronóstico advierte que estas condiciones podrían extenderse hasta bien entrada la noche. Nadie se salva: las precipitaciones más fuertes se van a concentrar en el Valle Central, todo el Pacífico, la Zona Norte y las montañas del Caribe. O sea, básicamente en todo lado.
Y ya todos sabemos lo que significa lluvia un lunes por la tarde en la GAM, ¿verdad? Presas nivel apocalipsis. El viaje de 20 minutos del brete a la casa se transforma en una odisea de hora y media, con uno atrapado en el carro escuchando la misma canción en la radio por décima vez. Cualquier plan para después de la oficina, como ir al gimnasio o verse con los compas para una mejenga, probablemente se fue al traste. Hasta sacar a pasear al perro se convierte en una misión imposible. Es ese típico día en el que uno llega a la casa empapado, de mal humor y con ganas de que ya sea viernes. Una verdadera prueba de paciencia para arrancar la semana.
En fin, el resumen es sencillo: mañana es día de sacar todos los chunches de lluvia del clóset. La capa, la sombrilla, los zapatos que no se arruinan con el agua y, sobre todo, una dosis extra de paciencia para el tráfico. Más vale prevenir que terminar empapado y renegando en media presa. Ya están más que avisados, así que no hay excusa para que el aguacero los agarre desprevenidos. A tomarlo con calma y a ponerle buena cara, aunque cueste. Al final del día, es solo agua, ¿no? (Aunque mezclada con un lunes, se siente peor). Y ustedes, ¿ya se les descuadró algún plan con este pronóstico? ¿O tienen algún truco maestro para sobrevivir a un lunes lluvioso en la capital? ¡Cuenten sus estrategias para no ahogarse en el intento!
