Maes, pónganle atención a esta vara porque el ajedrez político para el 2026 ya empezó a mover sus fichas más pesadas. Resulta que el partido del oficialismo, Pueblo Soberano, está armando lo que parece ser el “dream team” del chavismo para lanzarse a la Asamblea Legislativa. Y no, no estamos hablando de gente nueva. Los nombres que suenan son los mismos que hemos visto en conferencias de prensa y en la primera línea del Gobierno actual: Nogui Acosta, el exministro de Hacienda, y Juan Manuel Quesada, el que estuvo al frente del AyA, ya confirmaron que le entran al brete de buscar una curul. Apenas para que se hagan una idea del calibre de la movida que se está cocinando.
La cosa no termina ahí, porque la lista de aspirantes parece un desfile de exjerarcas. Quesada, con su domicilio en Heredia, ya tiró los papeles sobre la mesa, aunque todavía no sabe por cuál provincia se manda. Acosta, por su parte, no se anda con rodeos y ya dijo que le apunta al primer lugar por San José, la joya de la corona. Pero el runrún dentro del partido es todavía más grande. Se habla de que Anna Katharina Müller (Educación) y Esmeralda Britton (JPS) también estarían en la fila. Y ni qué decir de Stephan Brunner, el exvicepresidente, que ya había mostrado sus ganas de ser diputado. Intentamos confirmar con varias de estas figuras, pero diay, el teléfono sonó y sonó sin respuesta. El silencio, a veces, dice más que mil palabras.
Ahora, aquí es donde la vara se pone extraña. Uno pensaría que con tantos nombres de peso, el partido estaría sacando pecho y publicando la lista completa de todos los que se inscribieron. Pero no. Pueblo Soberano decidió jugar al misterio y no van a soltar la lista completa. Francisco Gamboa, el secretario general, salió con una excusa que suena a puro “manejo de tiempos políticos”: que tienen que revisar el papeleo de cada postulante. O sea, nos están diciendo que hay que esperar, mientras los nombres más sonados ya andan dando entrevistas. Este secretismo genera más preguntas que respuestas. ¿A quién más tienen guardado? ¿Están midiendo el agua para ver cómo reacciona la gente antes de anunciar el equipo completo?
Pero mae, aquí es donde el asunto se pone realmente serio. Esta movida no es solo para meter a un par de diputados leales en Cuesta de Moras. El objetivo, declarado y repetido hasta el cansancio por el propio presidente Chaves, es conseguir una aplanadora legislativa de 40 diputados. Cuarenta. Ese es el número mágico que les permitiría no solo pasar leyes a cachete, sino meterle mano a reformas constitucionales y a otros Poderes de la República, como el Judicial. Con esa cantidad de poder, el juego cambia por completo. Ya no sería una negociación constante, sino una autopista libre para la agenda del oficialismo, ahora con Laura Fernández como candidata presidencial. Es una apuesta de todo o nada.
Al final, lo que estamos viendo es la consolidación de un bloque político que busca perpetuar su influencia más allá de este gobierno. El 24 de agosto, cuando la Asamblea del partido elija a sus candidatos, se destapará la olla por completo y veremos el verdadero rostro de la bancada que Pueblo Soberano quiere poner en el Congreso. Será una mezcla de caras muy conocidas, con un mandato clarísimo y una lealtad a toda prueba. La pregunta que queda en el aire es si esta estrategia de reciclar figuras del Ejecutivo al Legislativo es lo que el país necesita o si es, simplemente, más de lo mismo pero con otra camiseta.
Más allá de si les cuadra o no el partido, ¿qué opinan de esta jugada? ¿Es un 'todos a bordo' para asegurar lealtad o una señal de que no hay más figuras para ese brete? ¿Les convence este 'reciclaje' de figuras para el Congreso? ¡Los leo en los comentarios!
La cosa no termina ahí, porque la lista de aspirantes parece un desfile de exjerarcas. Quesada, con su domicilio en Heredia, ya tiró los papeles sobre la mesa, aunque todavía no sabe por cuál provincia se manda. Acosta, por su parte, no se anda con rodeos y ya dijo que le apunta al primer lugar por San José, la joya de la corona. Pero el runrún dentro del partido es todavía más grande. Se habla de que Anna Katharina Müller (Educación) y Esmeralda Britton (JPS) también estarían en la fila. Y ni qué decir de Stephan Brunner, el exvicepresidente, que ya había mostrado sus ganas de ser diputado. Intentamos confirmar con varias de estas figuras, pero diay, el teléfono sonó y sonó sin respuesta. El silencio, a veces, dice más que mil palabras.
Ahora, aquí es donde la vara se pone extraña. Uno pensaría que con tantos nombres de peso, el partido estaría sacando pecho y publicando la lista completa de todos los que se inscribieron. Pero no. Pueblo Soberano decidió jugar al misterio y no van a soltar la lista completa. Francisco Gamboa, el secretario general, salió con una excusa que suena a puro “manejo de tiempos políticos”: que tienen que revisar el papeleo de cada postulante. O sea, nos están diciendo que hay que esperar, mientras los nombres más sonados ya andan dando entrevistas. Este secretismo genera más preguntas que respuestas. ¿A quién más tienen guardado? ¿Están midiendo el agua para ver cómo reacciona la gente antes de anunciar el equipo completo?
Pero mae, aquí es donde el asunto se pone realmente serio. Esta movida no es solo para meter a un par de diputados leales en Cuesta de Moras. El objetivo, declarado y repetido hasta el cansancio por el propio presidente Chaves, es conseguir una aplanadora legislativa de 40 diputados. Cuarenta. Ese es el número mágico que les permitiría no solo pasar leyes a cachete, sino meterle mano a reformas constitucionales y a otros Poderes de la República, como el Judicial. Con esa cantidad de poder, el juego cambia por completo. Ya no sería una negociación constante, sino una autopista libre para la agenda del oficialismo, ahora con Laura Fernández como candidata presidencial. Es una apuesta de todo o nada.
Al final, lo que estamos viendo es la consolidación de un bloque político que busca perpetuar su influencia más allá de este gobierno. El 24 de agosto, cuando la Asamblea del partido elija a sus candidatos, se destapará la olla por completo y veremos el verdadero rostro de la bancada que Pueblo Soberano quiere poner en el Congreso. Será una mezcla de caras muy conocidas, con un mandato clarísimo y una lealtad a toda prueba. La pregunta que queda en el aire es si esta estrategia de reciclar figuras del Ejecutivo al Legislativo es lo que el país necesita o si es, simplemente, más de lo mismo pero con otra camiseta.
Más allá de si les cuadra o no el partido, ¿qué opinan de esta jugada? ¿Es un 'todos a bordo' para asegurar lealtad o una señal de que no hay más figuras para ese brete? ¿Les convence este 'reciclaje' de figuras para el Congreso? ¡Los leo en los comentarios!