Mae, seamos honestos, a todos nos encanta tirarle a la Caja. Que si las citas duran un siglo, que si el sistema es un enredo... y muchas veces, con toda la razón del mundo. Pero de vez en cuando, hay que quitarse el sombrero y decir: “diay, se la jugaron”. Y esta es una de esas veces. La noticia de que el Expediente Digital Único en Salud (el famoso EDUS) por fin se está integrando con el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) es, sin mucho mate, una de las mejores varas que le ha pasado a la salud pública tica en un buen rato.
Para los que no están muy metidos en el tema, la explico en sencillo. El EDUS es ese chunche digital donde la Caja tiene (o debería tener) todo nuestro historial médico: citas, alergias, exámenes, medicamentos... todo. El IAFA, por otro lado, es la institución clave que ayuda a la gente que la está pulseando con adicciones. Hasta ahora, estos dos mundos corrían en paralelo. Si un doctor en un EBAIS necesitaba saber el historial de un paciente que también recibía tratamiento en el IAFA, la cosa se volvía un despiche de papeles, llamadas y “déjeme ver si encuentro el archivo”. Con esta integración, esa torta se acaba. Ahora, el personal de salud autorizado podrá ver el panorama completo del paciente en una sola pantalla. ¡Qué nivel de proyecto!
La movida empezó formalmente en el Centro de Atención Integral en Drogas (CAID) de Cartago. Desde el 1 de setiembre, los equipos de la Caja y el IAFA andan en un brete intenso para que la transición sea lo más limpia posible y para que todo quede a cachete. El “día cero”, como le llaman, es este 3 de setiembre, cuando ya todo el personal del CAID de Cartago empiece a usar el EDUS como si nada. Y ojo, que esto no se queda en la Vieja Metrópoli. Según el ingeniero Manuel Rodríguez Arce, uno de los cargas de innovación en la Caja, el plan es seguir expandiendo la vara a las sedes del IAFA en Puntarenas, Quepos y San Ramón en los próximos meses. ¡Así se habla!
La presidenta ejecutiva de la Caja, Mónica Taylor Hernández, lo dijo con una palabra que suena muy tiesa pero que es la clave de todo: “interoperabilidad”. En tico, eso significa que todos los sistemas de salud del país puedan hablar entre ellos. Es garantizar que la información de un paciente no se quede atrapada en una clínica o un hospital, sino que lo acompañe a donde vaya. Esto no solo le ahorra tiempo y dolores de cabeza al paciente, sino que permite a los médicos tomar decisiones mucho más informadas y rápidas. Es, en resumen, un gane por donde se le vea, y un paso lógico y necesario en la ruta hacia una salud verdaderamente digitalizada.
Al final del día, esta noticia es más que un simple avance técnico. Es un paso hacia una atención más humana y eficiente para una población que, a menudo, enfrenta estigmas y barreras para recibir ayuda. Que la CCSS esté invirtiendo recursos y esfuerzo en conectar estos puntos demuestra una visión de salud integral que hay que aplaudir. La verdad, la noticia está bastante tuanis y ojalá sea el inicio de muchas más integraciones así. Ahora la pregunta para el foro es: más allá de esto, ¿qué otra cosa creen ustedes que le urge digitalizar a la Caja para que de verdad se sienta como un servicio del siglo XXI? ¿El sistema de citas? ¿Los resultados de laboratorio por WhatsApp? ¡Los leo, maes!
Para los que no están muy metidos en el tema, la explico en sencillo. El EDUS es ese chunche digital donde la Caja tiene (o debería tener) todo nuestro historial médico: citas, alergias, exámenes, medicamentos... todo. El IAFA, por otro lado, es la institución clave que ayuda a la gente que la está pulseando con adicciones. Hasta ahora, estos dos mundos corrían en paralelo. Si un doctor en un EBAIS necesitaba saber el historial de un paciente que también recibía tratamiento en el IAFA, la cosa se volvía un despiche de papeles, llamadas y “déjeme ver si encuentro el archivo”. Con esta integración, esa torta se acaba. Ahora, el personal de salud autorizado podrá ver el panorama completo del paciente en una sola pantalla. ¡Qué nivel de proyecto!
La movida empezó formalmente en el Centro de Atención Integral en Drogas (CAID) de Cartago. Desde el 1 de setiembre, los equipos de la Caja y el IAFA andan en un brete intenso para que la transición sea lo más limpia posible y para que todo quede a cachete. El “día cero”, como le llaman, es este 3 de setiembre, cuando ya todo el personal del CAID de Cartago empiece a usar el EDUS como si nada. Y ojo, que esto no se queda en la Vieja Metrópoli. Según el ingeniero Manuel Rodríguez Arce, uno de los cargas de innovación en la Caja, el plan es seguir expandiendo la vara a las sedes del IAFA en Puntarenas, Quepos y San Ramón en los próximos meses. ¡Así se habla!
La presidenta ejecutiva de la Caja, Mónica Taylor Hernández, lo dijo con una palabra que suena muy tiesa pero que es la clave de todo: “interoperabilidad”. En tico, eso significa que todos los sistemas de salud del país puedan hablar entre ellos. Es garantizar que la información de un paciente no se quede atrapada en una clínica o un hospital, sino que lo acompañe a donde vaya. Esto no solo le ahorra tiempo y dolores de cabeza al paciente, sino que permite a los médicos tomar decisiones mucho más informadas y rápidas. Es, en resumen, un gane por donde se le vea, y un paso lógico y necesario en la ruta hacia una salud verdaderamente digitalizada.
Al final del día, esta noticia es más que un simple avance técnico. Es un paso hacia una atención más humana y eficiente para una población que, a menudo, enfrenta estigmas y barreras para recibir ayuda. Que la CCSS esté invirtiendo recursos y esfuerzo en conectar estos puntos demuestra una visión de salud integral que hay que aplaudir. La verdad, la noticia está bastante tuanis y ojalá sea el inicio de muchas más integraciones así. Ahora la pregunta para el foro es: más allá de esto, ¿qué otra cosa creen ustedes que le urge digitalizar a la Caja para que de verdad se sienta como un servicio del siglo XXI? ¿El sistema de citas? ¿Los resultados de laboratorio por WhatsApp? ¡Los leo, maes!