Mae, a veces uno se mete a leer noticias y todo es negativo. Que la gasolina, que la política, que el dólar. Pero diay, de vez en cuando uno se topa con una vara que le saca una sonrisa y le devuelve un toque la fe. Y esta es una de esas. Resulta que en el último año, el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) se puso las pilas y le ha metido la bicoca de ₡9 mil millones a 21 proyectos en las zonas rurales de Limón. Y no hablamos de chunches sin importancia, sino de obras que de verdad le están cambiando la vida a la gente. ¡Y eso, maes, está muy tuanis!
Pónganse en los zapatos de la gente de Júpiter, allá en el Valle La Estrella. Son familias agricultoras, gente que se la juega con granos básicos, musáceas, ganadería... el brete duro de verdad. Ahora imagínense tener que sacar la cosecha o llevar a un güila a la escuela por un camino que es más huecos que lastre. Era una odisea. Para ellos, un camino en buen estado no es un lujo, es la diferencia entre vender el producto o que se les pudra en la finca. El INDER llegó y reconstruyó 4.4 kilómetros. Con ₡460 melones, le arreglaron la vida a unas 500 personas. Ahora sí pueden mover los insumos, sacar la venta y, lo más importante, tener acceso a servicios de salud y emergencias sin rezarle a todos los santos. ¡Eso es desarrollo a cachete!
Pero la cosa no para ahí. Si hay algo más esencial que un buen camino, es tener agua potable. Y en San Gerardo de Ticabán, en La Rita de Pococí, esa vara estaba en veremos. ¿La solución? Un proyecto que ya está casi listo, con dos tanquesotes de agua que asustan: uno para 300 mil litros y otro para 200 mil. ¡Imagínense esa cantidad de agua! El INDER invirtió ₡250 millones en esto, y ahora solo falta poner la tubería para que la gente pueda abrir el tubo y que salga agua limpia. Se dice fácil, pero para las familias de ahí, esto es un antes y un después monumental. Se acabaron las carreras para recoger agua o la preocupación de si es segura para tomar.
Y como si fuera poco, el paquete de mejoras es completo. Siempre en Pococí, en Palmitas Dos, ya casi terminan la primera etapa de otro camino, una inversión de ₡600 millones. Además, se pusieron serios con la electrificación. Hay cinco proyectos para llevar luz a comunidades en Sixaola, El Cairo, El Cocal y Cariari, un esfuerzo conjunto con el ICE que garantiza un brete bien hecho. Llevar electricidad a una zona rural es abrir un mundo de posibilidades: desde que los estudiantes puedan hacer tareas de noche hasta que un pequeño negocio pueda tener una refrigeradora. El brete del INDER en esta zona ha sido, sinceramente, ¡qué carga!
Al final del día, esta hablada de millones y proyectos se traduce en algo muy simple: calidad de vida. Sumen a todo lo anterior casi ₡4 mil millones más que se están invirtiendo en infraestructura deportiva en Limón, Siquirres y Pococí. Es una inversión integral que ataca la falta de conectividad, de servicios básicos y hasta de espacios para el deporte. Es la prueba de que cuando la plata se invierte bien en las zonas rurales, el impacto es gigante. Son menos trabas para la gente trabajadora y más oportunidades para todos. Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que este tipo de inversión focalizada en infraestructura es la verdadera clave para el despegue de la provincia de Limón, o sienten que hay otras áreas más urgentes que se están dejando de lado? ¡Los leo!
Pónganse en los zapatos de la gente de Júpiter, allá en el Valle La Estrella. Son familias agricultoras, gente que se la juega con granos básicos, musáceas, ganadería... el brete duro de verdad. Ahora imagínense tener que sacar la cosecha o llevar a un güila a la escuela por un camino que es más huecos que lastre. Era una odisea. Para ellos, un camino en buen estado no es un lujo, es la diferencia entre vender el producto o que se les pudra en la finca. El INDER llegó y reconstruyó 4.4 kilómetros. Con ₡460 melones, le arreglaron la vida a unas 500 personas. Ahora sí pueden mover los insumos, sacar la venta y, lo más importante, tener acceso a servicios de salud y emergencias sin rezarle a todos los santos. ¡Eso es desarrollo a cachete!
Pero la cosa no para ahí. Si hay algo más esencial que un buen camino, es tener agua potable. Y en San Gerardo de Ticabán, en La Rita de Pococí, esa vara estaba en veremos. ¿La solución? Un proyecto que ya está casi listo, con dos tanquesotes de agua que asustan: uno para 300 mil litros y otro para 200 mil. ¡Imagínense esa cantidad de agua! El INDER invirtió ₡250 millones en esto, y ahora solo falta poner la tubería para que la gente pueda abrir el tubo y que salga agua limpia. Se dice fácil, pero para las familias de ahí, esto es un antes y un después monumental. Se acabaron las carreras para recoger agua o la preocupación de si es segura para tomar.
Y como si fuera poco, el paquete de mejoras es completo. Siempre en Pococí, en Palmitas Dos, ya casi terminan la primera etapa de otro camino, una inversión de ₡600 millones. Además, se pusieron serios con la electrificación. Hay cinco proyectos para llevar luz a comunidades en Sixaola, El Cairo, El Cocal y Cariari, un esfuerzo conjunto con el ICE que garantiza un brete bien hecho. Llevar electricidad a una zona rural es abrir un mundo de posibilidades: desde que los estudiantes puedan hacer tareas de noche hasta que un pequeño negocio pueda tener una refrigeradora. El brete del INDER en esta zona ha sido, sinceramente, ¡qué carga!
Al final del día, esta hablada de millones y proyectos se traduce en algo muy simple: calidad de vida. Sumen a todo lo anterior casi ₡4 mil millones más que se están invirtiendo en infraestructura deportiva en Limón, Siquirres y Pococí. Es una inversión integral que ataca la falta de conectividad, de servicios básicos y hasta de espacios para el deporte. Es la prueba de que cuando la plata se invierte bien en las zonas rurales, el impacto es gigante. Son menos trabas para la gente trabajadora y más oportunidades para todos. Pero bueno, esa es mi opinión. Ahora les pregunto a ustedes, maes del foro: ¿Creen que este tipo de inversión focalizada en infraestructura es la verdadera clave para el despegue de la provincia de Limón, o sienten que hay otras áreas más urgentes que se están dejando de lado? ¡Los leo!