A ver, sentémonos un toque a procesar esto, porque el novelón que se está armando en Paquera está para alquilar balcón. Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tuvo que salir en conferencia de prensa, nada más y nada menos que desde Casa Presidencial, a decir que le van a caer con todo a la Intendencia de Paquera. ¿La razón? Una vara que, si se confirma, es para que a más de uno se le caiga la cara de la vergüenza: la supuesta venta de diarios vencidos que eran una donación. Y no cualquier donación, sino la que nos mandó El Salvador el año pasado después de unas inundaciones bravas.
Aquí es donde la cosa se pone más fea. Según la denuncia que destapó Noticias Trivisión, estos paquetes de comida no solo estaban vencidos, sino que aparentemente se los estaban vendiendo a los mismos vecinos por sumas de hasta 8 mil colones. ¡Ocho rojos por comida donada y vencida! Es que hay que tener carátula. El propio presidente de la CNE, Alejandro Picado, lo dijo clarito y sin pelos en la lengua: "con la comida de la gente no se juega". Una frase que suena a sentencia. Parece que en la Intendencia de Paquera alguien se jaló una torta monumental, y ahora la CNE promete llegar hasta el fondo del asunto.
Pero como en todo buen despiche tico, tenemos la otra versión de la historia. CRHoy se mandó y llamó al intendente de Paquera, Ulises González, y el mae básicamente se hizo el de a peso. Dijo que todo es "completamente falso", que la información está manipulada y que él ni por enterado de lo que dijo la CNE en la conferencia. O sea, según él, el principal ente de emergencias del país abre una investigación en su contra, lo anuncian con bombos y platillos, y a él "no le ha llegado ninguna cita o llamada". ¡Diay! Suena, como mínimo, extraño. Él jura y perjura que esos víveres estaban guardaditos por orden estricta de la CNE, esperando a ser entregados "según los incidentes que se presentaran".
Lo que queda en el medio de este dime que te diré es un manchón gigante a la confianza. Seamos honestos, cuando la CNE, que es el chunche que se supone nos cuida en las peores, tiene que salir a investigar a una intendencia por una cochinada así, la credibilidad se va al traste. No se trata solo de unos paquetes de arroz y frijoles; se trata de la integridad de un sistema que depende de la buena fe para ayudar a quienes más lo necesitan. Que una donación internacional, enviada por pura solidaridad tras un desastre, termine siendo el centro de un escándalo de posible corrupción y negligencia, es simplemente desolador.
Mae, la verdad es que este arroz con mango está complicado. Por un lado, tenés a la CNE con una postura durísima y, por el otro, al intendente haciéndose el que no entiende la vara. Los verdaderos afectados, como siempre, son los vecinos de Paquera, que ahora no saben si la ayuda que reciben es segura o si alguien está haciendo negocio con su necesidad. La pregunta del millón es: ¿a quién se le cree en este despiche? Pero más allá de eso, ¿qué nos dice esto sobre cómo se manejan las ayudas en las municipalidades? ¿Es un caso aislado o la punta de un iceberg que nadie quiere ver? Los leo.
Aquí es donde la cosa se pone más fea. Según la denuncia que destapó Noticias Trivisión, estos paquetes de comida no solo estaban vencidos, sino que aparentemente se los estaban vendiendo a los mismos vecinos por sumas de hasta 8 mil colones. ¡Ocho rojos por comida donada y vencida! Es que hay que tener carátula. El propio presidente de la CNE, Alejandro Picado, lo dijo clarito y sin pelos en la lengua: "con la comida de la gente no se juega". Una frase que suena a sentencia. Parece que en la Intendencia de Paquera alguien se jaló una torta monumental, y ahora la CNE promete llegar hasta el fondo del asunto.
Pero como en todo buen despiche tico, tenemos la otra versión de la historia. CRHoy se mandó y llamó al intendente de Paquera, Ulises González, y el mae básicamente se hizo el de a peso. Dijo que todo es "completamente falso", que la información está manipulada y que él ni por enterado de lo que dijo la CNE en la conferencia. O sea, según él, el principal ente de emergencias del país abre una investigación en su contra, lo anuncian con bombos y platillos, y a él "no le ha llegado ninguna cita o llamada". ¡Diay! Suena, como mínimo, extraño. Él jura y perjura que esos víveres estaban guardaditos por orden estricta de la CNE, esperando a ser entregados "según los incidentes que se presentaran".
Lo que queda en el medio de este dime que te diré es un manchón gigante a la confianza. Seamos honestos, cuando la CNE, que es el chunche que se supone nos cuida en las peores, tiene que salir a investigar a una intendencia por una cochinada así, la credibilidad se va al traste. No se trata solo de unos paquetes de arroz y frijoles; se trata de la integridad de un sistema que depende de la buena fe para ayudar a quienes más lo necesitan. Que una donación internacional, enviada por pura solidaridad tras un desastre, termine siendo el centro de un escándalo de posible corrupción y negligencia, es simplemente desolador.
Mae, la verdad es que este arroz con mango está complicado. Por un lado, tenés a la CNE con una postura durísima y, por el otro, al intendente haciéndose el que no entiende la vara. Los verdaderos afectados, como siempre, son los vecinos de Paquera, que ahora no saben si la ayuda que reciben es segura o si alguien está haciendo negocio con su necesidad. La pregunta del millón es: ¿a quién se le cree en este despiche? Pero más allá de eso, ¿qué nos dice esto sobre cómo se manejan las ayudas en las municipalidades? ¿Es un caso aislado o la punta de un iceberg que nadie quiere ver? Los leo.