Mae, levante la mano al que no le ha pasado. Llegar a una ventanilla del Estado, después de una fila de horas bajo el sol, con todos los papeles en orden, sintiéndose un ciudadano ejemplar. Y justo cuando uno cree que ya coronó, la persona del otro lado del vidrio te dice con una paz pasmosa: “Disculpe, le falta la fotocopia de la cédula por ambos lados”. ¡Qué sal! En ese momento a uno se le revuelve todo y se pregunta si vive en el 2025 o en 1985. Tener que salir corriendo a buscar un bazar para sacarle una foto a un chunche que el mismo Gobierno emite. Diay, era una vara completamente ilógica.
Pues bueno, parece que por fin alguien en el Gobierno se tomó el cafecito y se dio cuenta del sinsentido. Resulta que el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) se puso las pilas y acaba de anunciar que se acaba la fiesta de las fotocopias. Según la Ministra Patricia Rojas, todas las entidades del gobierno central tienen un mes, a partir de la publicación del decreto en La Gaceta, para quitar ese requisito de su lista de torturas. ¡Qué nivel de noticia! Esto significa que, en teoría, ya no más carreras de última hora, ni más árboles gastados en un papel que terminaba en la basura a los cinco minutos.
La verdad es que la medida es de puro sentido común. Es que piénsenlo un toque: ¿qué lógica tiene que una institución del Estado me pida una fotocopia de un documento de identidad que otra institución del mismo Estado me dio? ¡Ellos tienen los datos! Tienen el sistema para verificarlo. Pedir la copia física era un procedimiento arcaico, un monumento a la burocracia por la burocracia. Por eso, que el MEIC le ponga el cascabel al gato con esta directriz de simplificación de trámites es algo que hay que aplaudir. ¡Qué carga que por fin alguien usara la lógica para facilitarle la vida a la gente que anda en el día a día, haciendo sus vueltas y tratando de sacar el brete adelante!
Ahora, aquí es donde entra la Tica Alfa con el escepticismo de siempre. La noticia es tuanis, ¡a cachete!, no hay duda. Pero, ¿será este el inicio de una verdadera guerra contra los trámites inútiles o es solo una curita para una herida mucho más grande? Porque seamos honestos, el chorizo de la fotocopia de la cédula es solo la punta del iceberg. Costa Rica sigue siendo un laberinto de timbres, certificaciones, autenticaciones y papeles que parecen diseñados para que uno se rinda a medio camino. Esto es un gane, un golazo de media cancha si quieren, pero el partido contra la burocracia es largo y tedioso.
Ojalá que esta iniciativa del MEIC sea el empujón que necesitan otras instituciones para empezar a revisar sus propios despistes. Ojalá que se den cuenta de que en plena era digital, seguir pidiendo papeles que se pueden verificar con un clic es, sencillamente, una pérdida de tiempo y recursos para todos. Celebremos esta pequeña victoria que, aunque parezca menor, nos va a ahorrar a todos más de un colerón. Pero no quitemos el ojo de la bola, porque la modernización del Estado es una mejenga que apenas comienza.
Y ahora les paso la bola a ustedes, maes. Aparte de esta torta de la fotocopia, ¿cuál es el trámite más inútil o el requisito más absurdo que han tenido que hacer en este país? ¡Cuenten sus historias de terror burocrático!
Pues bueno, parece que por fin alguien en el Gobierno se tomó el cafecito y se dio cuenta del sinsentido. Resulta que el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) se puso las pilas y acaba de anunciar que se acaba la fiesta de las fotocopias. Según la Ministra Patricia Rojas, todas las entidades del gobierno central tienen un mes, a partir de la publicación del decreto en La Gaceta, para quitar ese requisito de su lista de torturas. ¡Qué nivel de noticia! Esto significa que, en teoría, ya no más carreras de última hora, ni más árboles gastados en un papel que terminaba en la basura a los cinco minutos.
La verdad es que la medida es de puro sentido común. Es que piénsenlo un toque: ¿qué lógica tiene que una institución del Estado me pida una fotocopia de un documento de identidad que otra institución del mismo Estado me dio? ¡Ellos tienen los datos! Tienen el sistema para verificarlo. Pedir la copia física era un procedimiento arcaico, un monumento a la burocracia por la burocracia. Por eso, que el MEIC le ponga el cascabel al gato con esta directriz de simplificación de trámites es algo que hay que aplaudir. ¡Qué carga que por fin alguien usara la lógica para facilitarle la vida a la gente que anda en el día a día, haciendo sus vueltas y tratando de sacar el brete adelante!
Ahora, aquí es donde entra la Tica Alfa con el escepticismo de siempre. La noticia es tuanis, ¡a cachete!, no hay duda. Pero, ¿será este el inicio de una verdadera guerra contra los trámites inútiles o es solo una curita para una herida mucho más grande? Porque seamos honestos, el chorizo de la fotocopia de la cédula es solo la punta del iceberg. Costa Rica sigue siendo un laberinto de timbres, certificaciones, autenticaciones y papeles que parecen diseñados para que uno se rinda a medio camino. Esto es un gane, un golazo de media cancha si quieren, pero el partido contra la burocracia es largo y tedioso.
Ojalá que esta iniciativa del MEIC sea el empujón que necesitan otras instituciones para empezar a revisar sus propios despistes. Ojalá que se den cuenta de que en plena era digital, seguir pidiendo papeles que se pueden verificar con un clic es, sencillamente, una pérdida de tiempo y recursos para todos. Celebremos esta pequeña victoria que, aunque parezca menor, nos va a ahorrar a todos más de un colerón. Pero no quitemos el ojo de la bola, porque la modernización del Estado es una mejenga que apenas comienza.
Y ahora les paso la bola a ustedes, maes. Aparte de esta torta de la fotocopia, ¿cuál es el trámite más inútil o el requisito más absurdo que han tenido que hacer en este país? ¡Cuenten sus historias de terror burocrático!