Maes, dominguito por la noche y medio país pegado a la tele, a la radio o al celular, con esa fe casi religiosa de que esta vez sí que sí. Uno siempre revisa el entero, los gallitos, ese número que le jugó la abuela o el que soñó la noche anterior. Es un ritual nacional, una mezcla de esperanza y de 'diay, vamos a ver qué pasa'. Pues bueno, para una persona (o una familia) en algún rincón de nuestra querida Costa Rica, el 'qué pasa' se acaba de convertir en el evento de su vida. La Junta tiró los números del Sorteo Extraordinario del Día del Afrodescendiente y el premio mayor, la bicoca de ₡640 millones, se fue enterito con el número 09 y la serie 624. ¡Qué chiva por el suertudo o suertuda!
Pensemos un toquecito en esa vara. Estás en tu casa, tal vez cenando pinto con huevo o viendo alguna serie, y por pura rutina revisas los números. Y de repente, ¡BAM! El 09. Uno primero no se la cree, ¿verdad? Revisa el entero unas veinte veces, busca la serie, se le acelera el corazón y empieza a sudar frío. Imagínense la escena, ¡qué nivel! Tener en las manos un papelito que de la noche a la mañana vale más que la choza, el carro y las deudas juntas. Es el sueño de todo el que compra lotería, pero para el dueño del 09 con la 624, dejó de ser un sueño. Ahora es su nueva realidad. ¡Qué carga de premio! A esta persona le cayó un platal, pero a cachete.
Ahora, por supuesto, empieza la especulación. ¿Quién será el 'gallo tapado'? ¿Será alguien que de verdad lo necesitaba? ¿Un estudiante que ahora puede pagar la U sin preocuparse? ¿Una familia que por fin va a tener casa propia? Uno siempre espera que esa harina le llegue a gente buena, a alguien que le vaya a dar un buen uso. Porque, seamos honestos, 640 millones es una cantidad de plata que te soluciona la vida, pero que también te la puede complicar si no se maneja con cabeza. De repente te salen amigos y primos hasta debajo de las piedras. Pero bueno, esas son broncas de millonario, y diay, ¡felicidades al nuevo miembro de ese club!
Y como siempre en cada sorteo, nace la leyenda del 'casi pego'. Ya me imagino a más de uno diciendo: '¡Mae, qué sal, yo tenía el 90!' o '¡Fijo yo compré la serie 623!'. Es parte del folclor nuestro. Mientras uno celebra por el ganador, otro se lamenta con el clásico 'por un numerito'. La JPS también repartió alegrías menores, que no están nada mal: el 25 con la 037 se llevó 92 melones y el 29 con la 089 se ganó 40. No es el premio gordo, pero es una harina que le arregla el año a cualquiera. Al final del día, la lotería es esa vara, un juego de azar que por un ratito nos une a todos en la misma ilusión.
Al final, más allá de los números y los millones, lo que queda es la historia de un cambio de vida radical. Un domingo cualquiera se convirtió en el día cero de un futuro completamente diferente para alguien. Ojalá que quien se lo haya pegado lo disfrute, lo invierta bien y que esa suerte le traiga más alegrías que dolores de cabeza. La verdad, es una noticia que, en medio de tanto despiche que a veces vemos, le saca a uno una sonrisa. Es un recordatorio de que a veces, muy de vez en cuando, la suerte toca la puerta y te cambia el panorama por completo. ¡Pura vida por el ganador!
Y ustedes, foreros, con total honestidad... si se hubieran pegado esa vara de 640 millones, ¿qué sería lo primerito, lo más impulsivo, que harían con la plata?
Pensemos un toquecito en esa vara. Estás en tu casa, tal vez cenando pinto con huevo o viendo alguna serie, y por pura rutina revisas los números. Y de repente, ¡BAM! El 09. Uno primero no se la cree, ¿verdad? Revisa el entero unas veinte veces, busca la serie, se le acelera el corazón y empieza a sudar frío. Imagínense la escena, ¡qué nivel! Tener en las manos un papelito que de la noche a la mañana vale más que la choza, el carro y las deudas juntas. Es el sueño de todo el que compra lotería, pero para el dueño del 09 con la 624, dejó de ser un sueño. Ahora es su nueva realidad. ¡Qué carga de premio! A esta persona le cayó un platal, pero a cachete.
Ahora, por supuesto, empieza la especulación. ¿Quién será el 'gallo tapado'? ¿Será alguien que de verdad lo necesitaba? ¿Un estudiante que ahora puede pagar la U sin preocuparse? ¿Una familia que por fin va a tener casa propia? Uno siempre espera que esa harina le llegue a gente buena, a alguien que le vaya a dar un buen uso. Porque, seamos honestos, 640 millones es una cantidad de plata que te soluciona la vida, pero que también te la puede complicar si no se maneja con cabeza. De repente te salen amigos y primos hasta debajo de las piedras. Pero bueno, esas son broncas de millonario, y diay, ¡felicidades al nuevo miembro de ese club!
Y como siempre en cada sorteo, nace la leyenda del 'casi pego'. Ya me imagino a más de uno diciendo: '¡Mae, qué sal, yo tenía el 90!' o '¡Fijo yo compré la serie 623!'. Es parte del folclor nuestro. Mientras uno celebra por el ganador, otro se lamenta con el clásico 'por un numerito'. La JPS también repartió alegrías menores, que no están nada mal: el 25 con la 037 se llevó 92 melones y el 29 con la 089 se ganó 40. No es el premio gordo, pero es una harina que le arregla el año a cualquiera. Al final del día, la lotería es esa vara, un juego de azar que por un ratito nos une a todos en la misma ilusión.
Al final, más allá de los números y los millones, lo que queda es la historia de un cambio de vida radical. Un domingo cualquiera se convirtió en el día cero de un futuro completamente diferente para alguien. Ojalá que quien se lo haya pegado lo disfrute, lo invierta bien y que esa suerte le traiga más alegrías que dolores de cabeza. La verdad, es una noticia que, en medio de tanto despiche que a veces vemos, le saca a uno una sonrisa. Es un recordatorio de que a veces, muy de vez en cuando, la suerte toca la puerta y te cambia el panorama por completo. ¡Pura vida por el ganador!
Y ustedes, foreros, con total honestidad... si se hubieran pegado esa vara de 640 millones, ¿qué sería lo primerito, lo más impulsivo, que harían con la plata?
