Maes, buenos días. Cuando uno cree que ya lo ha visto todo en la fauna política tica, ¡pum! Sale un partido nuevo con un nombre que suena a eslogan de campaña pagado por adelantado: "Aquí Costa Rica Manda". Y como si el nombre no fuera suficiente para levantar un par de cejas, este fin de semana ya tiraron a la parrilla su fórmula presidencial completa. El elegido para la silla de Zapote es un señor llamado Ronny Castillo, y diay, hay que empezar a ponerle atención a esta nueva movida en el ajedrez político que se nos viene para el 2026.
La vara es que ya tienen el combo armado y listo para la foto. A Castillo, que tiene 42 años, lo acompañan Hazel Arias, que viene del mundo de la educación, como primera vicepresidenta, y el abogado William Anderson como segundo. De una vez, y para que no quede duda de que vienen con todo, hasta anunciaron que Melissa Rivera Abarca sería la ministra de la Presidencia. O sea, no están jugando de títeres y ya tienen gente lista para los puestos clave. El evento, por lo que se lee, fue todo un fiestón con delegados de todo el país y hasta gente del Tribunal Supremo de Elecciones para dar el visto bueno. Todo muy oficial, todo muy ordenado.
Ahora, vamos a lo que importa: el discurso. Porque en política, el verbo mata carita, ¿o no? Según uno de los meros meros del partido, un tal Antonio Robinson, esta es una opción política construida sobre "la transparencia, la democracia participativa y la libertad individual". Y por si fuera poco, le sumaron al paquete el "respeto irrestricto a la naturaleza, la prosperidad económica inclusiva y la innovación tecnológica". Diay, mae, suena súper tuanis. Es el checklist completo de todo lo que uno quisiera para el país. El asunto es que ese discurso lo hemos oído en todos los colores y sabores. La pregunta del millón no es qué prometen, sino cómo piensan lograr ese brete sin jalarse una torta en el intento.
Aquí es donde entra el perfil del candidato, Ronny Castillo. El mae se presenta como un gerente con una trayectoria sólida, y su principal argumento es la "falta de liderazgo técnico en el sector público". ¡Ajá! El clásico discurso del gerente exitoso que, cansado del despiche del gobierno, viene a poner orden con su mente de empresario. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa canción? No digo que esté mal, de hecho, puede que un poco de gerencia no le caiga mal al país. Pero gobernar no es lo mismo que manejar una empresa. Aquí hay que lidiar con la Asamblea, con sindicatos, con la Sala IV y con un montón de variables que no salen en un estado financiero. Castillo dice que son "un partido con identidad propia y principios ideológicos bien establecidos", y que creen en el "modelo liberal y en un modelo de oportunidades". Veremos si esa identidad aguanta el primer ventolero legislativo.
En fin, la conclusión es que tenemos un nuevo chunche político en el mapa. Una opción que se vende como liberal, técnica y transparente. Para algunos será un aire fresco muy necesario, para otros, el mismo perro con diferente collar. Lo único seguro es que la carrera hacia el 2026 ya empezó a calentarse y este nuevo equipo acaba de meter un gol desde media cancha solo por el hecho de aparecer en el radar tan temprano. Ahora les toca demostrar que no son solo una cara nueva con un eslogan pegajoso.
Y ahora, la pregunta para ustedes, la gente pensante de este foro: Más allá del nombre y las buenas intenciones, ¿creen que esta gente de "Aquí Costa Rica Manda" trae algo realmente nuevo a la mesa o es el mismo brete de siempre con un empaque diferente? ¿Les suena la música o les genera desconfianza?
La vara es que ya tienen el combo armado y listo para la foto. A Castillo, que tiene 42 años, lo acompañan Hazel Arias, que viene del mundo de la educación, como primera vicepresidenta, y el abogado William Anderson como segundo. De una vez, y para que no quede duda de que vienen con todo, hasta anunciaron que Melissa Rivera Abarca sería la ministra de la Presidencia. O sea, no están jugando de títeres y ya tienen gente lista para los puestos clave. El evento, por lo que se lee, fue todo un fiestón con delegados de todo el país y hasta gente del Tribunal Supremo de Elecciones para dar el visto bueno. Todo muy oficial, todo muy ordenado.
Ahora, vamos a lo que importa: el discurso. Porque en política, el verbo mata carita, ¿o no? Según uno de los meros meros del partido, un tal Antonio Robinson, esta es una opción política construida sobre "la transparencia, la democracia participativa y la libertad individual". Y por si fuera poco, le sumaron al paquete el "respeto irrestricto a la naturaleza, la prosperidad económica inclusiva y la innovación tecnológica". Diay, mae, suena súper tuanis. Es el checklist completo de todo lo que uno quisiera para el país. El asunto es que ese discurso lo hemos oído en todos los colores y sabores. La pregunta del millón no es qué prometen, sino cómo piensan lograr ese brete sin jalarse una torta en el intento.
Aquí es donde entra el perfil del candidato, Ronny Castillo. El mae se presenta como un gerente con una trayectoria sólida, y su principal argumento es la "falta de liderazgo técnico en el sector público". ¡Ajá! El clásico discurso del gerente exitoso que, cansado del despiche del gobierno, viene a poner orden con su mente de empresario. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa canción? No digo que esté mal, de hecho, puede que un poco de gerencia no le caiga mal al país. Pero gobernar no es lo mismo que manejar una empresa. Aquí hay que lidiar con la Asamblea, con sindicatos, con la Sala IV y con un montón de variables que no salen en un estado financiero. Castillo dice que son "un partido con identidad propia y principios ideológicos bien establecidos", y que creen en el "modelo liberal y en un modelo de oportunidades". Veremos si esa identidad aguanta el primer ventolero legislativo.
En fin, la conclusión es que tenemos un nuevo chunche político en el mapa. Una opción que se vende como liberal, técnica y transparente. Para algunos será un aire fresco muy necesario, para otros, el mismo perro con diferente collar. Lo único seguro es que la carrera hacia el 2026 ya empezó a calentarse y este nuevo equipo acaba de meter un gol desde media cancha solo por el hecho de aparecer en el radar tan temprano. Ahora les toca demostrar que no son solo una cara nueva con un eslogan pegajoso.
Y ahora, la pregunta para ustedes, la gente pensante de este foro: Más allá del nombre y las buenas intenciones, ¿creen que esta gente de "Aquí Costa Rica Manda" trae algo realmente nuevo a la mesa o es el mismo brete de siempre con un empaque diferente? ¿Les suena la música o les genera desconfianza?