Maes, a veces uno lee noticias que parecen sacadas de una película... pero de esas malas, donde el protagonista cree que es un carga pero al final termina más salado que un patí. La vara es que me topé con esta nota de un mae de apellido Mora, de apenas 25 años, que parece que le estaba poniendo bonito al negocio de robar contenedores. Pero como todo en esta vida, la jugada le salió mal y ahora el OIJ lo tiene guardadito. Y lo mejor del cuento es que fue un dos por uno, porque no solo lo buscaban en Alajuela, sino que también tenía cuentas pendientes en Limón.
Imagínense el despiche. La historia arranca un día de junio, a las 5 de la mañana, que ya de por sí es una hora terrible para que a uno le pase algo. Un trailero iba tranquilo a dejar su chunche, un contenedor lleno de mercadería para un súper en Río Segundo, cuando de la nada lo interceptan y lo dejan a pie. Los maes se llevaron el camión con todo y lo escondieron en un predio en Heredia. Uno se imagina que creyeron que la habían coronado, con el botín guardado y todo el plan aparentemente perfecto. Pero diay, el OIJ no come cuento, y un mes después les cayeron en un allanamiento y recuperaron la mercadería.
Pero aquí es donde la vara se pone interesante. Los agentes siguieron investigando el rompecabezas y dieron con este Mora en Montecillos de Alajuela. Cuando lo detienen y le revisan la cédula, ¡sorpresa! El mae no solo era sospechoso del robo en Alajuela, sino que también tenía una orden de captura activa por un caso casi idéntico en Limón. O sea, el muchacho no era ningún novato en el brete; parece que tenía una franquicia delictiva bien montada entre provincias. ¡Qué sal! Justo cuando crees que te buscan por una cosa, resulta que ya te tienen fichado por dos.
Y para que la fiesta estuviera completa, en el mismo operativo cayó otro señor, un tal Bolaños de 40 años. A este no lo buscaban por robo, pero al identificarlo, saltó que tenía una causa pendiente en Cartago por simulación de delito. Para los que no están familiarizados con el término, es básicamente el mae que se inventa un cuento, un falso robo o un accidente, para joder a alguien o, más comúnmente, para tratar de sacarle plata al seguro. Otro que se quiso pasar de vivo y terminó en la misma patrulla. Un combo de astucia fallida, por decirlo de alguna manera.
Al final, los dos quedaron a la orden del Ministerio Público, que decidirá qué procede. Pero más allá del operativo exitoso del OIJ, a mí me queda sonando la edad del principal sospechoso. Con 25 años y ya con un "currículum" así de pesado en dos provincias... ¡qué torta! Uno se pregunta qué pasa por la cabeza de alguien para creer que ese es un camino viable. Es una mezcla de audacia y una pésima toma de decisiones. La pregunta que me queda es, ¿qué lleva a alguien tan joven a meterse en un despiche de este calibre? ¿Pura necesidad, falta de brete, o es que simplemente hay gente que nace para jalarse tortas? ¿Ustedes qué opinan?
Imagínense el despiche. La historia arranca un día de junio, a las 5 de la mañana, que ya de por sí es una hora terrible para que a uno le pase algo. Un trailero iba tranquilo a dejar su chunche, un contenedor lleno de mercadería para un súper en Río Segundo, cuando de la nada lo interceptan y lo dejan a pie. Los maes se llevaron el camión con todo y lo escondieron en un predio en Heredia. Uno se imagina que creyeron que la habían coronado, con el botín guardado y todo el plan aparentemente perfecto. Pero diay, el OIJ no come cuento, y un mes después les cayeron en un allanamiento y recuperaron la mercadería.
Pero aquí es donde la vara se pone interesante. Los agentes siguieron investigando el rompecabezas y dieron con este Mora en Montecillos de Alajuela. Cuando lo detienen y le revisan la cédula, ¡sorpresa! El mae no solo era sospechoso del robo en Alajuela, sino que también tenía una orden de captura activa por un caso casi idéntico en Limón. O sea, el muchacho no era ningún novato en el brete; parece que tenía una franquicia delictiva bien montada entre provincias. ¡Qué sal! Justo cuando crees que te buscan por una cosa, resulta que ya te tienen fichado por dos.
Y para que la fiesta estuviera completa, en el mismo operativo cayó otro señor, un tal Bolaños de 40 años. A este no lo buscaban por robo, pero al identificarlo, saltó que tenía una causa pendiente en Cartago por simulación de delito. Para los que no están familiarizados con el término, es básicamente el mae que se inventa un cuento, un falso robo o un accidente, para joder a alguien o, más comúnmente, para tratar de sacarle plata al seguro. Otro que se quiso pasar de vivo y terminó en la misma patrulla. Un combo de astucia fallida, por decirlo de alguna manera.
Al final, los dos quedaron a la orden del Ministerio Público, que decidirá qué procede. Pero más allá del operativo exitoso del OIJ, a mí me queda sonando la edad del principal sospechoso. Con 25 años y ya con un "currículum" así de pesado en dos provincias... ¡qué torta! Uno se pregunta qué pasa por la cabeza de alguien para creer que ese es un camino viable. Es una mezcla de audacia y una pésima toma de decisiones. La pregunta que me queda es, ¿qué lleva a alguien tan joven a meterse en un despiche de este calibre? ¿Pura necesidad, falta de brete, o es que simplemente hay gente que nace para jalarse tortas? ¿Ustedes qué opinan?