Diay, maes, para los que siguen el ajedrez del Poder Judicial, la noticia de hoy es que la Corte no quiso mover mucho el tablero. La vara es que Karen Valverde, quien ya venía ocupando el puesto, fue reelegida como Fiscal General Subrogante por un año más. Así, sin mucho drama ni bombos y platillos, en la sesión de la Corte Plena se decidió que ella sigue siendo la suplente oficial del Fiscal General, Carlo Díaz, para el período que viene.
La elección, para ser honestos, no fue un despiche ni una batalla campal. Fue más bien una vara protocolaria. Junto a Valverde, estaban en la terna los fiscales adjuntos Martha Brenes y Juan Carlos Cubillo, pero al final la balanza se inclinó por la continuidad. Una vez contados los votos, el mero presi del Poder Judicial, Orlando Aguirre, le tomó la juramentación y listo, a seguir con el brete. Para los que no están tan metidos en el tema, el rol del Fiscal Subrogante es clave: es la persona que se pone la camiseta de Fiscal General si a Carlo Díaz le toca ausentarse, ya sea por un viaje, una enfermedad o porque tiene que inhibirse de algún caso por conflicto de interés. Básicamente, es la suplente de lujo.
Valverde, fiel a su estilo sobrio, se tomó el nombramiento con la seriedad que amerita. Soltó las frases de rigor sobre el compromiso, la responsabilidad y el honor que significa seguir en ese puesto. Cito textual para no jalarme una torta: “El nombramiento como Fiscal Subrogante se asume con el compromiso del ejercicio de la labor responsable. Es un honor el puesto por el que se me designa”. Vamos, lo que uno espera escuchar. No iba a decir que la vara era pan comido, ¿verdad? Es un puesto que, aunque no esté siempre bajo los reflectores, tiene un peso enorme por si las moscas.
Y bueno, ¿quién es esta señora? Para que se hagan una idea del currículum, ¡qué nivel! Karen Valverde tiene 54 años y no es ninguna novata en el sistema. Es abogada de la UCR, pero la parte que impresiona es que se sacó no una, sino dos maestrías en la UNED: una en Derechos Humanos y otra en Criminología. Como si fuera poco, le sumó un posgrado en Administración de Justicia de la UNA. La mae lleva casi tres décadas metida en el Poder Judicial, moviéndose entre la Fiscalía y la Judicatura. De hecho, su plaza en propiedad es de Jueza 4, así que conoce el sistema desde los dos lados de la cancha. Claramente, no es alguien que llegó ayer a pulsearla.
Ahora, más allá del nombramiento, ¿qué significa esto en el panorama actual? Aquí es donde la vara se pone interesante. Con la tensión que se maneja a veces entre Casa Presidencial y el Ministerio Público, tener definida y clara la línea de sucesión es fundamental. La figura de Carlo Díaz ha estado en el puro centro de polémicas recientes, y aunque su puesto es sólido, en política tica uno nunca sabe. Que Valverde, una figura con un perfil técnico tan robusto y con tanta experiencia, sea quien tome las riendas ante cualquier eventualidad, le da una capa extra de estabilidad (o de previsibilidad, si lo prefieren) a una de las instituciones más calientes del país. Esta vara no es un simple nombramiento de 'por si acaso'; es tener lista a la jugadora clave en la banca, por si le toca entrar de cambio en el minuto más tenso del partido.
Entonces, maes, ¿ustedes qué opinan? ¿Ven esta reelección como un simple trámite para mantener la estabilidad, o creen que el perfil de Valverde podría jugar un rol más estratégico si las tensiones políticas con la Fiscalía siguen escalando?
La elección, para ser honestos, no fue un despiche ni una batalla campal. Fue más bien una vara protocolaria. Junto a Valverde, estaban en la terna los fiscales adjuntos Martha Brenes y Juan Carlos Cubillo, pero al final la balanza se inclinó por la continuidad. Una vez contados los votos, el mero presi del Poder Judicial, Orlando Aguirre, le tomó la juramentación y listo, a seguir con el brete. Para los que no están tan metidos en el tema, el rol del Fiscal Subrogante es clave: es la persona que se pone la camiseta de Fiscal General si a Carlo Díaz le toca ausentarse, ya sea por un viaje, una enfermedad o porque tiene que inhibirse de algún caso por conflicto de interés. Básicamente, es la suplente de lujo.
Valverde, fiel a su estilo sobrio, se tomó el nombramiento con la seriedad que amerita. Soltó las frases de rigor sobre el compromiso, la responsabilidad y el honor que significa seguir en ese puesto. Cito textual para no jalarme una torta: “El nombramiento como Fiscal Subrogante se asume con el compromiso del ejercicio de la labor responsable. Es un honor el puesto por el que se me designa”. Vamos, lo que uno espera escuchar. No iba a decir que la vara era pan comido, ¿verdad? Es un puesto que, aunque no esté siempre bajo los reflectores, tiene un peso enorme por si las moscas.
Y bueno, ¿quién es esta señora? Para que se hagan una idea del currículum, ¡qué nivel! Karen Valverde tiene 54 años y no es ninguna novata en el sistema. Es abogada de la UCR, pero la parte que impresiona es que se sacó no una, sino dos maestrías en la UNED: una en Derechos Humanos y otra en Criminología. Como si fuera poco, le sumó un posgrado en Administración de Justicia de la UNA. La mae lleva casi tres décadas metida en el Poder Judicial, moviéndose entre la Fiscalía y la Judicatura. De hecho, su plaza en propiedad es de Jueza 4, así que conoce el sistema desde los dos lados de la cancha. Claramente, no es alguien que llegó ayer a pulsearla.
Ahora, más allá del nombramiento, ¿qué significa esto en el panorama actual? Aquí es donde la vara se pone interesante. Con la tensión que se maneja a veces entre Casa Presidencial y el Ministerio Público, tener definida y clara la línea de sucesión es fundamental. La figura de Carlo Díaz ha estado en el puro centro de polémicas recientes, y aunque su puesto es sólido, en política tica uno nunca sabe. Que Valverde, una figura con un perfil técnico tan robusto y con tanta experiencia, sea quien tome las riendas ante cualquier eventualidad, le da una capa extra de estabilidad (o de previsibilidad, si lo prefieren) a una de las instituciones más calientes del país. Esta vara no es un simple nombramiento de 'por si acaso'; es tener lista a la jugadora clave en la banca, por si le toca entrar de cambio en el minuto más tenso del partido.
Entonces, maes, ¿ustedes qué opinan? ¿Ven esta reelección como un simple trámite para mantener la estabilidad, o creen que el perfil de Valverde podría jugar un rol más estratégico si las tensiones políticas con la Fiscalía siguen escalando?
