Maes, levanten la mano los que pasaron el fin de semana sudando frío viendo la cuenta del BAC, sintiendo ese vacío en el estómago que solo aparece cuando la plata no cuadra. Según el banco, la pesadilla ya terminó y todo volvió a la normalidad este martes. Pero, diay, después del susto y del silencio incómodo que se mandaron, ¿quién les cree de buenas a primeras? La confianza de la gente no es un chunche que se arregla con un comunicado de prensa, y aquí la procesión va por dentro.
La vara es que esto no fue un problemita de un par de horas que se arregla reiniciando el módem. Según reportes que andan por todo lado, el despiche empezó desde el jueves de la semana pasada. Imagínense el panorama: usted hace una transferencia, paga algo importante con Sinpe, le depositan el salario del brete... y la plata, como por arte de magia, no aparece. Se queda en un limbo digital, usted sin su dinero y sin una sola explicación. Y el BAC, calladito. Ni pío. Tuvieron que pasar el viernes, el sábado y el domingo, con todo el mundo pegando gritos en redes sociales, para que el lunes, por fin, soltaran un comunicado a medias reconociendo que había "atrasos".
A ver, seamos justos. El BAC al final salió a dar la cara. Laura Moreno, la vicepresidenta de Relaciones Corporativas, dijo que el lunes en la tarde "se logró solucionar el atraso". El problema es que su comunicado oficial, y las respuestas que le dieron a la prensa, se enfocan casi que exclusivamente en las broncas del domingo. Entonces, ¿qué pasó con los que reportaron el problema desde el jueves? ¿O los del viernes? Sobre eso, silencio de radio. El periódico El Observador les preguntó directamente por los reportes de días anteriores y, como quien dice, se hicieron los locos. No hubo respuesta. ¡Qué torta de comunicación!
Y aquí es donde el chunche se pone color de hormiga. Porque una cosa es un error técnico —que, seamos honestos, le puede pasar a cualquiera— y otra muy distinta es la falta de transparencia. Cuando se trata de la plata de uno, del producto del brete, lo mínimo que uno espera como cliente es comunicación clara y a tiempo. El argumento de que "no se registraron movimientos sin consentimiento" es un consuelo de tontos. ¡Claro que no! El problema no era que nos estaban robando, el problema era que no podíamos ver ni usar nuestra propia plata en el momento que la necesitábamos. El susto de ver un saldo incorrecto o una transferencia pendiente por días no se lo quita nadie.
En resumen, el BAC asegura que ya todo está al 99.9% de normalidad y que sus sistemas están a completa disposición. Ojalá sea cierto, por el bien de todos. Pero se jalaron una torta monumental, no tanto por el fallo técnico en sí, sino por el pésimo manejo de la crisis y por dejar a sus clientes en la incertidumbre por casi cinco días. La confianza, maes, es como un cristal: cuesta un mundo construirla y se rompe en un segundo. Ahora les toca a ellos ver cómo la pegan de nuevo. Y ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Ustedes fueron de los afectados? ¿Ya les funciona todo bien o siguen viendo varas raras? ¿Y lo más importante: después de este despiche, siguen confiando en el BAC como si nada? ¡Los leo!
La vara es que esto no fue un problemita de un par de horas que se arregla reiniciando el módem. Según reportes que andan por todo lado, el despiche empezó desde el jueves de la semana pasada. Imagínense el panorama: usted hace una transferencia, paga algo importante con Sinpe, le depositan el salario del brete... y la plata, como por arte de magia, no aparece. Se queda en un limbo digital, usted sin su dinero y sin una sola explicación. Y el BAC, calladito. Ni pío. Tuvieron que pasar el viernes, el sábado y el domingo, con todo el mundo pegando gritos en redes sociales, para que el lunes, por fin, soltaran un comunicado a medias reconociendo que había "atrasos".
A ver, seamos justos. El BAC al final salió a dar la cara. Laura Moreno, la vicepresidenta de Relaciones Corporativas, dijo que el lunes en la tarde "se logró solucionar el atraso". El problema es que su comunicado oficial, y las respuestas que le dieron a la prensa, se enfocan casi que exclusivamente en las broncas del domingo. Entonces, ¿qué pasó con los que reportaron el problema desde el jueves? ¿O los del viernes? Sobre eso, silencio de radio. El periódico El Observador les preguntó directamente por los reportes de días anteriores y, como quien dice, se hicieron los locos. No hubo respuesta. ¡Qué torta de comunicación!
Y aquí es donde el chunche se pone color de hormiga. Porque una cosa es un error técnico —que, seamos honestos, le puede pasar a cualquiera— y otra muy distinta es la falta de transparencia. Cuando se trata de la plata de uno, del producto del brete, lo mínimo que uno espera como cliente es comunicación clara y a tiempo. El argumento de que "no se registraron movimientos sin consentimiento" es un consuelo de tontos. ¡Claro que no! El problema no era que nos estaban robando, el problema era que no podíamos ver ni usar nuestra propia plata en el momento que la necesitábamos. El susto de ver un saldo incorrecto o una transferencia pendiente por días no se lo quita nadie.
En resumen, el BAC asegura que ya todo está al 99.9% de normalidad y que sus sistemas están a completa disposición. Ojalá sea cierto, por el bien de todos. Pero se jalaron una torta monumental, no tanto por el fallo técnico en sí, sino por el pésimo manejo de la crisis y por dejar a sus clientes en la incertidumbre por casi cinco días. La confianza, maes, es como un cristal: cuesta un mundo construirla y se rompe en un segundo. Ahora les toca a ellos ver cómo la pegan de nuevo. Y ahora, la pregunta del millón para el foro: ¿Ustedes fueron de los afectados? ¿Ya les funciona todo bien o siguen viendo varas raras? ¿Y lo más importante: después de este despiche, siguen confiando en el BAC como si nada? ¡Los leo!